JUVENTUDES COMUNERAS CRITICA LA MANIPULACIÓN POLÍTICA DEL CONSEJO DE LA JUVENTUD DE VALLADOLID. (Mayo’2006). .. (21/06/2006)

La asociación juvenil castellanista Juventudes Comuneras considera vergonzosa la supuesta existencia de organizaciones satélite afines a los dos grupos políticos municipales más importantes para controlar la vida democrática del Consejo Local de Juventud de Valladolid (CLJV).

La utilización del Consejo Local como herramienta política para imponer las directrices marcadas por Nuevas Generaciones del Partido Popular o Juventudes Socialistas, está siendo demoledora hasta el punto de apartar al CLJV de sus problemas y objetivos, consiguiendo que las reuniones se asemejen cada vez más a un pleno del ayuntamiento.

Además, Juventudes Comuneras ha venido observando desde hace tiempo la entrada de entidades juveniles con unos objetivos mínimos y difusos y cuya aportación al Consejo Local se limita, exclusivamente, a votar unánimemente a favor de una de las dos partes en las diferentes cuestiones planteadas por el Secretariado.

La última Asamblea Ordinaria del CLJV, celebrada en enero, fue la expresión máxima de este bipartidismo, pues estuvo caracterizada por insultos, acusaciones y demás improperios que hicieron que el propio Presidente del Consejo se ausentara y que una buena parte de asociaciones juveniles desvinculadas de las dos organizaciones políticas mencionadas se sintieran manejadas y desilusionadas con la entidad juvenil más importante de Valladolid. Y la asamblea electoral del pasado sábado fue un paso más en el bipartidismo que azota al Consejo Local de la Juventud.

Juventudes Comuneras califica de “engaño a todas las asociaciones juveniles de Valladolid”, la supuesta buena voluntad de Nuevas Generaciones y Juventudes Socialistas al anunciar que iban a terminar con esta situación de bipartidismo y no hacerlo. La razón no puede ser más evidente que la situación producida en la asamblea electoral del pasado sábado, cuando las dos entidades citadas formaron parte del nuevo secretariado electo y no procedieron a dar de baja a la mayoría de sus “supuestas” organizaciones satélite, como habían prometido.