La Agrupación Provincial en Toledo del PARTIDO CASTELLANO (PCAS), a través de su portavoz y Secretario General Pedro Manuel Soriano, ha pedido al Ayuntamiento de Toledo que convierta a la ciudad «en referente mundial en la enseñanza de la lengua castellana», lo que supondría para la ciudad la creación de cientos de empleos y la generación de hasta 125 millones de euros para la ciudad, haciendo de claro motor de desarrollo sostenible para Toledo.
Para Soriano, «es inadmisible que una ciudad como Toledo, con la proyección mediática, turística y cultural que posee, no tenga ni un solo centro adscrito a la Red de Centros Asociados del Instituto Cervantes -de hecho, no existe un solo centro asociado en toda la Comunidad de Castilla-La Mancha-, lo que supondría una publicidad gratuita y un sello de calidad reconocido a nivel mundial».
El propio Instituto Cervantes cita, entre las ventajas de estar adscrito al Instituto Cervantes, las siguientes:
– Utilizar la denominación que le asigne el Instituto Cervantes en función de la ubicación del centro, así como el logotipo correspondiente: «Centro Acreditado», si está en España.
– Formar parte de la relación de Centros Acreditados y Asociados que hará pública el Instituto Cervantes a través de todo tipo de medios publicitarios.
– Acceder a la red de uso exclusivo creada por el Instituto Cervantes específicamente para la Red de Centros Asociados, a través de la cual se ofrecen orientaciones de carácter técnico en los distintos ámbitos de desarrollo de la actividad académica.
– Recibir el apoyo del Instituto Cervantes en la organización de actividades culturales. El Instituto Cervantes, en función de sus disponibilidades presupuestarias, podrá financiar o cofinanciar determinados actos o eventos.
La atracción de 20.000 estudiantes anuales a la ciudad, que sólo representarían el 8,3% de los 250.000 estudiantes que llegan al año a España para aprender castellano (cifra que va en aumento todos los años), generaría 40 millones de euros y hasta 100 empleos, la mayoría de ellos para titulados universitarios procedentes de la propia Universidad de Castilla-La Mancha, lo que a la vez ayudaría a que los universitarios toledanos no tuvieran que emigrar para buscar trabajo. Por otro lado, convertir la ciudad en referente para la formación de profesores de lengua castellana, a través de Escuelas de Idiomas, la Escuela de Traductores y de la propia Universidad (no olvidemos que en Toledo se supone que se va a impartir la carrera de Traducción e Interpretación), generaría hasta 20 millones de euros y más de 50 empleos. Los beneficios podrían extenderse al resto de la provincia y la Comunidad Autónoma. Así, la declaración de Toledo como Capital de la Lengua Castellana, la potenciación de las rutas turísticas ligadas al castellano, como la ruta de El Lazarillo, la del Viaje a la Alcarria, el Poema del Mio Cid, etc.; la integración de la ciudad de Toledo en la Ruta de la Lengua Castellana y en su Fundación; la creación de residencias para enseñanza del castellano; la edición de libros de texto para el aprendizaje del castellano, que permitiría generar 10 millones de euros al año y decenas de nuevos empleos; la celebración de Congresos (así daríamos un uso cultural y congresual al Palacio de Congresos de Toledo) y seminarios nacionales e internacionales; la influencia que sobre la hostelería y el comercio tendría la llegada de miles de estudiantes y visitantes ligados a la enseñanza del idioma, etc. Particulares que podrían ofrecer sus viviendas para acoger a alumnos extranjeros y fomentar la inmersión lingüística. Todo ello, abanderando la enseñanza de la lengua castellana y tomándola claramente como un signo diferenciador y una clara opción de negocio para Toledo.
Se trata, además, de una actividad económica no contaminante, ni sucia, que requiere modestas inversiones iniciales y que profundiza en un ámbito económico vinculado con la cultura y las nuevas tecnologías que deben ser uno de los motores para la salida de la crisis económica de Toledo y los toledanos.
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