Castilla nos une

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El alcalde castellanista de Melgar (Burgos) lamenta que el cuartel de la Guardia Civil prive al pueblo de 12 pisos sociales.

El de Melgar de Fernamental (Burgos) es un ejemplo más de las dificultades que atraviesa la Guardia Civil para mantener su servicio en la periferia de la provincia. El de Briviesca ya anunció que cerraba tardes y noches para mantener las patrullas. Ahora las instalaciones del Instituto Armado en la “capital“ de la comarca de Odra-Pisuerga solo atenderán al ciudadano durante dos horas los martes, jueves y sábados, cuando antes lo hacían esos mismos días, pero ocho horas. La justificación que da la Comandancia es la misma, que hay que detraer efectivos del puesto para que realicen labores de seguridad ciudadana recorriendo la comarca en dotaciones policiales.

Pero lo peor en el caso de Melgar ya no es esta disminución de los horarios de recogida de denuncias, a los que los “habitantes se van acostumbrando”, señala el alcalde del PARTIDO CASTELLANO (PCAS), José Antonio del Olmo. Lo que de verdad preocupa es que en el cuartel ya no viven apenas guardias civiles, las familias de los 5 agentes, como mucho, que allí hay destinados, aunque en la Comandancia no concreta números. O sea, que hay ocho casas al menos desocupadas. No tendría mayor importancia si no fuera porque dichas instalaciones ocupan un bloque de protección oficial -de la agrupación Elvira Moragas- que promovió hace más de una década la Junta de Castilla y León y que vendió a Interior por 500.000 euros para que allí se ubicara la Guardia Civil. El Instituto Armado llevaba años solicitando un emplazamiento mejor tras pasar por la avenida de Palencia y la plaza de El Corro y en 2003, con la presencia del ministro Ángel Acebes, inauguraba el nuevo cuartel.

Claro, ahora que está “prácticamente vacío, con un horario de atención tan reducido”, el alcalde castellanista se queja de que “ni hay guardias civiles viviendo ni pueden entrar a vivir los vecinos que se quedaron sin casa de protección” por la venta del bloque al Estado. Incluso algunos vecinos, con los que habló ese periódico, aseguran que algunos de los pisos que se pusieron a disposición de la Benemérita nunca fueron ocupados.

Vaya por delante que ni el alcalde ni los vecinos con los que conversó DB tienen queja alguna del trabajo que efectúan los guardias civiles destinados en Melgar, que, por otra parte, son escasos. Según cifras de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ahora mismo hay solo cinco, cuando la plantilla debería rondar la docena.  Bueno, y ahora mismo entre “vacaciones y cursos” el cuartel está “bajo mínimos”.

Por supuesto, el Cuerpo no obliga a ningún agente a vivir en los municipios donde están destinados o en las casas cuartel, “pero en el caso de Melgar, cuyas instalaciones fueron concebidas para viviendas sociales, no parece muy de recibo”, afirma Del Olmo. Además, en las poblaciones valoran mucho la simple presencia física de la Guardia Civil como factor de seguridad. Y “ahora mismo si se les necesita para algo están patrullando y tardan en llegar, lógicamente”, agrega. “Nosotros de lo que nos quejamos es de las decisiones que está tomando la Administración respecto a la presencia de la Guardia Civil aquí”, se lamenta.

¿A qué se debe que haya tan pocos agentes destinados? La AUGC lo achaca a que “no salen las vacantes y a que Burgos es un destino poco atractivo”. En los últimos boletines, según explican, se han marchado 5 sargentos y 16 guardias de la provincia y solo vienen uno y cinco respectivamente. Sobre la desocupación de las viviendas, la asociación alude a su plan de reducción de cuarteles, de los 32 actuales a 14, pues entiende que el modelo organizativo está obsoleto. “Si se trata de ganar en patrullas eso se logra cerrando instalaciones y recuperando efectivos para el trabajo en la calle”, comentan.

(Fuente: modificado I. Elices / Diario de Burgos. http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZD3E3C312-FC0F-AE47-260AF9F9CA22340B/20150919/cuartel/melgar/semivacio/privar/pueblo/12/pisos/sociales).

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