Los castellanistas burgaleses han reclamado en la mañana del martes 5 de Enero, una reunión urgente con D. José María Arribas, Subdelegado del Gobierno en Burgos, a quien han hecho entrega de un Informe, para tratar de la elevada siniestralidad de las carreteras burgalesas, y de las medidas a tomar para su reducción.
Este aumento del número de fallecidos del 50% respecto al 2014 en las carreteras burgalesas vuelve un año más a contrastar con las estadísticas a nivel estatal, en que las cifras de muertos en carretera se han reducido, aunque de forma muy ligera, en 2015 respecto al 2014. Como sucede en la última década, Burgos vuelve a romper la tendencia media del resto de España, en la que aumentan los muertos en las carreteras de Burgos o cuando disminuyen lo hacen menos de la media nacional, así en los últimos siete años, las víctimas mortales en España han pasado de 2.180 a 1.128 (con una reducción de casi el 50%) mientras en Burgos han pasado de 40 a 24.
Otra singularidad de la elevada siniestralidad de la red viaria de Burgos frente a lo que ocurre en el conjunto de España, radica en que mientras en el Estado la mayor parte de los fallecidos se producen en carreteras secundarias, en Burgos son las vías de alta capacidad las que acumulan el mayor número de muertos: seis fallecidos en la N-I, cinco en la AP-1, tres en la A-62 y dos en la A-1. Solo tres fallecidos de los 24 que registra la DGT se produjeron en carreteras locales o autonómicas.
La siniestralidad de la red viaria burgalesa tiene su particularidad en ser, a juicio del PARTIDO CASTELLANO (PCAS), una provincia de gran extensión y de gran intensidad de tránsito de vehículos (muchos de ellos pesados) que la atraviesan para alcanzar sus destinos desde sus puntos de origen, originando una sobrecapacidad de densidades de tráfico en algunas vías como la N-I entre Burgos y Miranda de Ebro, con circulaciones medias de más de 10.000 vehículos diarios, de los cuales el 50% son camiones y autobuses.
En Burgos se encuentra el tramo más peligroso de toda la red viaria de Castilla y León durante 2015: el Nudo Landa (punto kilométrico 235,1 de la A-1) donde se registraron cinco accidentes, con 12 heridos y un fallecido. También se ubica en Burgos otro de los peores Puntos Negros de la Red Viaria de Castilla y León: el tramo de la N-629 entre Revilla de Pienza y Cantabria, con cinco accidentes y un índice de riesgo alto. Así mismo la red viaria burgalesa cuenta con un número extenso de tramos de carretera con accidentes muy frecuentes por atropellos de fauna salvaje, especialmente corzos y jabalíes, que en 2015 también se cobraron una víctima mortal.
Desgraciadamente, en opinión de los castellanistas, la siniestralidad de la red viaria burgalesa no es algo episódico de 2015, sino que 2016 ya ha comenzado con dos fallecidos en un accidente en la AP-1 a la altura de Briviesca y dos heridos graves por una colisión frontal en otro accidente entre El Berrón y Balmaseda (Valle de Mena).
Ante esta situación, el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) reclama una reunión urgente y monográfica, del Subdelegado del Gobierno en Burgos, José Mª Arribas, del Delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Mardomingo y del Presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, para tratar de la alta siniestralidad de las carreteras burgalesas, de medidas urgentes para eliminar puntos negros, de activar las infraestructuras paralizadas (AVE a Burgos, Tren Directo Madrid-Burgos, Autovías A-12 y A-11 y la liberalización del peaje de la AP-1) y de modificar los presupuestos de estas administraciones para 2014 incrementando sus partidas para señalización y mantenimiento de la red viaria de Burgos.
Los castellanistas reconocen que la tendencia general a la reducción del número de muertos en accidentes de carretera, está relacionada con el carnet por puntos, la disminución del tráfico por la crisis, el endurecimiento del Código Penal o la mejora del parque automovilístico o la mejor formación vial de los conductores. Sin embargo, para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS), la singularidad del comportamiento de los siniestros en Burgos se debe a la pasividad de las administraciones públicas responsables de la red de carreteras en la provincia de Burgos (Gobierno del Estado, Junta de Castilla y León y Diputación) con sus recortes en las inversiones de obra nueva y de mantenimiento en la red viaria burgalesa, a la no eliminación de puntos negros, al retraso en infraestructuras viarias que pueden mejorar la seguridad y a la disminución de los presupuestos de las administraciones en la mejora de la red vial, que han incrementado el número de víctimas mortales en las carreteras burgalesas.
