Carta al director de Luis Marcos, secretario de organización del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) publicada en Diario de Burgos el domingo 9 de Diciembre.
Recientemente, Michelle Jenner, la joven actriz que protagoniza la serie ISABEL, finalizó la primera temporada de este producto de RTVE, siendo coronada en Segovia, Reina de Castilla. Los pensamientos que le han transmitido los guionistas y las aportaciones de los conocedores de la Historia Moderna, nos hacen pronosticar una segunda parte, orientada a redefinir el poder real y de las ciudades, a reducir el peso de la alta nobleza en el gobierno de Castilla y a convertir a la Corona de Castilla en la potencia hegemónica en la Europa de principios del siglo XVI. La auténtica reina Isabel seguramente disfrutaría hoy viendo esta serie de ficción, aunque se sorprendería contemplando lo poco que queda de su gran proyecto para Castilla.
Simultáneamente, estos días conmemoramos el 35 aniversario de la Constitución Española de 1978, e inmersos como estamos en la mayor crisis económica, social, territorial y política que ha visto nuestro país desde el final de la Guerra Civil, no exageramos al afirmar que la Carta Magna languidece, y como recientemente ha hecho el monarca, necesita urgentemente «pasar por el taller».
El Modelo de la Transición está agotado y se derrumba ante nuestros ojos. Políticamente, la sociedad no tolera una democracia insuficiente, secuestrada por la clase política y alejada de la realidad, y reclama urgentemente participar directamente, asumir un legítimo protagonismo en la gestión de lo público, y erradicar de manera ejemplar a la corrupción y a los corruptos. Desde el punto de vista territorial el Estado de las Autonomías está agotado, acosado entre el despilfarro por una lado y la falta de recursos por otro, entre el rechazo creciente al autonomismo entre grandes sectores de la población y el abierto independentismo de otros territorios. Finalmente, y hoy lo más urgente, la Crisis Económica está destruyendo nuestro incipiente estado de bienestar, recortando derechos, enviando al paro a seis millones de ciudadanos y amputando dramáticamente nuestro tejido productivo y empresarial.
Seguramente hoy nuestra Reina Isabel sabría como actuar; y quizás sus recetas se parecerían a las del PARTIDO CASTELLANO (PCAS). Regenerar la democracia quitándosela a los corruptos y devolviéndosela al pueblo. Reorganizar territorialmente el Estado, en base a las auténticas nacionalidades históricas que conforman España, y dando a Castilla el reconocimiento y peso político que la transición nos negó. Potenciar la economía endógena y sostenible de Castilla, al margen de burbujas ficticias y especulativas, basándonos en nuestros recursos, en nuestras singularidades, en la enorme capacidad de nuestras gentes.
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