El Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC) ha advertido de la nueva presencia del cactus Cylindropuntia Tunicata en la ciudad de Toledo. Cabe recordar que esta especie vegetal procedente de Norteamérica ya supuso un problema medioambiental hace apenas un par de años, debido a su excesiva proliferación en el monte de la Ermita de la Cabeza y orillas del río Tajo cercanas. La agresividad de sus púas, que puede suponer un peligro para los humanos, desplaza a animales como conejos, zorros, gatos, perros, ovejas y cabras, y a los pájaros les dificulta posarse en estos lugares, por lo que acaban abandonando la zona. La solución que se le dio desde las administraciones fue la de la quema controlada de la plaga y el posterior suministro de unos productos que debilitan las plantas. Tras la desaparición de esta planta, en la actualidad se han vuelto a ver nuevos ejemplares que puede reproducirse con gran facilidad, debido a la enorme capacidad colonizadora y una enorme adaptabilidad que tiene. Por ello los castellanistas solicitan tanto a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha como al propio Ayuntamiento de Toledo una rápida actuación conjunta para que las actuaciones realizadas en el año 2003 no fueran en balde.
Asimismo lamentan que no se haya prestado la suficiente atención a este problema y que se diera por solucionado cuando las características de la especie requieren de una vigilancia continuada. Es por ello que creen que no basta con actuar un día y olvidarse del problema sino poner en marcha soluciones que atajen el problema a la larga. “En 2007 el ingeniero toledano Eduardo Sánchez Butragueño remitió un estudio al Ayuntamiento alertando del peligro de este cactus y ponía la clave para su control en la sombra”, señala Pedro Manuel Soriano, responsable del PCAS-TC en la provincia de Toledo. Los castellanistas rescatan como alternativa la propuesta que Butragueño hizo en su día consistente en realizar una plantación de pinos carrascos de un metro a metro y medio de altura. De esta forma se cambiarían las condiciones medioambientales que facilitan su crecimiento y se permitirían además la regeneración natural del ecosistema mediterráneo.
Desde el Partido Castellano-Tierra Comunera también han aprovechado la ocasión para lamentar el estado en el que se encuentran las orillas del río Tajo a su paso por Toledo. La falta de limpieza o el mal estado de los paneles explicativos que se encuentran en la Senda ecológica han sido algunas de las circunstancias que ha puesto de relieve la formación castellanista. “Los políticos de nuestra ciudad gobiernan de espaldas al Tajo y no son consientes del valor que el río y su entorno tienen para nuestra ciudad”, ha manifestado Soriano.