La Agrupación Provincial en Burgos del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) reclama al alcalde de Burgos, Javier Lacalle, que la elaboración de los Presupuestos Municipales de la capital para 2014, se prioricen las iniciativas tendentes a impulsar la actividad económica y la creación de empleo en la ciudad, se supriman 20 millones de euros en actividades innecesarias y superfluas, que constituyen un auténtico despilfarro, y que este ejercicio se comience a utilizar el procedimiento de los Presupuestos Participativos, a través de la implicación de la ciudadanía y de las asociaciones más representativas de los vecinos a la hora de decidir tanto las necesidad básicas de la ciudad como las líneas de gasto que la ciudadanía considera imprescindibles para 2014.
Los castellanistas presentan una serie de propuestas sobre el Presupuesto del Ayuntamiento para 2014, que se centran fundamentalmente en dinamizar las políticas de empleo y dinamización económica en la ciudad, la mejora del funcionamiento administrativo del consistorio burgalés, mediante su reorganización funcional y de personal, y la aplicación de políticas municipales de austeridad, que recorten los gastos prescindibles y reduzcan la monumental deuda pública que condiciona el futuro económico del Ayuntamiento de Burgos.
Para los castellanistas burgaleses, el Ayuntamiento de Burgos, debe convertir en estos duros momentos de crisis económica, en su prioridad absoluta la lucha contra el desempleo y por reactivar la economía de la ciudad, para lo cual proponen medidas activas como la creación de Viveros de Empresas para jóvenes emprendedores, poner en funcionamiento ya la Oficina de Captación de Inversiones, establecer un Plan de Dinamización del Comercio Tradicional, hacer de Burgos la Capital de la Enseñanza de la Lengua Castellana, potenciar en Turismo a través de la atracción de paquetes de vuelos turísticos a través del Aeropuerto, y agilizar la puesta en el mercado del suelo industrial de Villalonquéjar IV y urgir a la Junta de Castilla y León a cumplir sus compromisos con el Parque Tecnológico de Burgos, hoy completamente paralizado.
También, los castellanistas del PCAS-Burgos consideran que la política de gastos municipales debe dar un giro drástico en la trayectoria habitual, apostando claramente por la Austeridad, y por reducir de forma significativa los gastos superfluos, corrientes y las subvenciones, y convirtiendo la inversión productiva y eficaz en la creación de empleo a largo plazo, en su prioridad absoluta. Así el PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Burgos) propone reducir el gasto corriente en al menos un 20%, eliminando de forma absoluta todos los gastos prescindibles en tiempos de crisis (protocolo, representación, regalos,…), la Revista Plaza Mayor, los costes del gasto telefónico, papelería y folletos, publicidad, propaganda municipal, la Fundación Burgos Proyecta, etc… Igualmente los castellanistas proponen aplicar un Programa de Ahorro Energético en los edificios municipales (Dependencias del Ayuntamiento, Centros Culturales, Centros Cívicos, Instalaciones Deportivas, Centros Escolares, etc…) y la eliminación de las partidas destinadas a personal de confianza, asesores, puestos de libre designación (solo esta partida supone cerca de 2 millones de euros), así como reducir el 25% en los emolumentos percibidos por los 27 concejales y los representantes políticos en los diferentes órganos municipales.
La enorme Deuda Municipal constituye otra de las grandes preocupaciones del PCAS-Burgos. Así, los castellanistas burgaleses, creen que la Deuda Municipal, a la que hay que añadir la deuda de una serie de organismos dependientes del consistorio burgalés como los Consorcios del Bulevar, del Desvío del Ferrocarril, de Villalonquéjar IV o la Empresa de Aguas, es manifiestamente insostenible y amenaza con estrangular la solvencia económica del Ayuntamiento y su futuro para los próximos decenios. Así, a la deuda estrictamente municipal que ronda los 150 millones de euros, más los 12-15 millones de euros que se adeudan a proveedores, hay que añadir la ingente Deuda en Organismos Externalizados, a los que cabe imputar en torno a 180 millones de euros de las Obras del Bulevar (Consorcio del Desvío), 130 millones de euros del sobrecoste del Desvío Ferroviario, 95 millones del Consorcio de la ampliación de Villalonquéjar IV, más 18 millones de euros para la ampliación de la Depuradora de Aguas Residuales. Todo ello totaliza 568 millones de euros, más de 3.000 € por habitante.
