TIERRA COMUNERA se define como MOVIMIENTO SOCIO – POLÍTICO CASTELLANO que bajo la forma jurídica de partido busca la defensa de los derechos y libertades del pueblo castellano, el ejercicio permanente de su capacidad de decisión, la transformación progresista de su sociedad en aras a conseguir ciudadanos y ciudadanas más libres y la conservación de nuestro patrimonio histórico, cultural y medioambiental, como el legado más valioso a transmitir a las generaciones futuras.
Castilla constituye desde hace 1200 años una nación diferenciada, que durante la mayor parte de su historia ha estado dotada de instituciones propias. Durante este período de tiempo Castilla ha seguido un proceso dinámico de evolución histórica con variaciones territoriales, poblacionales y culturales, que han dado lugar a lo que hoy día es la nación castellana. En cada etapa de este largo caminar de doce siglos, las mujeres y hombres castellanos han enfrentado los retos que los avatares históricos les ha planteado, labrando así la intrahistoria de nuestra nación, no tan conocida como la historia oficial, escrita con frecuencia como mera justificación de los que nos han gobernado, muchas veces en contra de los intereses del pueblo castellano.
Hoy, a principios del siglo XXI, Castilla atraviesa una de sus crisis más agudas; perdida su identidad nacional, se encuentra cuarteada en cinco comunidades autónomas con escaso peso político e identificación popular, expoliada en sus recursos naturales, sin generar una estructura productiva propia y solvente, con mayores cifras de paro y con una emigración neta que progresivamente nos envejece, en determinadas zonas del territorio, y resta capacidad para afrontar un futuro digno. Hoy, cuando la identidad castellana se halla en cuestión, cuando muchas de sus zonas rurales están sometidas a un proceso de retroceso demográfico, los sectores más conscientes de la identidad castellana se organizan con la confianza de construir un futuro colectivo para todo el pueblo castellano.
TIERRA COMUNERA (TC) no acepta el papel económico social y cultural que Castilla desempeña actualmente. El potencial humano, el cultural, el medioambiental, la producción de materias primas de alta calidad, el esfuerzo de nuestras empresas, y lo que es mas importante, la existencia de un poder político al servicio de sus ciudadanas y ciudadanos, deberán permiten al pueblo castellano construir una sociedad mas prospera y desarrollada, que de satisfacción adecuada a las necesidades de nuestro pueblo.
Los castellanistas del nuevo milenio queremos abrirnos paso en esta coyuntura mundial de globalización, en medio de una Europa que se construye como mercado único, como un equilibrio de fuerzas e intereses de los diferentes estados nacionales, ajena muchas veces a la diversidad cultural y a los derechos de los pueblos que
1.- Definición Ideológica
TIERRA COMUNERA se define como MOVIMIENTO SOCIO – POLÍTICO CASTELLANO que bajo la forma jurídica de partido busca la defensa de los derechos y libertades del pueblo castellano, el ejercicio permanente de su capacidad de decisión, la transformación progresista de su sociedad en aras a conseguir ciudadanos y ciudadanas más libres y la conservación de nuestro patrimonio histórico, cultural y medioambiental, como el legado más valioso a transmitir a las generaciones futuras.
TIERRA COMUNERA, desde su compromiso como organización castellana trabaja y trabajará para unir a los castellanos entre sí, así como con el resto de España.
TIERRA COMUNERA, no busca con el desarrollo de su programa conseguir la independencia de Castilla del Estado Español. España es para los castellanos, por circunstancias históricas y sociológicas, una realidad afectiva muy fuerte.
TIERRA COMUNERA se considera heredera de las múltiples experiencias organizativas desarrolladas hasta ahora por nuestro pueblo, dándolas continuidad y recogiendo lo mejor de todas ellas para trazar un camino que incorpore la ilusión de todas las personas y sectores que creen posible y necesaria una Castilla unida, progresista y solidaria.
Para ello, TIERRA COMUNERA asume los siguientes principios ideológicos entendiendo que son condición necesaria para el verdadero desarrollo de las libertades en Castilla:
Castellanista, Castilla es la razón de ser de TIERRA COMUNERA. Estamos orgullosos de ser castellanos, de pertenecer a un pueblo que ha creado un idioma, el castellano, que hablan 350 millones de personas en todo el mundo, que ha aportado a la cultura profundas reflexiones filosóficas y místicas, bellas obras literarias, poéticas, musicales y pictóricas que forman parte de la base de la cultura europea y universal.
