Castilla nos une

Castilla nos une

Una contribución comunera al Futuro del Castellanismo. Luis Marcos, Secretario General de TC-PNC. (08/10/2003)

Desde TIERRA COMUNERA (TC-PNC) siempre hemos percibido la acción política, como un ámbito más del proceso de realización personal, que tiene que contribuir a forjar mejores ciudadanos y que tiene que contribuir a fortalecer la sociedad democrática. Pluralidad, apertura, debate, reflexión, autocrítica,… no son para los comuneros meras palabras, sino que se constituyen en elementos cotidianos del ejercicio personal y colectivo de nuestro proyecto político.

Los comienzos del siglo XXI, emergen ante la sociedad castellana, cargados de incertidumbres. La ausencia de una identidad cultural castellana nítida y fuera de discusión, las amenazas que se ciernen sobre nuestros sectores productivos (fundamentalmente el agropecuario y el industrial), la crisis demográfica y el envejecimiento de la población, así como la dramática erosión que padece nuestro patrimonio monumental, etnográfico y natural, se constituyen en graves problemas estructurales, que hacen tambalearse la existencia misma de la nación castellana.

Por otra parte, aquellos proyectos políticos planteados en los últimos veinticinco años, en clave específicamente castellanista, no han experimentado ni la implantación social ni el apoyo electoral suficientes, para configurarse como un contrapoder alternativo a la hegemonía política de los partidos centralistas mayoritarios en Castilla.

Es por todo ello que, desde TIERRA COMUNERA (TC-PNC), y huyendo de dogmatismos y planteamientos maximalistas, con la humildad de quien busca sencillamente acercarse a la verdad, concebimos como una interesante contribución al debate sobre “El Futuro del Castellanismo”, la realización de un Foro, abierto y plural, donde intercambiar ideas, reflexiones y planteamientos.

El castellanismo y el nacionalismo castellano, mantienen una constante presencia historia, a lo largo de los más de 1.200 años de existencia del pueblo castellano, generando a lo largo de este tiempo continuos referentes identitarios, eficaces para conformar las señas de identidad y de cohesión de Castilla. En la actualidad, sólo desde el castellanismo político y social, pueden configurarse estrategias y alternativas capaces de modificar el camino de regresión y decadencia que padecen las comunidades castellanas.

Exclusivamente desde posiciones castellanistas, pueden configurarse proyectos políticos y sociales con la suficiente identificación con la realidad y necesidades del pueblo castellano; proyectos propios, independientes de la sumisión y del vasallaje que los representantes castellanos de las oligarquías políticas centralistas, practican continuamente.

La estructura conformada mediante mesas de debate, de la cual se ha dotado este 1º Foro de Reflexión y Debate sobre el Futuro del Castellanismo”, va a permitir a los asistentes captar las reflexiones de un numeroso y cualificado colectivo de ponentes (cerca de cuarenta), que aportarán una experiencia multidisciplinar y complementaria, desde el mundo de la sociedad, de la cultura, de la política, de los medios de comunicación, etc… sobre la viabilidad de los proyectos de transformación castellanista.

Un Foro, donde los asistentes no son meros espectadores, sino que con sus intervenciones y participación, van a aportar una parte insustituible y enriquecedora a las conclusiones de este evento.

Es complejo adelantar las posiciones y estrategias, las actuaciones que el castellanismo debe adoptar para incrementar, por un lado su influencia social, y por otro lado su capacidad para generar alternativas reales al poder centralista y anticastellano hegemónico en nuestras comunidades. No obstante, parece que las carencias que actualmente evidencia el castellanismo, deben ir siendo corregidas desde la adopción de algunas políticas como son:

  • La creación de Medios de Comunicación de Masas (sin desdeñar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías), con una obediencia estrictamente castellana.
  • La configuración de plataformas políticas con mayor capacidad de seducción electoral entre la población, probablemente mediante la coordinación táctica de las organizaciones actualmente existentes.
  • El reforzamiento social y militante de las organizaciones políticas castellanistas, así como de referentes sindicales que asuman el espacio territorial castellano, como su marco prioritario de actuación.
  • El aumento de la presencia y de la sensibilidad castellanista, tanto en los movimientos sociales más clásicos, como en las luchas y reivindicaciones de la sociedad castellana.
  • El diseño de propuestas y programas de transformación real, que generen alternativas eficaces a los problemas estructurales de la nación castellana.
  • La apuesta firme por la potenciación de las señas de identidad culturales propias y características de Castilla.
  • El trabajo en el ámbito de la juventud castellana, como reto de creación de una sensibilidad social, cultural y nacional castellana.

    Estas herramientas, que solo pueden ponerse en funcionamiento desde organizaciones cada vez más eficaces, fuertes y cohesionadas, pueden ser elementos interesantes para que con el transcurso de un periodo de tiempo no demasiado dilatado, la nación castellana y el castellanismo afronten su futuro desde planteamientos más optimistas.

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