No solo los castellanistas afirman que las carreteras burgalesas son unas de las más peligrosas de España; también informes independientes comparten la misma percepción. En un informe publicado por la Fundación BBVA, en verano 2012, concluía que Burgos es una las provincias con mayor riesgo de mortalidad en accidentes de tráfico de España, ya que acumula numerosas zonas con tasas de mortalidad elevadas. El Ministerio de Fomento reconoce que el índice de mortalidad de la N-I entre Burgos y Miranda es un 31% más elevado que el del conjunto de las carreteras similares de la red estatal. Otro estudio, el informe EuroRap -en el que participa el Real Automóvil Club de España (RACE), denuncia la peligrosidad de la N-234, entre el límite de la provincia de Soria y Salas de los Infantes, un trayecto donde entre 2010 y 2012 se produjeron un accidente mortal y cinco graves. La N-120, carretera que espera su conversión en Autovía desde hace años, también aparece en este informe, el tramo entre Villafranca Montes de Oca y Zalduendo, en el que en tres años se han producido dos siniestros con fallecidos y seis con heridos de graves. El tercer tramo que entraña más peligro de las carreteras burgalesas es la N-122, entre Castrillo de la Vega y Fuentelisendo, donde recientemente hubo un accidente mortal y tres con heridos graves. Destacan en 2013 cuatro muertes por atropello en el caso urbano de Burgos, y un ligero descenso de fallecidos en la N-1, 2, aunque sigue siendo la vía provincial con más accidentes. También los estudios de la Asociación Española de Carreteras (AEC) y del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), resaltan que las carreteras burgalesas, tanto en la red estatal, autonómica, como provincial, tienen un mal índice de conservación del pavimento, existen importantes puntos negros, como el km 186,5 de la A-1, el km 22 de la AP-1, el km 39,1 de la BU-550, los km 10,3 y 65,4 de la CL-629, km 78,4 de la N-120 y el km 272,9 de la N-122, poseen unas características de sinuosidad, cambios de rasante, umbrías, anchura de arcenes, curvas, intersecciones peligrosas, etc., con riesgos especialmente elevados para el creciente tráfico que soportan.
Entre las medidas urgentes que reclaman desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en esta materia destacan, el incremento de las inversiones del Ministerio de Fomento, previstas en los Presupuestos Generales del Estado para 2016, en la red viaria estatal de la provincia de Burgos, en una cantidad de 90 millones de euros, agilizar la construcción de la autovía de Aguilar de Campoo, la construcción de la autovía de Logroño y la autovía del Duero. Los castellanistas también exigen mejoras en las carreteras de Burgos-Las Merindades y Burgos-Soria, agilizar las mejoras en la N-I y avanzar en liberalización del peaje de la AP-1.
El PCAS-Burgos también reclama un incremento en 50 millones de euros de las partidas de la Junta de Castilla y León para la mejora y mantenimiento de la Red de Carreteras Autonómicas en la provincia de Burgos, y por parte de la Diputación Provincial de Burgos en 25 millones de euros los presupuestos para mantenimiento y mejora de la Red de carreteras Provinciales de Burgos.
Los castellanistas piden además una partida extraordinaria en 2016 (25% Junta Castilla y León, 10% Diputación Provincial y 65% Estado) para eliminar los puntos negros más destacados de la red viaria de la provincia, la mejora de los medios de seguridad pasiva en las carreteras burgalesas, con implantación de guardarraíles de seguridad para motoristas, la mejora de las intersecciones peligrosas de la red viaria burgalesa, aumentando las rotondas y de la señalización en toda la red viaria burgalesa, elevar el número de radares de control de velocidad en las carreteras más transitadas de la red viaria burgalesa, el incremento de las dotaciones destinadas a la señalización horizontal, identificación de arcenes, y señalización de lugares de parada en la red viaria, la aplicación de un Plan que minimice el número de accidentes de tráfico en la provincia de Burgos por atropello de animales salvajes y ganado, especialmente en las Comarcas de Sierra-Pinares y de Las Merindades, el análisis de la red viaria burgalesa para detectar los puntos más afectados por anegaciones de la calzada por agua, acumulación de nieve, o formación de placas de hielo, y realización de actuaciones para su corrección una vez identificados, la elaboración de un Plan de Tráfico específico en las localidades de Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Burgos para disminuir el número de víctimas por atropellos en la red viaria urbana de estas tres poblaciones y finalmente, la redacción de un estudio para garantizar la seguridad de las rondas periurbanas de las Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Burgos.