Luis Marcos Secretario general de Tierra Comunera (TC)«Nuestro modelo de estatuto es ambicioso porque a esta tierra le falta optimismo»
Cómo han vivido estos tres años tras el varapalo de las últimas elecciones, en las que se quedaron sin representación en el Ayuntamiento de Burgos?
El primer año hicimos un intenso proceso de debate y de reflexión interna, de analizar las causas, de ver lo que íbamos a hacer. Llegamos a la conclusión de que un partido como TC, que reúne a los nacionalistas y a los regionalistas de esta comunidad, es imprescindible. Eso, sumado a los cargos que tenemos en distintas localidades, nos ha ido dando actividad. Y en estas fechas ya estamos pensando en las elecciones de 2007, en las que queremos sacarnos la espina. Creemos que la situación política es favorable para TC y que hace falta una acción política. Nunca como ahora tanto el PSOE como el PP habían estado tan sumisos a los intereses de sus dirigentes nacionales.
¿A qué achacaron el castigo?
Probablemente hubo muchas causas, pero la más importante fue que no supimos comunicar las razones que dieron al traste con el Gobierno tripartito.
Que fueron…
Pequeñas y grandes cosas. Creímos que había una traición por parte del partido mayoritario, el PSOE, que entendió que el Gobierno municipal era cosa suya y que nosotros ocupábamos un lugar secundario y teníamos que desaparecer a medio plazo. Entendimos que esa política era desleal con la filosofía de un gobierno plural, y eso nos condenó a salir del equipo de Gobierno. Pero eso ocurrió hace seis años. Y una formación política no está para cambiar el pasado, sino para construir el futuro.
Y todo eso después de que le ofreciera el PP la Alcaldía.
Efectivamente. En contra de lo que algunas piensan no teníamos ambición de poder. Preferimos proyectar nuestras ideas políticas en un gobierno progresista y plural aunque no tuviéramos cargos relevantes que mantener un partido como el PP, que había perdido las elecciones.
¿Se han arrepentido de la decisión de romper el tripartito?
En política el arrepentimiento no es una virtud. Se reflexiona y se aprende. Ahora somos un partido mucho más maduro y experimentado. Y haríamos las cosas de otra forma.
Gobernar en Burgos con PSOE e IU entonces y hacerlo en Aranda ahora con el PP no ayuda a entender a qué juegan…
Somos un partido que centra su especificidad en defender los intereses de esta tierra. Ideológicamente nos situamos en el centro progresista. Tenemos una serie de cargos municipales en distintas localidades donde no hay mayorías absolutas y donde gobernamos en coalición. En todos los lugares son gobiernos progresistas menos en Aranda, donde priorizamos las condiciones de la ciudad sobre otros criterios.
Han sido los primeros en redactar su propuesta de estatuto. ¿Cómo la califica?
Muy ambiciosa, porque creemos que a esta tierra le falta ambición, optimismo y creer en ella. Consideramos que la mediocridad autonómica de Castilla y León se debe a la pasividad y a la falta de compromiso que el PSOE y el PP tienen con esta tierra. No creen en ella ni en sus posibilidades. Para nosotros es urgente que un porcentaje cada vez mayor de su gente apueste por ella, y nuestra propuesta quiere dar solidez y apoyo a su ilusión y a su confianza en el futuro.
¿Las elecciones del año que viene son un ahora o cerramos la barraca?
Aquí castellanistas ha habido desde los tiempos de Villalar, hace 500 años. Unas veces ha ido bien y otras mal. TC es uno más en esa historia. Nos vaya bien o mal, seguiremos trabajando. En cualquier caso, sí que estamos convencidos de que vamos a tener unos resultados buenos. Percibimos que hay interés por nuestras propuestas y desencanto por las políticas de los grandes partidos.
¿Cuál es el perfil del ciudadano al que va dirigida especialmente su acción política?
La gente que se puede sentir identificada con nuestro proyecto está en el medio rural, es esa persona que no se ha marchado y que sigue trabajando en su pueblo, pero también son los jóvenes urbanos y los profesionales. Además, intentamos no presentarnos en solitario a las próximas elecciones, sino ir con candidaturas que existen a todos los niveles a través de una plataforma con una oferta más amplia y más interesante para los ciudadanos.
Burgos siempre ha sido el bastión comunero. Además de intentar reconquistarlo ¿se han marcado metas en el resto de las provincias de la región?
Por acuerdos que probablemente establezcamos con fuerzas políticas en el resto de provincias, en 2007 no vamos a obtener buenos resultados sólo en una provincia, sino en varias. En Burgos, Ávila, Palencia y Valladolid las expectativas son buenas.
¿Valladolid?
Es la provincia con más habitantes, donde está la capital más poblada. Y es un plato político que nos gustaría poder comer.
Han tenido ya reuniones para hablar de listas y candidatos. ¿Se puede dar ya nombres?
Hemos puesto ya en funcionamiento la maquinaria electoral. En número votos en las autonómicas y municipales somos la tercera fuerza más votada en la provincia. Estamos muy lejos de PP y PSOE pero estamos muy por encima en número de concejales y alcaldes de IU o SI. Queremos consolidar esa posición. En la capital haremos una lista y un programa muy atractivo. Queremos tener a los candidatos cerrados para el verano.
¿Repetirá a la Alcaldía?
A mí me gustaría que TC presentara en Burgos el mejor candidato posible. Y en lo que yo pueda contribuir a eso lo haré. Si en los ámbitos de decisión del partido se cree mayoritariamente que tengo que ser yo, repetiré. Si es otro el compañero elegido tendrá todo mi apoyo.
¿Cuánto ha aprendido desde que entró en política?
Todas las experiencias son positivas, y cuando alguna no ha sido agradable hay que intentar superarla sin rencor y sin obsesión por el pasado.
¿Y el momento más duro?
La salida del tripartito. Fue la decisión más dura. Fue un día más triste que la derrota electoral de 2003, porque todo aquello en lo que yo había creído, toda la ingenuidad con la que yo contemplaba a mis compañeros de gobierno, se vino abajo.
Habla de no mirar al pasado y sin embargo ustedes recurren a los mitos atávicos de Castilla. Parece una contradicción.
No, al revés. Creo que para construir el futuro hay que hacerlo sobre bases sólidas, no puede ser un salto en el vacío. Aquí hay tradiciones sólidas, historia. Los comuneros de Castilla fueron la primera revolución moderna de España y de Europa, casi 300 años antes de la Revolución Francesa. Eso de que esta es una tierra conservadora, atrasada, inculta es mentira. Aquí la gente quiere vivir en libertad. Mirar hacia el pasado a veces es un estímulo.
Haga cábalas. ¿Cuántos concejales cree que cosechará TC el año que viene en Burgos?
Nos moveremos en la cifra que obtuvimos en el 99 (3).
Que quiere volver a ser la llave del gobierno.
Nos encantaría que nuestra contribución sirviera al avance de Burgos, que ahora es una ciudad parada y triste.