La Agrupación Provincial en Burgos del PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Burgos) se felicita por la llegada de agua de calidad a la vecindad del Campo de Muñó.
Con el llenado de los primeros depósitos finaliza un «culebrón» que ha retrasado durante años, al menos 3, la llegada de agua de calidad desde la red de Burgos a los pueblos integrados en la mancomunidad del campo de Muñó, creada a estos efectos.
PCAS-Burgos lamenta que el enfrentamiento político entre el PP, Ayuntamiento de Burgos y el PSOE, que controlaba en su momento la Confederación Hidrográfica del Duero, paralizase un proyecto que debiera haber estado finalizado en el año 2.009.
Según los castellanistas, «el enfrentamiento partidista entre PP y PSOE ha condenado a los residentes de las localidades afectadas a seguir padeciendo la carencia de agua, incluso hay pueblos que se están abasteciendo por camiones cisternas en este mismo verano».
Los castellanistas burgaleses defendieron como única opción racional para garantizar el abastecimiento de agua a las localidades burgalesas de las cuencas bajas del Arlanza y Arlanzón la conexión a la red de distribución de agua potable de la ciudad de Burgos, tal y como se acordó en su momento.
Afortunadamente quedan atrás las mentiras utilizadas por el entonces alcalde Juan Carlos Aparicio y la Concejala de Aguas Dolores Calleja, en las que afirmaban que la Potabilizadora de Burgos no tenía capacidad para ofrecer agua a la Mancomunidad. Los castellanistas siempre afirmamos que la instalación puede tratar hasta 1600 litros/segundo cuando en ese momento sólo trataba 1000 litros/segundo. Decisiones irracionales y desafortunadas como la tomada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que aprobó la construcción de una nueva Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) que se hubiese abastecido de agua bruta del río Arlanzón.
Los castellanistas convocaron en su momento varias movilizaciones, recogieron más de 2.000 firmas a favor del desbloqueo del conflicto, realizaron un notable esfuerzo divulgativo para explicar en las localidades la raíz del conflicto y llevaron el problema al Defensor del Pueblo y al Procurador del Común.
«Con la llegada del agua de la red de Burgos a los Municipios del Campo de Muñó se pone fin a un conflicto orquestado por administraciones de diferente color político (PP y PSOE) dando claro ejemplo de la anteposición de los intereses partidistas a los de la ciudadanía», concluyeron los castellanistas.
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