Ya lo decía Félix Mª Samaniego, «Los montes de parir dieron señales, después que con bramidos espantosos infundieron pavor a los mortales, Estos montes, que al mundo estremecieron, Un ratoncillo fue lo que parieron.», y perfectamente se podría aplicar esta fábula al acuerdo sobre el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha alcanzado ayer entre PSOE y PP de CLM.
Si se nos vendió que la secreta negociación entre los dos partidos centralistas iba a dar como resultado un gran acuerdo, el pacto alcanzado ayer demuestra que los políticos profesionales de esta Comunidad Autónoma no son en absoluto ambiciosos para con el bienestar de su tierra. De la «inmediata» paralización del Trasvase Tajo-Segura que prometió el PSOE hemos pasado a la «gradual» disminución de caudales, con fecha definitiva para dentro de nueve años (¿dónde estarán estos políticos «tan ambiciosos» dentro de más de dos legislaturas?) y, poniendo la venda antes de la herida, con el aviso por parte del PSOE de CLM de que no pueden asegurar que las Cortes Generales aprueben este artículo.
En cuanto a las «ambiciosas» propuestas del PP de CLM, la única que ha transcendido a la opinión pública es que consideran «irrenunciable» la clara referencia a la unidad de España en el Estatuto. «Ambiciosísima» exigencia que sin ninguna duda redundará en un mayor bienestar para los ciudadanos de Castilla-La Mancha. ¿Esto es todo lo que le importa al PP? Nadie en toda Castilla pone en duda la pertenencia de las Comunidades Autónomas castellanas a España, pero sin embargo a nuestros políticos se le olvida una y otra vez la historia, y se les olvida la innegable vinculación de Castilla-La Mancha con la Corona de Castilla y la importancia histórica de Castilla en la configuración, en el arte y en la cultura de la actual Castilla-La Mancha. Cuando todas las CCAA hacen hincapié, con orgullo, en su historia, en CLM volvemos a dejar pasar la oportunidad de reafirmarnos con orgullo en nuestra castellanidad.
Por lo poco que ha transcendido de la negociación secreta entre PP y PSOE, totalmente de espaldas a los ciudadanos, sabemos que el nuevo Estatuto no contiene ni una sola referencia a la colaboración con el resto de Comunidades Autónomas Castellanas, en especial con la C.A de Madrid que es el motor económico de CLM, ni a la comarcalización como forma de acercar los servicios a los ciudadanos y de potenciar la sociedad rural, ni a la descentralización de instituciones para acercar la Administración a los ciudadanos, ni al reconocimiento de una deuda con CLM por la falta histórica de infraestructuras o el expolio continuado del río Tajo, por no hablar de una Agencia Tributaria propia o una policía autonómica (no olvidemos que CLM está «pagando» una parte del gasto de la Guardia Civil en la región y de la reforma de las casas cuartel, sin ser competencia suya). Eso sí, ha quedado claro que PSOE y PP han alcanzado un acuerdo para «repartirse» los distintos cargos en instituciones como la Defensora del Pueblo, el Síndico de Cuentas, el Consejo Consultivo o el Consejo Económico y Social. Eso sí parece ser importante para Castilla-La Mancha, a juicio de nuestros próceres, aunque a su juicio no es necesario que los habitantes de Castilla-La Mancha, por los que tanto se preocupan estos
políticos profesionales, muestren su opinión sobre este nuevo estatuto en un referéndum. Para PSOE y PP los ciudadanos de esta Comunidad seguimos siendo «niños pequeños» que debemos aceptar sus componendas sin derecho a opinar.
Desde TIERRA COMUNERA (TC) volvemos a reclamar una presencia activa de este partido castellanista en la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, ahora en el trámite en ponencia que se abrirá en las Cortes Regionales, y volvemos a reclamar un Estatuto ambicioso para dejara atrás, de una vez por todas, la cola del Estado en la que nos encontramos.