Castilla nos une

Castilla nos une

23 de Abril, Día nacional de Castilla. Tc-Pnc. (12/06/2002)

El nacimiento de una publicación –como “Castilla Comunera”-, que pretende mantener con los lectores una continuada relación, para tratar de la realidad, problemática y alternativas en Castilla, siempre es motivo de satisfacción. Desgraciadamente la atención que, desde los medios de comunicación de masas, se hace de la problemática nacional castellana, es prácticamente nula, y los medios de comunicación con conciencia castellanista, son escasos y con ámbitos de distribución todavía marginales. “Castilla Comunera”, una publicación que nace con el ánimo de contribuir al debate y a la información en el seno del castellanismo, desarrollará en su actual formato trimestral los principales asuntos relacionados con las tierras y las gentes de Castilla. Para su primer número, este medio que promueve Tierra Comunera (TC-PNC), ha elegido una fecha tan simbólica para el nacionalismo castellano como el 23 de Abril.

Este año, vivimos un 23 de Abril, de los primeros del siglo XXI, marcado por importantes reflexiones de carácter internacional. El drama del 11 de septiembre, con el dolor y el sufrimiento generado por los atentados contra las torres gemelas de Nueva York, ha generalizado el temor en las sociedades occidentales, y está provocando giros preocupantes en la política internacional, caracterizados por la subordinación del papel de Naciones Unidas, por el unilateralismo político, económico y –manifiestamente sobre todo- militar de los Estados Unidos de América, y por una evidente involución del respeto por los derechos humanos y por las garantías democráticas en todo el Mundo. La guerra de Afganistán y el genocidio contra el pueblo palestino, son muestras evidentes de la necesidad de un Nuevo Orden Mundial, basado en el reconocimiento universal de todos los derechos humanos, en el reconocimiento del derecho de autodeterminación de todos los pueblos, y en la extensión de los valores de la democracia y de la solidaridad internacional, en un marco de desarrollo económico y social que priorice los valores ambientales y el respeto a la Naturaleza.

En nuestra Castilla, los acontecimientos de la política ordinaria nos muestran el atrincheramiento del Partido Popular en el españolismo centralista más rancio y regresivo, convirtiendo al ámbito legislador en un mero instrumento de su afán uniformizador y negador de la pluralidad nacional del Estado Español (Ley Orgánica de Universidades, Ley de Estabilidad Presupuestaria, Ley de Calidad de la Enseñanza, Ley de Partidos Políticos, etc…). Mientras, el Partido Socialista de Zapatero evidencia un titubeo continuo, entre las opciones federalistas y esperanzadoras de Elorza, Maragall y Touriño, y la prácticas jacobinas, arcaizantes y centralistas de Bono, Chaves y Ibarra.

Castilla, sigue viviendo, en este Villalar del 2002, la inexistencia oficial de su realidad nacional, la pérdida continuada y progresiva de sus valores culturales e identitarios, y el expolio económico de sus recursos. Las graves agresiones que nuestro pequeño campesinado ha recibido durante los últimos doce meses, soportando directamente las crisis de las vacas locas, de la leche, del porcino, etc… se agudizarán al acercarse las fechas de finalización de las ayudas europeas. Y en este panorama, el anunciado cierre de la factoría campurriana de Fontaneda por la multinacional propietaria, ha sido como un aldabonazo en la conciencia de los castellanos de toda condición de que esto no puede seguir así, de que la resignación tiene un límite, de que los abusos que padece el sufrido pueblo de Castilla tienen que acabar.

Ante una realidad de envejecimiento y desertización, con comarcas enteras abandonadas, con nuestras materias primas expoliadas, con nuestro ahorro y nuestra agua robados, el negro futuro que se plantea a los castellanos, no nos gusta en TIERRA COMUNERA (TC-PNC). Por ello creemos necesario articular alternativas propias, nuestras, castellanas, a unos partidos estatales –PP y PSOE- de los cuales no puede esperar nada Castilla, articular alternativas de desarrollo sostenible y ecológico, un desarrollo endógeno y autocentrado, al servicio de nuestros intereses, de nuestros proyectos, de nuestros deseos, de nuestras necesidades, de nuestros sueños.

Por que somos capaces, entre todos, de soñar y de construir una Castilla diferente; una Castilla unida y no fragmentada, una Castilla orgullosa de su cultura, de su identidad y de su historia, una Castilla próspera, solidaria e igualitaria y no empobrecida. La Castilla que construimos en el año 2002 es, en la continuidad de la memoria histórica de nuestro pueblo, la misma Castilla que defendieron Juan de Padilla, Juan de Zapata, Pedro y Francisco Maldonado, Pedro de Ayala, María de Pacheco, Antonio de Acuña y miles y miles de comuneros castellanos en los albores del siglo XVI. Una Castilla sembrada, que no derrotada, en las eras de Villalar un 23 de Abril de 1521, y un 3 de Febrero de 1522 en las callejuelas de Toledo.

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