Castilla nos une

Castilla nos une

‘RECOLOCAR ESPAÑA’. (Febrero’2006). Tomás García Yebra. Colpisa – Madrid. (27/02/2006)

Reclamaciones de cinco comunidades

A raíz de la devolución de los documentos del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca a Cataluña se han desatado las reivindicaciones culturales en diversas comunidades autónomas. Castilla y León, Valencia, el País Vasco, Baleares, Aragón y La Rioja han sido las primeras en ponerse a la cola.

La comunidad castellano y leonesa ha abierto varios frentes. El Cabildo Catedralicio abulense reclama la devolución de la ‘Biblia de Ávila’, un códice miniado del siglo XII de enorme valor artístico. La pieza salió de la ciudad de las murallas en 1869 tras hacerse efectiva la desamortización de los bienes artísticos y bibliográficos del Archivo Catedralicio. El valioso libro fue depositado en la Biblioteca Nacional. Desde entonces, los obispos y cabildos abulenses han solicitado la restitución, pero sin ningún éxito.

Junto a la ‘Biblia de Ávila’ fueron incautados unos cuatrocientos pergaminos de la Edad Media, casi un centenar de libros de hacienda, ejecutorias, bulas, registros, privilegios, cartas reales, censos o diezmos. A estos hay que añadir más de doscientos legajos de la época medieval y otros tantos incunables. La mayoría de estas piezas -sumadas se acercan al millar- se encuentran actualmente en el Archivo Histórico Nacional.

Vía judicial

El responsable del Archivo Catedralicio y del Archivo Diocesano de Ávila, Justo García González, no descarta acudir a la vía judicial para que el Archivo Histórico Nacional y la Biblioteca Nacional «devuelvan a Ávila lo que le pertenece». «Llevamos 136 años pidiendo lo que es nuestro y no nos hacen caso. ¿Qué diferencia existe entre nosotros y los catalanes? ¿Hay alguien que me lo pueda explicar?».

En Burgos, el alcalde de la localidad de Tubilla del Agua, Alfonso Padilla, y la formación política Tierra Comunera lideran un movimiento que agrupa a cuarenta municipios de Castilla y León que exigen se les devuelvan centenares de piezas que salieron «de forma irregular» durante los años 50, 60 y 70 del pasado siglo. «Un escultor catalán llamado Francisco Marés se dedicó en esos años de hambre y miseria a recorrer las iglesias y parroquias castellanas para comprar, a bajísimo precio, obras de arte.

«Los curas vendían retablos, crucifijos, vírgenes, sepulcros e incluso puertas y ventanas para arreglar goteras y mantener la parroquia, pues entonces no había una peseta», manifiesta el secretario general de Tierra Comunera, Luis Antonio Marcos.

En almacenes

Estas obras de arte -se estiman en unas quinientas- se encuentran en el Museo Marés de Barcelona. «Alrededor de 250 están expuestas, el resto las tienen guardadas en almacenes», afirma Marcos, quien ha acusado al escultor de haber «sobornado» a los curas y sacristanes de los pueblos. «Se puede considerar como eximente la inexistencia de legislación patrimonial en aquellos años, pero no hay ningún papel, ningún contrato que avale aquellas operaciones. Se hicieron de forma irregular y, en algunos casos, de manera ilícita».

En el Museo Marés se pueden contemplar, entre otras piezas, una Virgen sedente del siglo XII procedente de Puentedura (Burgos), dos Cristos de los siglos XII y del XIII de Zamora, un sepulcro de alabastro del siglo XVI de Alba de Tormes (Salamanca), una ventana románica de la iglesia de San Miguel de Tubilla del Agua (Burgos), una arqueta-relicario del siglo XIV procedente de Palencia y un grupo escultórico de la Piedad del siglo XVI de Torrelobatón (Valladolid).

«La mayoría de las piezas están documentadas y no hubo ninguna irregularidad de tipo moral, judicial o económica en la compraventa de estas obras», afirma por su parte la directora del Museo Marés, Pilar Vélez. «Si alguien no lo cree así, ahí están los juzgados para denunciarlo». Pilar Vélez le envía un «recadito» a Alfonso Padilla, alcalde de Tubilla del Agua: «¿Por qué no cuenta este señor cómo y a quién vendió el Arzobispado de Burgos la torre de la iglesia de su pueblo?».

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