El partido castellanista TIERRA COMUNERA (TC) quiere denunciar ante la opinión pública burgalesa que el bosque de Villafría (Burgos), en su zona al norte de la N-1 ha comenzado a ser talado en la tarde del lunes 19 de Septiembre, continuando en la mañana de hoy martes 20 de septiembre el arrasamiento sistemático de los cerca de 1.800 ejemplares de árboles autóctonos (encinas, quejigos, robles, etc…), en una superficie aproximada de 11 hectáreas, y que componen esta única masa forestal original en el término municipal de Burgos.
Desde esta formación comunera, se resalta que hace casi dos meses y medio, este partido castellanista ya advirtió a la opinión pública, a la Fiscalía del Tribunal Superior de castilla y León, al Ayuntamiento de Burgos y a la Junta de Castilla y León, de que se estaban realizando trabajos con maquinaria pesada, que eliminaron completamente el estrato natural arbustivo y herbáceo, produciéndose además el arrancamiento o rotura de en torno a 300 ejemplares arbóreos, al tiempo que se habían abierto numerosas pistas y caminos en lo que hasta hace poco era un espacio natural virgen y privilegiado, provocando un considerable daño ambiental.
Desgraciadamente a juicio de TIERRA COMUNERA (TC), ni las instancias judiciales han actuado con celeridad declarando una suspensión cautelar de las actuaciones, ni el Ayuntamiento de Burgos ni la Junta de Castilla y León han mostrado el menor interés en proteger este patrimonio ambiental único que es el Monte de Villafría, formado por once hectáreas de encinar, robledal y quejigar autóctono, y que a lo largo de los días de hoy y ayer está desapareciendo de forma inmisericorde, privando a toda la sociedad burgalesa actual y futura, de una reliquia forestal única e insustituible.
TIERRA COMUNERA (TC), recuerda que ya en noviembre de 2002, en una parcela continua a Cerámicas Gala, y propiedad de la empresa Mobart2, se produjo el arrasamiento de más de 100.000 m2 de bosque autóctono, incluyendo cerca de 3000 ejemplares de entre 50 y 300 años de encinas, quejigos y robles, del bosquecillo de Villafría, la tercera parte del último reducto de bosque autóctono del término municipal de Burgos, desapareciendo estos árboles víctimas de las máquinas, y convirtiéndose un valioso ecosistema, en un solar en cuestión de horas, y ocasionando además de la catástrofe forestal, la desaparición de cientos de pequeños mamíferos y reptiles y la eliminación del espacio vital de miles de aves. Y se da la circunstancia de que este espacio natural de Villafría fue objeto de frecuentes polémicas, en torno a su preservación, ante la amenaza de su desaparición para construir naves industriales en su parcela; así en octubre de 2002, el entonces Grupo Municipal de TIERRA COMUNERA (TC) en el Ayto. de Burgos, intentó en última instancia, mediante la presentación en el Pleno Municipal del 7 de noviembre- de una proposición orientada a la preservación integral del bosque autóctono de Villafría, las modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para salvar este emblemático encinar, aunque los concejales castellanistas se quedaron solos apoyando esta propuesta que fue rechazada por los nueve votos de los concejales socialistas, y la abstención del PP, IU y grupo mixto.
La Agrupación Provincial en Burgos del partido castellanista TIERRA COMUNERA (TC), al conocer a primeros de Julio la inminente amenaza de desaparición que se cernía sobre una superficie de más de once hectáreas de encinar, robledal y quejigar autóctono del bosque de Villafría, en el paraje denominado El Montecillo, junto a la N-I, al norte de la misma, frente al aeropuerto de Villafría, y al sur del río Vena, y que cuenta con numerosísimos ejemplares arbóreos centenarios, de enorme singularidad, y que representan la única evidencia boscosa de los ecosistemas autóctonos que caracterizan el espacio físico del entorno del término municipal de Burgos, encargó a la Fundación Oxígeno un estudio ambiental detallado de la zona, que evidenciaba el enorme valor e interés ambiental de esta masa forestal autóctona urbana.
Igualmente, hoy desde TIERRA COMUNERA (TC), y ante la desolación que provoca la impunidad con que las máquinas están arrasando este patrimonio ambiental de todos los burgaleses, se considera extraordinariamente negligente el comportamiento municipal en este tema, puesto que todos los informes ambientales y naturalistas del Ayuntamiento de Burgos especifican el insustituible valor ecológico de este bosque autóctono, incluyéndolo en su catálogo de árboles singulares, en el cinturón verde de la ciudad y muy especialmente la Agenda Local 21 de Burgos, aunque se ha sido incapaz de realizar ninguna actuación tendente a la protección integral de este espacio, ni a la modificación de su calificación como suelo urbanizable industrial. Desgraciadamente, si el Ayuntamiento del bipartito PSOE-IU que presidía Olivares en 2002, fue responsable de un importantísimo atentado ecológico contra el patrimonio natural burgalés; hoy la corporación del PP que preside Aparicio, ha seguido sus pasos consintiendo una nueva e irreversible agresión ambiental contra un bosque centenario que representa los ecosistemas primigenios de la ciudad de Burgos.
TERRA COMUNERA (TC), lamenta que ninguna institución pública o grupo político municipal haya mostrado el menor interés por este espacio natural, y que se hayan despreciado las posibles soluciones para su preservación, como podían haber sido la promoción de iniciativas necesarias en defensa de los únicos vestigios de bosque autóctono restantes en el término de Burgos, para frenar el proceso de desaparición del bosque de encinar, quejigar y robledal autóctono de Villafría, garantizando su existencia, su integridad, su protección y su conocimiento entra la sociedad, y dotándole de alguna figura jurídica de protección ambiental, así como apostando por un centro de interpretación forestal, un plan de ordenación y gestión natural del espacio, y la superación de su actual fragmentación, así como la permuta con los actuales propietarios de estos terrenos por otros con calificación industrial en cualquiera de los polígonos industriales que de desarrollan en la ciudad (Villalonquéjar IV, Monte de la Abadesa, etc…).
TIERRA COMUNERA (TC) continuará con las acciones legales emprendidas en su momento, actuando tanto contra los responsables directos de esta tala, como contra quienes desde las instituciones no han hecho nada por impedirlo.