Además, desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Burgos), se plantea al alcalde Lacalle, que en sus propuestas presupuestarias para 2014 no recorte el gasto social, medioambiental ni cultural de la ciudad, pues los ejes básicos sobre los que se sostiene un modelo de ciudad vertebrada, sostenible, solidaria y coherente. Así, los castellanistas reclaman a Lacalle que no caiga en la tentación de la privatización de la Empresa Municipal de Aguas (hoy 100% municipal), encareciendo el coste del agua en la ciudad, ni en la privatización del Servicio de Autobuses Urbanos, suprimiendo las líneas más deficitarias que atienden a los barrios periféricos y encareciendo el billete, ni por el drástico recorte de los servicios sociales y culturales que se prestan desde el Ayuntamiento de Burgos.
Finalmente desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Burgos) se reclama al alcalde de Burgos que recapacite sobre su modelo de ciudad, y que ante la desorientación en que se encuentra retire proyectos que originan un fuerte rechazo por parte de la ciudadanía, como son la construcción ahora en el momento más intenso de la crisis del Arena Plaza, o un modelo de bulevar en la calle Vitoria de Gamonal, que ha generado la máxima apatía por parte de la ciudadanía ante la falta de ambición de los proyectos presentados.
Los castellanistas burgaleses creen que en estos tiempos de crisis, es urgente Favorecer la Participación Ciudadana y la Transparencia Municipal con la creación de Consejos Sectoriales en todas las Áreas Municipales, que se reunirían preceptivamente dos veces al año e informarían acerca de las políticas municipales, así como la realización de Consultas directas a la ciudadanía ante los grandes proyectos y decisiones municipales, la Cogestión de instalaciones deportivas, sociales y culturales con colectivos y asociaciones cívicas y entidades sociales, la Elaboración de Presupuestos Participativos, de tal forma que los representantes del tejido asociativo de cada barrio pueda priorizar las inversiones a ejecutar en cada área de la ciudad, según las disponibilidades presupuestarias, y la Creación de Distritos Municipales, para adaptar el Ayuntamiento de Burgos a la Ley de Grandes Ciudades, donde se establecerían oficinas municipales donde los vecinos podrían tramitar todos sus expedientes municipales por el procedimiento de ventanilla única.
Según estiman los castellanistas burgaleses, los presupuestos municipales para 2014 tendrán un montante total en torno a los 225 millones de euros (incluyendo la Sociedad Municipal de Aguas), de los que se destinarán a inversiones aproximadamente solo un 10%. Según el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en un momento de fuerte crisis económica y de profundos recortes sociales, a los cuales el consistorio burgalés no es ajeno, es imprescindible que los vecinos opinen y decidan en que quieren que se empleen los recursos que el Ayuntamiento les demanda mediante impuestos y pago de tasas.
El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) se ha dirigido a más de un centenar de entidades cívicas (Consejos de Barrio, Asociaciones de Vecinos más Representativas y Colectivos de elevada Implicación Ciudadana) al objeto de que exijan al Consistorio burgalés la apertura del proceso de elaboración de los Presupuestos Municipales 2014 por fórmulas que impliquen una apertura a la sociedad burgalesa.
Los castellanistas del PCAS proponen que la práctica de los Presupuestos Participativos se realice en esta primera ocasión, en tres grandes ámbitos: el Presupuesto Ordinario de Gastos y Servicios, de tal forma que la ciudadanía pueda priorizar el porcentaje de gasto que le parece más relevante en las distintas Áreas; el ámbito Territorial, para que se dedique un porcentaje del presupuesto municipal a cada barrio, en función de criterios objetivos, y finalmente las inversiones e infraestructuras, ya que las actuaciones en obras y actuaciones es donde más fácilmente se puede priorizar las opiniones vecinales.
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