Desde TIERRA COMUNERA estamos convencidos que la única posibilidad real que tenemos los castellanos de poder desarrollarnos y alcanzar niveles de vida similares a los del resto de ciudadanos de España y de Europa, reside en nuestra fuerza como pueblo y en nuestra unidad para aglutinar las sinergias de las diferentes partes de nuestro territorio. Castilla unida tiene la suficiente dimensión territorial, estructural y económica para poder convertirse en el pueblo más desarrollado de España y uno de los pueblos más desarrollados de Europa.
TIERRA COMUNERA cree en Castilla y en los castellanos y por ello, su principal objetivo político es obtener para el pueblo castellano las suficientes y necesarias cuotas de autogobierno que garanticen su presente y su futuro dentro de España y de Europa, incluyendo la exigencia de restaurar nuestra unidad territorial, la apuesta sin paliativos por Castilla y los castellanos, el desarrollo económico de nuestra nación que repercuta en una mejora continua de la calidad de vida de nuestros conciudadanos y la defensa, promoción y desarrollo de los intereses económicos, sociales, culturales, patrimoniales y medioambientales, que constituyen nuestra aportación como pueblo al acervo común de
TIERRA COMUNERA entiende que Castilla y el pueblo castellano constituyen una nación, por su historia, por su cultura, por su identidad, por su territorialidad, y por la voluntad democrática de sus ciudadanos.
Esta realidad nacional castellana que representa nuestro partido, reconoce la profunda y estrecha relación que históricamente viene existiendo entre Castilla y España, apostando abiertamente por un futuro en que dicha relación se mantenga y profundice en el marco de una España plural que reconozca al pueblo castellano.
TIERRA COMUNERA adopta el movimiento comunero como simbolo del castellanismo que representa, reconociendo su importancia histórica en el pensamiento y la lucha por las libertades de nuestro pueblo y su influencia en el pensamiento reivindicativo de las libertades sociales de otros muchos pueblos.
Democrático, TIERRA COMUNERA entiende la democracia como el autogobierno directamente ejercido por el pueblo, haciéndole protagonista de las decisiones políticas, económicas y sociales; recuperando así el carácter de escuela de libertad que debe habitar en toda democracia, algo que desde los concejos castellanos ha estado presente en nuestra tradición histórica.
TIERRA COMUNERA manifiesta el respeto a la decisión de la mayoría expresada a través del sufragio universal y el reconocimiento de los derechos legítimos de las minorías así como la no vulneración de los derechos del resto de los pueblos del mundo.
Para TIERRA COMUNERA, hoy no basta con adscribirse a los movimientos sociales más dinámicos y prestigiosos, admitidos en el pensamiento oficial, aunque sea de forma hipócrita (ecologismo, pacifismo, solidaridad, etc
). TIERRA COMUNERA debe además, consolidar una propuesta constructiva propia diferenciada y relevante, que nos ponga en vanguardia; una propuesta propia vertebrada en lo ideológico y articuladora de lo político, establecida en torno a tres planteamientos tan históricos como vigentes, claves de la imagen pública del partido. Estos tres planteamientos pueden así dar respuesta a la lógica cuestión de qué significa hoy ser castellanista:
- Defender
la Soberanía Popular , que reside en el común, y que por tanto no puede ni debe ser alienada como hoy sucede en una clase política con intereses propios ajenos a ese interés común que no se define desde la ya caduca oposición izquierda-derecha, sino desde la oposición poder-sociedad, situándonos del lado de los que desde abajo constituyen el cuerpo social y no desde los que desde arriba detentan el poder y la representación institucional. - Defender la democracia abierta y participativa, desde los barrios, pueblos, instituciones sociales, educativas o cualquier otro colectivo con entidad social efectiva. No se puede alienar la soberanía, ni siquiera por un periodo limitado en el tiempo. Los elegidos para dirigir los asuntos públicos han de serlo desde abajo, a propuesta de los propios ciudadanos, y han de estar constantemente sujetos a revocación y obligados a consultar y debatir los asuntos públicos.
