Castilla nos une

Castilla nos une

DISCURSO DE JOSE IGNACIO DELGADO PALACIOS ,ALCALDE DE CALERUEGA (BURGOS), EN EL HOMENAJE A LA REINA JUANA DE CASTILLA EN TORDESILLAS. (Julio`2003). José Ignacio Delgado Palacios. (15/07/2003)

Es para mí un honor ser el pregonero de este acto para honrar la memoria de la última Reina de Castilla. Pues trás su encierro y desaparición realmente se acabó la gran transcendencia de lo castellano para dar paso al imperialismo paneuropeo y dejar a nuestra tierra en un segundo plano. Yo como alcalde de Caleruega, villa castellana burgalesa, cuna de Santo Domingo de Guzmán, fui hace años a Bolonia en Italia a visitar su tumba y cuando visitábamos su expléndida catedral una lápida recordaba que en esa catedral fue proclamado emperador Carlos V. Castilla empezó a perder su identidad y su orgullo austero y a la vez emprendedor. Decía yo entonces a los caleroganos que ese gran emperador fue un nefasto hijo tanto para su madre la reina Juana, como para su tierra castellana. Todos sabemos las guerras posteriores de los comuneros, los intentos para frenar la influencia flamenca y de las traiciones que los castellanos de antes y de ahora tenemos que soportar. Doña Juana representará siempre para muchos de nosotros a esa Castilla olvidada y abandonada por sus propios hijos, como siguen haciendo hoy en día muchos castellanos en aras a mejores carreras políticas lejos de su tierra, en aras de mejores negocios y oportunidades, volviendo sólo a su tierra para contar en las fiestas patronales de sus pueblos lo bien que funcionan sus autopistas y los colegios de los niños. Y por supuesto recalacar con insistencia hiriente las malas carreteras que aquí tenemos, lo triste que tiene que vivir en invierno en estos pueblecitos abandonados casi, casi de la mano de Dios. Pero cada vez seremos más, y así lo creo de corazón, los que apostamos decididamente por vivir en nuestros pueblos, por pequeños que sean, el mejor pueblo del mundo debe ser el de cada uno, en cada villa castellana se pueden desarrollar todas las inquietudes culturales y sociales para nuestros hijos, tenemos que apostar por el futúro con tesón y fuerza de voluntad. Descartar ese pesimismo castellano de para qué molestarse sino sirve para nada, nos tenemos que querer mucho más a nosotros mismos, a nuestros pueblos, a nuestra gente, acabar con los caciques que sólo pretenden su enriquecimiento y sus prebendas sin importarle la prosperidad de sus vecinos, tenemos que recuperar el orgullos de sentirnos castellanos y bien nacidos como se decía antiguamente, de repetirnos con convicción que en Castilla nadie es más que nadie, que todos somos soberanos de nuestros pueblos. Decía el poeta que «Doña Juana está muy triste, sabe Dios lo que tendrá», quitemos de una vez la tristeza a nuestra Reina Castellana, intentemos como los comuneros que nos precedieron recuperar nuestra identidad, pero mirando al futuro con ilusión y decisión de cambiar nuestros pueblos, mejorando nuestras infraestructuras y servicios, dando un futuro mejor a nuestros hijos y mayores, pero desde nuestros propios pueblos y ciudades, sin tener que emigrar, al contrario aceptando a los inmigrantes que llegan a nuestros pueblos y a hacer con ellos una nueva sociedad llena de esperanza para todos. Lo que más necesitan todos los pueblos, es que sus propias gentes se ilusionen con su futuro y prosperidad, nos tenemos que sentir cada vez más orgullosos de nuestras tierras y gentes, de nuestros paisajes y costumbres, que cada vez que suene una dulzaina se nos estremezca el corazón de alegría y sentimiento. ¡¡¡VIVA CASTILLA, VIVA LAS CASTELLANAS Y CASTELLANOS DE BUEN CORAZON!!!, que la Reina Juana desde lo alto nos bendiga y nos ampare. Que los castellanos bien nacidos cuando nos llegue la hora de la muerte, nos vayamos con la conciencia tranquila de que hicimos todo lo posible y hasta lo imposible por nuestros pueblos y sus gentes, por devolver nuestra dignaidad, nunca perdidad pero si arrinconada, y como Padilla gritar al aire «LIBERTAD». ¡¡¡VIVA LA REINA JUANA!!! ¡¡¡VIVA CASTILLA!!!

Compartir publicación