Las propuestas de los partidos actuales siguen primando un crecimiento especulativo que se ha demostrando insostenible y destructivo sobre todo de la calidad de vida de los ciudadanos.
El proyecto del Partido CAStellano (PCAS) para Madrid está centrado en buscar soluciones a los problemas de los madrileños, participando en la construcción de una ciudad más moderna y humana.
Defendemos un NUEVO MODELO para Madrid y dentro del paquete de medidas que el Partido CAStellano (PCAS) lleva en su programa electoral para avanzar hacia ese modelo, se encuentra la implantación de medidas encaminadas a racionalizar la gestión de espacios y tiempo.
Uno de los principales problemas de Madrid y que más afectan a la calidad de vida de sus ciudadanos, son los problemas de movilidad y congestión en horas punta. Estos problemas vienen del propio concepto de la existencia de horas punta, cortos intervalos de tiempo donde la mayoría de las personas deben desplazarse, y que son especialmente importantes en el caso del desplazamiento al trabajo.
En este sentido, una de las medidas que desde Ayuntamiento y Comunidad de Madrid se llevarían a cabo es la aplicación de modelos de horarios completamente flexibles en las empresas instaladas en nuestra ciudad, con el fin de descongestionar movimientos en horas punta y avanzar hacia una mayor conciliación de la vida familiar y laboral.
Estos modelos consistirían en ampliar los horarios de entrada y salida de los trabajos con una flexibilidad mínima de 4 horas, de forma que se pudiera entrar al trabajo en el margen de las 7 a 11h y de forma similar en la salida.
Para Amparo García, candidata al ayuntamiento de Madrid, «Este tipo de horario es completamente viable en la mayoría del trabajo que predomina en nuestra ciudad y con las tecnologías que actualmente existen. No es un problema de PODER sino de QUERER cambiar hacía estos modelos de horarios flexibles.»
Las medias de flexibilización de horarios se complementarían con la promoción del teletrabajo en puestos que permitan estos tipos de horarios y de trabajo.
Se implantarían en la administración local y se promovería en el resto de administraciones públicas. Respecto a la empresa privada, se realizaría a través de incentivos fiscales y reducción de impuestos para aquellas que presenten planes de flexibilización y garanticen su aplicación.
Para Javier Benedit, número 2 al ayuntamiento de Madrid, «El beneficio que supone es evidente no solo para las personas, también para la movilidad y sostenibilidad de las grandes ciudades como Madrid. A la descongestión del tráfico y la disminución significativa de los tiempos de desplazamiento hay que añadir beneficios como la reducción de la contaminación o del consumo de combustible»
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