Para este partido castellanista, llama la atención cómo otras obras de fortísimo impacto ambiental han salido adelante aunque haya habido complicaciones, como ha podido ser el caso del aeropuerto de Ciudad Real, que afecta a zonas declaradas ZEPA, la autovía A3, que con un cambio de trazado y la modificaciones necesarias pudo atravesar las Hoces del Cabriel, el paso de la A6 por el puerto de Piedrafita, con la construcción de innumerables puentes y pasos elevados o el mantenimiento desde hace más de treinta años del Trasvase Tajo-Segura, que ha esquilmado por completo el río Tajo y dejado en la pobreza a amplias comarcas de la cabecera del Tajo. Claro, que estas infraestructuras no suponían una alternativa real a las actuales comunicaciones entre Cataluña y Andalucía a través de la Comunidad Valenciana, que parece puede ser una de las razones que se esconden detrás de esta paralización, ni perjudicaban al Levante (antes al contrario), ni beneficiaban a provincias tan olvidadas como Cuenca y Teruel, que parece no son merecedoras de ser provincias españolas de primer nivel y deben contentarse con seguir siendo de cuarta categoría.
TIERRA COMUNERA (TC) sigue apostando por la construcción de aquellas autovías (libres de peaje, en todo caso) que sean necesarias para mejorar el desarrollo de las distintas comarcas castellanas, especialmente de las más deprimidas, cuidando y preservando el medio ambiente, pero buscando las alternativas necesarias para que las vías sean una realidad al servicio de los ciudadanos.