Castilla nos une

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‘BURGOS HACE MAL EN ECHARLE LA CULPA DE TODOS SUS MALES A VALLADOLID’. (Marzo’2007). .. (12/03/2007)

Cómo ha sido la travesía del desierto de estos cuatro años? Dura, también en lo personal. Un mal resultado es siempre un fracaso personal, además de colectivo. Tierra Comunera, que había tenido una andadura muy difícil, que había conseguido ver un poco de luz al cabo de mucho tiempo, de repente debe abordar una vuelva atrás, casi un regreso a los orígenes.

En este tiempo, otros compañeros suyos han mantenido una presencia pública más o menos constante. Usted desapareció. Hasta ahora, que vuelve a la primera línea. Primera línea… Vuelvo, pero seré candidato por Valladolid. No hay que olvidar que la situación de nuestro partido en Valladolid es difícil. Algo que no me asusta. Quise salir en su momento del protagonismo de Burgos porque entendía que el partido podía darme el relevo, que había otras personas capacitadas para sustituirme como secretario provincial del partido y como cabeza visible de la provincia y la región. Y eso hice. Hasta hoy.

¿Por qué decide intentarlo de nuevo, aunque sea por Valladolid? Puedo plantearme estar en primera o en segunda fila, pero no puedo plantearme no estar en el sentido en que creo en un proyecto desde hace mucho tiempo y que nos ha llevado muchas horas, esfuerzo y dedicación personal. Por eso no voy a escatimar colaborar. Luis Marcos me pidió participar intentando que nuestra campaña tenga más eco a nivel regional. Y eso estoy intentando: el otro día estuve en presentando la candidatura de Ávila y estaré presente con el resto de las candidaturas de la región. ¿Qué significa su candidatura por la capital de la región? A nivel regional he sido la persona más conocida por haber sido procurador. He tenido contacto con muchos ciudadanos de toda la región por muy diversos aspectos. También conozco los medios de comunicación, con los que he tenido buen trato.

¿Con qué discurso va a acercarse a los vallisoletanos y a los castellanoleoneses en general? Creo que aquí sólo es posible hacer un discurso: tenemos que ponernos al mismo nivel que el resto de las comunidades que hay en todo el Estado español. Eso es algo que no nos cabe en la cabeza, porque siempre estamos mirando más a lo que nos separa que a lo que nos une y una de las razones por las que esta comunidad autónoma no cuenta nada. Valladolid es una provincia y una capital que, por mucho que nos duela a los burgaleses y por mucho que se hagan voces interesadas y electoralistas de cargar todas las tintas con ella, trasciende a lo que es la propia ciudad y la propia provincia. Valladolid es, de alguna manera, el resumen de esta Comunidad. Y creo que Burgos hace mal en echarle todas las culpas de todo. Alguna culpa tendrá nuestra política local sobre por qué nunca hemos sabido negociar nada ni con Valladolid ni con Madrid ni con nadie. Burgos podría estar entre las mejores de España y está en un término muy mediocre.

¿Por qué ese constante recurso al agravio comparativo? ¿Existe un sentimiento de inferioridad? No es sentido de inferioridad. Lo que sí que es cierto es que Valladolid tiene un modelo muy centralista. Pero eso no deja de ser un problema de funcionamiento de la administración, y que tiene solución. Nosotros hemos propuesto, sin diluir el papel de Valladolid, un modelo distinto, descentralizado. Y eso es lo que defenderemos: que determinadas Consejerías se desvinculen de la capital y hacer así un reparto de tal manera que otras provincias también tengan ese protagonismo. Hoy, con los medios informáticos, es perfectamente factible. Dice que Valladolid trasciende más allá, que es el resumen de la región. ¿Ha sondeado cuál es el sentir de sus ciudadanos para con las propuestas de TC? Creo que Valladolid es el sitio donde más potencial hay para que crezca un partido regionalista-nacionalista. Allí por lo menos no se pone en cuestión el modelo regional, cosa que sí se pone en cuestión por ejemplo en León, y un poco menos en Burgos, Salamanca o Segovia, donde hay sectores que incluso reivindican la salida de la Comunidad. Otra cosa es que TC haya surgido en Burgos y no deje de verse como una alternativa burgalesista, que es la visión que se tiene en Valladolid, entre otras cosas por cierto enfoque de los medios de comunicación. Entre las cuestiones que llevé a las Cortes había algunas de Burgos, claro, pero también de otras provincias.

La tendencia al bipartidismo es cada vez más clara. ¿De verdad hay un hueco para TC? Hay un hueco difícil, como lo hay para otros partidos, como es el caso de IU. Hay otras comunidades donde esa situación se ha consolidado, como en Castilla La Mancha. El bipartidismo lamentablemente avanza.

