Desde el PARTIDO CASTELLANO DE MADRID (PCASm) queremos hacer un llamamiento a ciudadanos e instituciones acerca de la necesidad de proteger a nuestra música tradicional.
Durante el antiguo régimen existió un evidente intento de eliminar todas la peculiaridades peninsulares en aras de una ficticia unidad cultural lo cual afectó de forma muy grave a nuestra música tradicional.
Tras la llegada de la democracia ha habido un periodo de leve recuperación de las costumbres y tradiciones de los pueblos del estado, realizado, eso sí, de una forma bastante desigual.
Existen escuelas de aprendizaje de instrumentos o de folclore en general de diputaciones o ayuntamientos que funcionan la mayoría de ellas con escasos medios materiales, lo cual se hace especialmente relevante en Madrid y provincia. Apenas existen aulas de aprendizaje habida cuenta de la numerosa población existente y la comunidad autónoma tampoco apoya de forma clara un cambio en esta situación.
En Castilla, dependiendo de la provincia y del ayuntamiento, se da la circunstancia de que en ocasiones un pueblo tiene una mejor escuela con más medios que una ciudad grande. Esto es algo que ocurre en la Comunidad Autónoma de Madrid donde se da en ocasiones la circunstancia de que en determinadas poblaciones limítrofes para aprender un instrumento tradicional de la zona tienes que ir a una pequeña localidad de la provincia vecina, donde hay escuela o esta funciona de una forma “razonable”.
En el PARTIDO CASTELLANO DE MADRID (PCASm) respetamos todas las expresiones culturales vengan de donde vengan, pero teniendo en cuenta que desde el punto de vista histórico y etnográfico Madrid es sin duda parte de Castilla, llama la atención que desde Comunidad y Ayuntamiento se apoyen de forma esplendida expresiones folclóricas de otras partes del Estado y de fuera de él con multitud de escuelas, eventos y festivales, mientras se dejan morir nuestras verdaderas tradiciones.
Por otro lado ahora existe una nueva variable que pone aún más en peligro la precaria situación existente. Estamos hablando de la regulación de los derechos de autor.
Desde el PARTIDO CASTELLANO DE MADRID (PCASm) consideramos que, como norma general, la música tradicional no tiene autor conocido ni tiene dueño, nos pertenece a todos, y por lo tanto debe estar sujeta a un registro especial, donde no tienen cabida los derechos de autor. Aquí se debería tener especial cuidado con la posibilidad de que alguien registre como propio un tema tradicional, atribuyéndose como suyo algo que no le pertenece.
Existen otras composiciones que siendo tradicionales sí están registradas a nombre de su autor, al igual que otras que, elaboradas recientemente y con la base de un ritmo tradicional, se las considera como “folk ficticio”. Además están los arreglos realizados sobre una composición tradicional. En este último caso los derechos de autor deberían reflejarse únicamente para el arreglo sin afectar a la obra musical en sí.
La transición entre el joven intérprete o grupo que empieza tocando en pasacalles o fiestas en muchas ocasiones “por amor al arte” o poco más y los grandes grupos consagrados supone un enorme esfuerzo de tiempo, dinero y sacrificio que medidas como las de la SGAE, con su política de reclamar derechos de autor “por todo lo que suena”, pueden provocar la definitiva desaparición de la música tradicional.
De cualquier manera en este aspecto las entidades afectadas deberían tener en cuenta todas estas peculiaridades y entender que la música tradicional es una expresión artística tan digna de ser protegida como débil. Es absurdo medir por el mismo rasero a la todopoderosa música de los astros del pop con una música como la tradicional donde se han perdido numerosas composiciones musicales y otras subsisten gracias al trabajo de campo realizado por folcloristas e intérpretes que rescatan muchos temas de su muerte cierta oyendo al “último abuelo” del pueblo que conoce la canción.
Por todo ello, desde el PARTIDO CASTELLANO DE MADRID (PCASm) pedimos una política seria de la comunidad autónoma y ayuntamientos respecto de la protección y fomento de la música madrileña y del resto de Castilla, creando escuelas de folclore y potenciando las ya existentes y promocionando el conocimiento de nuestra música y baile tradicional, por ejemplo, a través de la potenciación en los encuentros y festivales existentes o creación de otros nuevos y apoyando a los grupos y solistas madrileños, a veces más conocidos en otras comunidades y en algunos casos con un reconocimiento internacional que contrasta con el ostracismo padecido en su propia tierra.
Igualmente, resulta necesario el fomentar en conservatorios profesionales de música el estudio de instrumentos muy arraigados en nuestra tradición musical y de enorme potencialidad como es el caso de la dulzaina castellana y la flauta o pito castellano.
Por su parte la SGAE y el estado deberían regular los derechos de autor de forma más acorde a las particularidades de la música tradicional, primando su difusión y un crecimiento de calidad por encima del lucro y la apropiación de un legado que es de todos.
http://