- Y en tercer lugar, defender el común, es defender una sociedad vital y productiva. Defender una sociedad vital y productiva, es defender – contra la especulación y el clientelismo de las subvenciones – la viabilidad de ser y sentirse útil ejerciendo un trabajo que enriquezca y no esclavice, un trabajo en unas condiciones que garanticen el reparto justo del esfuerzo, la racionalidadde las jornadas de trabajo, la formación permanente, el ocio digno y constructivo y
la solidaridad. Una solidaridad que ha de extenderse a las condiciones sociales y medioambientales de otros países, impidiendo así que la explotación del trabajador o de los recursos naturales en amplias regiones del mundo, esté premiada además económicamente. TIERRA COMUNERA aboga por el establecimiento a nivel internacional de un tratado social y ambiental justo exigible para todas las relaciones e intercambios comerciales.
Progresista, TIERRA COMUNERA entiende la política como un compromiso con el ciudadano individual y el logro de unas condiciones de vida más justas e igualitarias para el conjunto de la sociedad. Desde esta perspectiva TIERRA COMUNERA lucha por erradicar todas las formas de explotación económica, las estructuras de opresión política y los mecanismos de dominación cultural, sustituyéndolas por instrumentos que impulsen la creación y la redistribución de la riqueza material, la participación ciudadana y la extensión de los bienes culturales.
Constituye para TIERRA COMUNERA una obligación moral la asunción de las reivindicaciones de los jóvenes, las mujeres, los habitantes del medio rural; de los que han tenido que emigrar desde nuestro país o hacia nuestro país. Del mismo modo TIERRA COMUNERA no olvida la crítica situación por la que atraviesan determinadas comarcas castellanas en las que existen importantes bolsas de miseria y marginación, por lo que entiende de capital importancia para la reestructuración social y económica de Castilla propugnar la puesta en marcha de mecanismos de solidaridad intraterritorial entre sus diversas zonas geográficas.
El pueblo castellano es una comunidad plural y, por lo tanto, TIERRA COMUNERA se compromete a defender los derechos y libertades civiles sin ninguna exclusión o discriminación por causa de nacimiento, raza, religión, sexo, inclinación sexual, o cualquier otra consideración. Para TIERRA COMUNERA es prioritaria la defensa de aquellos colectivos que por razones sociales, económicas o raciales, hayan sufrido o sufran una discriminación real que les impida su plena integración y realización como ciudadanas y ciudadanos de nuestra sociedad.
TIERRA COMUNERA apuesta por desarrollar una política activa por la igualdad del hombre y la mujer, superando la sistemática exclusión que el colectivo femenino ha sufrido y sufre en la actualidad. TIERRA COMUNERA reclama la eliminación de todas aquellas actitudes sexistas que manifiesten discriminación en todos los terrenos: laboral, político, educativo, social, etc. Para TIERRA COMUNERA, la igualdad jurídica ha de hacerse realidad, asumiendo la lucha por la corresponsabilidad en las tareas domésticas, por una educación no sexista, contra la violencia sexual y la violencia y por la autonomía personal.
Solidario, TIERRA COMUNERA considera que la base de un castellanismo político moderno estriba precisamente en la idea de SOLIDARIDAD, entendida en sus más diversos aspectos. Solidaridad con el propio pueblo en el que se integra ese pensamiento político, para reconocer y promover en ella todas las señas de identidad que la compongan y sustenten en modo significativo, sin minusvaloración, negación o rechazo alguno de componentes relevantes que la integren, sino afirmando como riqueza de la misma la pluralidad de cualquier tipo que encuentre en su acervo cultural e histórico, cuyas manifestaciones deben contar con el apoyo de las instituciones públicas.
Solidaridad, también, con el resto de pueblos y en especial con los que forman el Estado Español, con los que el pueblo castellano lleva compartiendo camino común durante siglos. TIERRA COMUNERA apuesta por un nuevo concepto nacional acorde a la realidad de mestizaje y relaciones entre pueblos y culturas que debe caracterizar al siglo XXI y alejada de la idea nacional auto-excluyente y reafirmante de la identidad propia a través de posiciones antisolidarias con el resto de pueblos, que ha venido caracterizando el concepto nacional desde el siglo XIX.