¿Cuánto ayudará esa gran coalición con otros partidos locales y provinciales? Obtendremos presencia en aquellas provincias en las que no teníamos. La idea de agrupar a muchos partidos locales y provinciales es muy ambiciosa. No deja de ser una buena plataforma que para nosotros supondrá un avance pero a la que todavía le queda bastante por andar.

¿Habrá candidaturas en todas las provincias? Sí. Era uno de nuestros objetivos

Resucitar en Burgos, conquistar Valladolid… ¿Hay alguna otra provincia que sea objetivo importante? Sí. Llevamos varios años trabajando en Palencia, en Ávila y en Segovia. Son los sitios donde más hemos trabajado y donde más presencia tenemos de forma más o menos constante. En otras provincias nos está costando más entrar.

¿Cómo ve la región de Castilla y León? Dormida, desamparada y con un futuro difícil, porque aquí estamos con la misma política de siempre. Y esto necesita un cambio o se muere. Hemos vivido años de bonanza porque ha entrado mucho dinero de la Unión Europea, pero eso ahora se acaba. Y no veo que exista alternativa.

Una de sus propuestas es descentralizar los órganos de gobierno. ¿Cuáles serán otras líneas de su programa? Apostamos por darle otro contenido a esta Comunidad y eso que acaba de hacerse una reforma estatutaria absolutamente indigna. El tema industrial y empresarial es muy importante. Somos una región muy extensa con un déficit de infraestructuras grave. Articular la región es clave. No se puede depender del eje Burgos-Valladolid; hay que ampliarlo, crear sinergias con Segovia, Ávila y Salamanca, incorporar ese dinamismo a toda la Comunidad. Además, el patrimonio cultural, artístico y natural es privilegiado, y creemos que las cosas no se están haciendo bien ni desde la protección (hay un escándalo urbanístico en el que está involucrado un director general de Medio Ambiente) ni desde la defensa. El pasado fin de semana estuvimos en Barcelona reclamando el regreso a nuestra Comunidad del patrimonio que salió de aquí de una forma, cuando no ilegal, al menos oscura. Hemos recibido buenas palabras de nuestro gobierno regional, pero ni apoyo ni compromiso.

Pero es difícil. Esas piezas, al menos la mayoría, fueron bien pagadas. Hay que pensar si se pagaron a quien era su dueño. En algunos casos hay documentos, pero no en todos.

Con todo, el culpable será otro, no el comprador… Ya, pero una administración regional, que debe velar por el patrimonio, debía tener una posición más beligerante. No es lo mismo que lo reclamen los ciudadanos que un gobierno regional.

¿Por qué le parece «indigna» la reforma del Estatuto de autonomía? En un Estatuto es difícil encontrar algo malo. Este avanza en una dirección que no es la que debiera. Nada de los incluido va a suponer algo para los ciudadanos. Eso sí: la foto ha sido bonita. Pero eso no significa ni que vaya a haber más dinero para servicios públicos. Un Estatuto debe garantizar medios para que una comunidad autónoma tenga una financiación correcta, que sea igual que las demás. Eso sería ambición. No nos hemos ni atrevido a llamar a Castilla y León nacionalidad histórica.

Estamos a poco más de dos meses para las elecciones. ¿Ha reflexionado TC sobre el batacazo sufrido en 2003? Se ha reflexionado. No sé si todo lo que se debiera. Creo que lo importante es esa capacidad de estar ahí, de superar momentos malos y de gestionar bien los momentos buenos. Evidentemente, hemos gestionado mal los momentos buenos, y no sé si hemos sacado las suficientes lecciones de los momentos malos. Desde luego, hay que estar preparado a lo que venga. Estamos dispuestos a seguir hacia adelante.

No se puede hablar de renovación en los principales puestos de sus candidaturas. ¿No hay ‘banquillo’ en TC? A la hora de dar la cara y tomar responsabilidades no todo el mundo tiene ni la capacidad. El ‘banquillo’ de TC no tiene mucho de diferente con el del resto de los partidos políticos, a tenor de cómo están siendo las caras y las ‘alienaciones’ que se están presentando. La política burgalesa cojea para todos. Nos gustaría renovar, ofrecer un discurso nuevo. Pero esto es lo que hay.

¿Es posible el resurgimiento en Burgos? Creo que Tierra Comunera hará un buen papel, porque se ha trabajado mucho en estos cuatro años, tanto en la capital como en la provincia. Se recuperará el voto, si no para los tres concejales del 99, sí al menos para tener representación.

¿Si se repite el descalabro de 2003 será el fin de TC? Un partido tiene que plantearse el futuro con la opción buena y con la peor. Creo que TC tiene el futuro asegurado hasta con la peor de las posibilidades.

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