La formación castellanista PARTIDO CASTELLANO (PCAS) ha denunciado ante la opinión pública y los medios de comunicación la pésima gestión de la calidad del aire de la ciudad por parte de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de la ciudad. Así Burgos forma parte del siniestro club de las 50 ciudades españolas que exceden el nivel legal de contaminación del aire. Las instituciones falsean la realidad del aire contaminado que respiran los burgaleses con una red de control escasa y mal ubicada, que evita los lugares más contaminados, que no cuantifica contaminantes importantes, que no avisa a la población de los episodios más peligrosos y que carece de actuaciones de mejora de la calidad del aire.
Los castellanistas burgaleses han recordado que la mala calidad del aire urbano es responsable de 310.000 muertes cada año en Europa y 16.000 muertes en España según informes elaborados por la Comisión Europea. Estas cifras permiten una estimación de aproximadamente de unas 80 muertes prematuras en la ciudad de Burgos por efecto de la mala calidad del aire y de la ausencia de cualquier tipo de actuación por parte de las administraciones responsables, que ni informan a la población ni reducen las emisiones de contaminantes. Estudios de la Universidad Autónoma de Madrid han demostrado un incremento en el número de niños menores de 10 años fallecidos coincidiendo con los episodios de mayor contaminación urbana, y efectos especialmente nocivos de concentraciones elevadas en partículas PM2,5.
Desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) se denuncia que la red de control de la calidad del aire urbano que gestiona la Junta de Castilla y León en la ciudad de Burgos, es insuficiente ya que cuenta exclusivamente con tres estaciones de control, está mal diseñada ya que sus estaciones de control se ubican en Fuentes Blancas, Lavaderos y Teresa de Cartagena (Fuentecillas), y controla un número de parámetros demasiado reducido (dióxido de azufre en dos de ellas, óxidos de nitrógeno en las tres, PM10 en las tres y PM2,5 y ozono sólo en Fuentes Blancas).
Los castellanistas burgaleses reclaman la instalación de tres nuevas estaciones de control urbano de la calidad del aire: una en la Zona Sur (que ya existió durante muchos años en el Parque de San Agustín y se retiró cuando se acondicionó el Parque y nunca más se repuso), otra en la Plaza del Rey que es el lugar de mayor contaminación atmosférica de la ciudad, al ser la confluencia de las vías de mayor densidad de tráfico (c/ Vitoria y Av. Cantabria) y otra en el centro histórico (existió una junto a la Facultad de Teología y se retiró), ya que es fundamental para controlar la calidad del aire en el entorno de los edificios monumentales potencialmente más vulnerables a la contaminación atmosférica, como es la Catedral.
Los castellanistas reclaman que se incorpore la medición de ozono troposférico y de partículas PM2,5 a todas las estaciones de control y que se incluya la determinación del contenido en benceno, en monóxido de carbono CO, y en metales pesados (plomo, cadmio, arsénico y níquel) en estas estaciones de control.
Además los responsables del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) ponen de relieve que durante 2012, la concentración de partículas en el aire PM10 superó 6 días en Lavaderos el valor límite diario para la protección de la salud humana (cifrado en 50 microgramos por metro cúbico), y en varios días más las otras dos estaciones, siendo de 10 días la superación en 2011. Por su parte la única estación que controla las partículas PM2,5, las más peligrosas para la salud y básicamente generadas por los motores de explosión diesel (Fuentes Blancas) superó en 2012 en ocho ocasiones en 2012 el valor límite diario para la protección de la salud humana, cifrado en 25 microgramos por metro cúbico, y en 10 ocasiones en 2011. Y eso que en 2011 solo estuvieron operativas las Estaciones de Control de Fuentes Blancas y Teresa de Cartagena.
Especialmente preocupante es para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) que el mayor problema de contaminación detectado en nuestra ciudad se deba a los niveles de partículas que son directamente responsables de incrementos de la mortalidad infantil, alergias, asma, problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares.
Los castellanistas consideran urgentes, las actuaciones sobre el tráfico para reducir los niveles de exposición de la población a óxidos de nitrógeno, ozono y benceno, como campañas de movilidad y de uso de la bicicleta, el transporte público y los desplazamientos a pie, favorecer las políticas de información a la población para evitar la realización de esfuerzos, deporte o trabajo al aire libre en los momentos de mayor contaminación, así como la introducción de sistemas de depuración de emisiones de gases industriales en las empresas de mayor emisión de partículas, situadas fundamentalmente en el polígono de Gamonal-Villayuda y Castañares.
Finalmente desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) proponen un Plan Municipal de Reducción de Gases de Efecto Invernadero en nuestra ciudad, para disminuir las emisiones de dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros gases que contribuyen objetivamente al Calentamiento Global y son responsables de los perniciosos efectos del Cambio Climático.
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