TIERRA COMUNERA considera, además, que el concepto nacional expresado desde esta perspectiva, no es en ningún modo incompatible, sino precisamente el único camino coherente, para acceder al internacionalismo, conjugando de esta forma tanto la defensa de lo propio y específico como su integración en lo genérico y común, pues cualquier otra forma de entender la necesaria relación entre lo nacional y lo mundial cae en el vacío sin suelo o en lo excluyente sin horizonte.
TIERRA COMUNERA se opone al actual marco institucional donde se deciden las actuaciones en materia de solidaridad internacional por considerarlo injusto y generador de desigualdad. La globalización, entendida ésta como una nueva forma de dominio de los países ricos y del poder transnacional sobre aquellos países en vías de desarrollo, se contempla desde TIERRA COMUNERA como una nueva forma de agresión que condena a la pobreza y el subdesarrollo a la mayoría de la humanidad en beneficio de las sociedades más desarrolladas, ahondando la división económica y cultural y comprometiendo la viabilidad de países y sociedades, cuyas posibilidades reales de desarrollo están seriamente dificultadas.
TIERRA COMUNERA no acepta de forma pasiva las desigualdades económicas que los avatares históricos han producido en determinados lugares del mundo, por ello, para TIERRA COMUNERA la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas, comunidades y naciones, no es entendido como principio caritativo sino más bien como mecanismo necesario para la eficaz construcción de la justicia y la paz internacional.
Dentro de este principio de solidaridad internacional, para TIERRA COMUNERA será esencial el establecimiento de relaciones políticas, sociales y culturales con movimientos análogos de otras naciones del Estado, de Europa y del resto del mundo.
Federalista, TIERRA COMUNERA se define como un movimiento político de corte federalista en su más amplio sentido, aquel para el cual son las ciudadanas y ciudadanos y los pueblos los constituyentes esenciales de cualquier estado democrático y han de ser por tanto sus principales protagonistas.
El Federalismo supone el marco político idóneo donde aglutinar voluntades en torno a un objetivo común, reconociendo la diversidad y aceptándola como forma de enriquecimiento mutuo, un modelo que ha de ser aplicado en todas las escalas organizativas de los estados, en especial, aquellos de carácter plurinacional como son el Estado Español y la futura configuración de
El Federalismo es, además, un sistema de gobierno clásico implantado en multitud de países, entre los que se encuentran los mas avanzados del mundo actual y no tiene por que suponer ningún proceso devertrebrador o desestabilizador; sino por el contrario, una profundización en la idea de
Integrador,
TIERRA COMUNERA no renuncia a favorecer la acumulación de fuerzas mediante acuerdos de mínimos con otras formaciones políticas castellanistas existentes o que puedan constituirse en el futuro y cualesquiera otras de carácter internacional, no necesariamente políticas, de cara a poder reforzar el peso del castellanismo en las instituciones y en la sociedad.
La riqueza y pluralidad ideológica, geográfica y sociológica de Castilla impide una intención monopolista o dominadora; no obstante, TIERRA COMUNERA cree que es su responsabilidad histórica el liderar el nuevo movimiento castellanista aspirando a la autoorganización de sectores populares cada vez más amplios, que asuman su propio protagonismo en la plena recuperación del autogobierno en Castilla.
Cívico, TIERRA COMUNERA se define como una organización que defiende los valores cívicos entendidos como el conjunto de aportaciones culturales, filosóficas y político-sociales que propugnan la defensa radical de los derechos individuales y colectivos de todos los ciudadanos.
Sin menos cabo de los derechos colectivos, el proyecto político de TC apunta a una sociedad enla que todos los individuos estén en condiciones de desarrollar sus facultades personales y su creatividad, o donde las necesidades materiales y culturales puedan satisfacerse plenamente.
Así, esta formación castellanista entiende como un derecho individual de todas las personas, la pertenencia a una comunidad nacional, así como la preservación de sus señas de identidad culturales.
TIERRA COMUNERA asume la defensa y promoción de todos y cada uno de los derechos establecidos por
El modelo político de TIERRA COMUNERA es un estado laico donde, desde el más profundo respeto a todas las creencias religiosas y a la libertad personal, los poderes públicos han de garantizar una enseñanza y unos servicios públicos no confesionales. Para TIERRA COMUNERA el poder político no debe promover tratos de favor hacia ninguna confesión religiosa.