El portavoz municipal considera que la situación actual del coso es un «marrón» heredado al que hay que tratar de buscar una solución.
Tierra Comunera ha asegurado que va a exigir a Victoriano del Río el cumplimiento íntegro del convenio suscrito con el Ayuntamiento para la venta de la antigua plaza de toros y la construcción del nuevo coso cubierto así como la totalidad de las mejoras ofertadas por el empresario sobre el pliego de condiciones.
El portavoz municipal, Sebastián de la Serna, negó que estén realizando concesiones en este tema ni defendiendo los intereses del empresario y aseguró que no son partidarios de conceder la licencia de apertura a las instalaciones mientras no se cumplan estos requisitos y se corrijan todas las deficiencias que han puesto de manifiesto los últimos informes técnicos.
«Es obvio que faltan muchas cosas por hacer de las que en el convenio están estipuladas, como nosotros hace meses ya detallamos, seguimos en las mismas y creemos que esos informes de los técnicos municipales tienen que ser cumplidos», manifestó.
En este sentido, respecto a las dudas planteadas sobre su posicionamiento en relación a la obligatoriedad de que el empresario dote al coso con 240 plazas de aparcamiento, dejó claro «que hay dos informes del arquitecto señor Azcona en los cuales dice que es exigencia porque el Plan General de Ordenación Urbana del 2000 así lo establece».
De la Serna atribuyó la discrepante interpretación del empresario sobre el controvertido estacionamiento a que no figura en el convenio, que denunció que se redactó deprisa y corriendo para firmarlo 20 días antes de las elecciones municipales «y está mal regulado».
Para el concejal comunero esta situación está ocasionando numerosos problemas, además del parking, como es la poco clarificada cláusula que establece que el Ayuntamiento tiene derecho a usar de forma gratuita 12 días al año de por vida pero por los que el empresario pretende exigir el pago de los gastos ocasionados.
De la Serna entiende que con la «venta-regalo» que se hizo de la plaza de toros, ya que al empresario se le cobraron 777.000 euros pero se le pagaron 700.000 en concepto de canon, la gratuidad debería ser total. En opinión de los comuneros, puesto que no está garantizado que se vayan a emplear los 12 días al año, hubiera sido más rentable enajenar el coso «a su justo precio» y pagar a la empresa por cada vez que se requiriera la instalación.
TC considera que se ha hecho un «mal negocio» con la plaza de toros, a la que calificó como «un marrón» heredado por el pueblo de Aranda «que hay que sacar adelante de la mejor manera posible».