Pese a que dicha propuesta contiene elementos positivos, como pudiera ser la eliminación de los aforados y la imposibilidad de acumulación de cargos públicos en una misma persona, dicha propuesta, no representa más que un cambio cosmético a un estatuto y autonomía alejada de la ciudadanía e inútil desde el punto de vista administrativo.
Plantear estos cambios mínimos en nuestro estatuto, mientras cada vez más voces se plantean una reforma total desde el punto de vista territorial, es el chocolate del loro.
El PP, con su modificación de la Ley Electoral (añadiendo circunscripciones) lo único que busca es garantizarse el poder al reducir la proporcionalidad. Tal como hizo Cospedal. La máxima expresión de usar las autonomías como cortijos del cacique de turno. Es un ataque a la pluralidad y a la democracia directa que persigue potenciar a las formaciones asentadas eliminando las pequeñas formaciones que han jugado y juegan un papel importante en la regeneración democrática. Son propuestas contrarias
Desde el castellanismo transformador que representa el PCAS (PARTIDO CASTELLANO), vamos más allá. Sabemos que actualmente nos encontramos en España en un debate sobre el modelo territorial en donde, mientras algunos territorios piden más autonomía, otros viven ajenos a dicha reivindicación, y en cierta manera se sienten «agredidos» ante tales reivindicaciones.
Nosotros creemos, que el concepto de Castilla puede ayudar a equilibrar dicho debate y a proporcionar una solución a largo plazo al problema territorial de España.
¿Qué necesidad hay de modificar cosméticamente estatutos totalmente ilógicos como el de Madrid, cuando podríamos aprovechar la coyuntura actual para plantear una verdadera reforma federal?
La comunidad de Madrid, es una comunidad completamente artificial y que en una reforma de carácter federal del estado, debería ser eliminada, siendo superada por una unión de las comunidades castellanas que conviviera a la misma altura y mismo techo competencial, con el resto de naciones que conviven dentro de España (Galicia, Pais Valenciano, Aragón, Andalucía, etc).
Por ello, desde el PCAS, pese a ver elementos positivos en dicha reforma, creemos que la situación y el momento histórico en el que vivimos, invita, no a hacer reformas cosméticas de estatutos, sino a una verdadera reforma federal que ponga fin a la tensión territorial, y dé una solución definitiva a la plurinacionalidad en España y el encaje de Castilla en ella.