La crisis, ya acabada según el PP, no tiene reflejo en la eliminación de los recortes que ha padecido y padece el medio rural burgalés, en materia social, educativa y sanitaria, así como las amenazas que se ciernen sobre los pequeños ayuntamientos y las entidades locales menores. Los castellanistas, reclaman una defensa real del Medio Rural, potenciando los recursos endógenos que alberga el campo castellano, frenando la despoblación y el envejecimiento y potenciando la identidad rural y castellana de nuestros pueblos.
Tradicionalmente las políticas de la Diputación Provincial de Burgos han sido muy publicitadas, pero con resultados ineficaces, estériles y equivocadas, lo cual se certifica con la incapacidad de la administración provincial para frenar la despoblación de los pequeños núcleos de Burgos, el principal problema que asola a la provincia burgalesa, Burgos sigue perdiendo año tras año población, especialmente jóvenes. A estas actuaciones desastrosas, en unas ocasiones, e inexistentes en otras, se suma los diferentes recortes que ha acometido el PP desde las diferentes administraciones que gobierna, y que se han cebado con el mundo rural.
El PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Burgos) rechaza la política de “ajustes” que experimenta el Medio Rural Castellano que ha reducido las prestaciones sanitarias, educativas, sociales y de transportes en nuestros pueblos y comarcas. En opinión de los castellanistas, “se debe apostar por un Medio Rural donde se pueda vivir con dignidad, se puedan desarrollar iniciativas de desarrollo sostenible que puedan crear empleos acordes con las necesidades de nuestra sociedad y de nuestro territorio.
El PP, que gobierna la Diputación desde tiempos inmemoriales, no ha conseguido realizar acciones que pongan en valor del patrimonio cultural, natural, medioambiental y etnográfico de nuestras localidades y comarcas, como eje de nuestra identidad, de reconocimiento al legado de nuestros antepasados y de reivindicación de un futuro mejor. “Parece que la Vuelta a Burgos es el único objetivo claro que persigue la Institución Provincial”.
Los castellanistas critican la falta de rumbo de la Diputación Provincial, y de los nuevos corporativos, que semanas después de su constitución, todavía no han explicado cual es su proyecto para la provincia, sus ejes básicos de trabajo y las medidas que pondrán en práctica para atajar los problemas de la provincia, “parecen más interesados en repartirse las dietas y los puestos de libre designación que en trabajar por los habitantes de nuestra extensa provincia”.
La formación política castellanista muestra, especialmente, su preocupación ante los postulados de los nuevos partidos, como Ciudadanos, que aunque lo oculten, pretenden aniquilar los pequeños pueblos, según cita textualmente su web, “fusionaremos y suprimiremos Ayuntamientos cuya población sea inferior a 5.000 habitantes”, lo que dejaría a Burgos con sólo 5 municipios. Los castellanistas apuestan por mantener todos los municipios existentes como institución clave para la gobernabilidad en territorios fuertemente dispersos, como el campo burgalés y por la pervivencia de las Entidades Locales Menores.