La primera medida real tomada por el nuevo Concejal de Movilidad ha sido continuar por la senda que dejó marcada su antecesor en el cargo. La ampliación en 911 plazas de aparcamientos regulados (una forma eufemística de hablar de las plazas públicas por las que hay que pagar si quieres aparcar el coche), no es más que otra vuelta de tuerca más en el eterno afán recaudatorio del Ayuntamiento toledano.
Cuando todos los barrios y colectivos de la ciudad han protestado reiteradamente por el error tremendo que ha supuesto el II Plan Director de Transporte, con cambios en las líneas que sólo han servido para empeorar un servicio ya de por sí pésimo, la respuesta del nuevo Concejal de Movilidad, Sr. López del Cerro, no es otra que ampliar en 911 plazas (¡un 11%!) el número de plazas de aparcamiento de pago en la ciudad (de golpe se ha pasado de las 7.351 anteriores a las 8.262 actuales).
Nuevamente, y ante el caos circulatorio que continuamente afecta a la ciudad de Toledo, desde TIERRA COMUNERA (TC), volvemos a reclamar un Plan Global de Tráfico en esta ciudad castellana, que pasa irremediablemente por la creación de una Área Metropolitana que incluya a las poblaciones del Alfoz toledano, para lo cual es inevitable la cooperación entre las administraciones local, provincial, regional y estatal, que permita un uso eficiente del transporte público y una reducción progresiva del transporte privado. Así mismo, este Plan Global debe potenciar las infraestructuras necesarias para evitar el paso de vehículos que sólo desean atravesar la ciudad, como son la puesta en marcha a la mayor brevedad de la circunvalación completa de Toledo o la conversión en autovía de la subida de las Nieves, obras que deberían ser costeadas en su totalidad por el Gobierno Central, que parece se ha olvidado de las obras que necesita Toledo para su desarrollo y alguna de cuyas muestras son la «chapuza
solemne» que están realizando en el parcheo de la Autovía A-42, Madrid-Toledo, que lo que necesita es un re-asfaltado completo, o la urgente limpieza que precisan las pocas aguas del Tajo que corren a su paso por nuestra ciudad y que son considerablemente menos que las que circulan hacia Levante por la tubería expoliadora del Trasvase Tajo-Segura.