La Junta de Castilla y León, (a través de SACYL) va a suprimir más de 1.000 camas en el conjunto de los 14 hospitales públicos de la comunidad autónoma durante los meses de verano. A este recorte hay que añadir la cicatera dotación para la provincia burgalesa, sólo 1 médico especialista en el Hospital de Aranda, y ninguno en el Hospital de Burgos o en el de Miranda de Ebro, de un total de 50 médicos contratados para toda Castilla y León, con la que se pretende reducir las listas de espera. Se trata de la provincia peor tratada de la Comunidad (6 médicos para Ávila, 8 para León, 3 para Palencia, 14 para Salamanca, 6 para Segovia, 2 para Soria y 9 para Valladolid).
A juicio de los castellanistas, «la política sanitaria de la Junta es suicida, decidiendo de antemano cuantos ciudadanos van a enfermar». Si fuese cierto el descenso en las hospitalizaciones en el periodo estival, «éste sería un momento idóneo para reducir las abultadas listas de espera». El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) denuncia que el único objetivo de las decisiones en materia sanitaria de la Junta de Castilla y León es el recorte en la prestación de servicios públicos tanto en los hospitales (menos médicos, menos horas de trabajo, menos quirófanos) como en el medio rural (cierre de urgencias nocturnas, cierre de consultorios, cierre de farmacias de urgencias), y el fomento de la sanidad privada, para aquellos que pueden permitírselo. El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) critica las declaraciones a ICAL del director de Asistencia Sanitaria, José María Pino que comparó la asistencia sanitaria de la Junta con «la política de los hoteles durante el invierno, cerrando alas y centralizan su oferta», sin duda una desafortunadas apreciaciones al comparar un hotel con un servicio, como el sanitario, «que en ocasiones puede resultar cuestión de vida o muerte»
El reajuste en las camas hospitalarias llega en la provincia de Burgos al cierre de un 10% y la exigua contratación de personal para la reducción de listas de espera, afecta no solo al estamento médico, sino que afectará en Burgos también a los enfermeros y auxiliares de enfermería. Así en la provincia de Burgos solo se contratarán cinco profesionales para el Hospital Santos Reyes de Aranda, ninguno para Burgos ni Miranda, contrastando con los 8 de Ávila, los 43 de León, los 16 de Salamanca, los 11 de Segovia o los 10 de Valladolid. Estos hechos prueban para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) la marginación que sufre nuestra provincia, que además de contar con el único hospital semi-privado de la Comunidad Autónoma, se encuentra con el nulo esfuerzo de la Junta para reducir las abultadas listas de espera.
Con la cicatera contratación de personal médico y sanitario para los Hospitales de Castilla y León, el PP solo consigue aumentar las listas de espera, agravar las patologías que padecen los enfermos en espera de tratamiento, empeorar la calidad sanitaria en la Comunidad, y frustrar a una generación de médicos y enfermeros bien preparados que deben buscar un puesto de trabajo en otras comunidades o en otros países.
Capítulo especial y adicional merece las significativas reformas que van a sufrir algunos de los quirófanos del Hospital de Burgos, incluido su cierre temporal, lo que aumentará las listas de espera en Burgos, a pesar de ser un centro totalmente nuevo que solo lleva un año en funcionamiento. En relación a este apartado los castellanistas van a solicitar información a la Junta sobre cuáles son los costes para el erario público, o si por el contario, como opinan los castellanistas, «estas deficiencias debieran ser corregidas por la empresa concesionaria, sin tener que suponer ningún coste para la Junta».
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