Códices medievales, pinturas de Memling, Velázquez y Alonso Gallego, marfiles, tallas o farmacias estarán en el catálogo de piezas existentes fuera de la región.
El presidente del Gobierno de La Rioja ha encargado la confección de un inventario de bienes culturales y artísticos procedentes de la comunidad autónoma y que, actualmente, se encuentran fuera de las fronteras regionales. El catálogo, fruto de la colaboración del Ejecutivo con el Instituto de Estudios Riojanos (IER) y la entidad Caja Rioja -que aporta 30.000 euros-, es un primer paso para conocer el patrimonio diseminado por el mundo entero y la posibilidad de que algunas de las piezas puedan regresar a sus orígenes.
El presidente regional, Pedro Sanz, ha promovido personalmente la realización de este inventario cultural y artístico riojano, «en una decidida apuesta por impulsar las señas de identidad de La Rioja». Bajo el encargo del IER, el catálogo estará dirigido por José Gabriel Moya Valgañón, jefe del Área de Conservación de Patrimonio Nacional, y Begoña Arrúe Ugarte, profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de La Rioja.
«No sólo se trata de llevar a cabo este catálogo o fichero de todos los bienes culturales riojanos que se encuentren fuera de la comunidad autónoma, sino que también serán analizadas las circunstancias en las que estas obras han salido de nuestra tierra, así como la posibilidad de rescatar alguna pieza», asegura Sanz.
Aunque la primera fase del plan tiene un período de ejecución de 15 meses, el equipo dirigido por Moya y Arrúe ha esbozado una lista orientativa e inicial, que abarca piezas del siglo IV al siglo XVIII, desde lo tardo-antiguo, prerrománico, a lo renacentista y barroco, la mayor parte de las piezas desaparecidas antes de 1960.
Obras muy valiosas
Entre estas obras podemos destacar valiosos códices medievales -procedentes de monasterios riojanos como San Millán y San Martín-, diferentes marfiles de San Millán de la Cogolla, tablas flamencas de Hans Memling (s. XV) originarias de Santa María la Real de Nájera, imágenes y tablas que hoy se exhiben en el Museo Marés de Barcelona -entre ellas, la Virgen de Nuestra Señora de la Junquera de Treviana-, la lauda sepulcral romana de Ursicinus, obras dispersas del pintor Alonso Gallego, un cuadro de Velázquez -retrato de Berberana- procedente de Haro, varias piezas riojanas exhibidas en el Museo Victoria y Alberto de Londres, tablas de San Juan de Alfaro, así como otras tablas, esculturas o relieves de pequeñas localidades de la región, pero de enorme valor histórico y artístico. Además de este listado, Begoña Arrúe también hacía referencia a otras piezas de renombre como las farmacias de Nájera -actualmente en Laboratorios Cusi de Masnou (Barcelona)- y de San Millán.
«Este catálogo va a exigir una metodología concreta y uniforme, así como la consulta de diversas fuentes bibliográficas, gráficas o manuscritas, además de la información obtenida a través de entrevistas personales, lo que va a precisar de un equipo amplio y muy profesional», asegura Begoña Arrúe.