Tenemos una nueva corporación municipal sentada en los asientos del Salón de Plenos Municipal y es un buen momento para reivindicar un cambio profundo e inmediato en la política cultural que se practica en Burgos, apostando por un modelo cultural más innovador y creativo, más abierto y participativo, más relacionado con los ámbitos sociales y culturales, más eficaz para contribuir al bienestar social y a la promoción económica. Una nueva política cultural que apueste por apoyar a los creadores burgaleses en los diferentes ámbitos culturales, por desarrollar nuevas dotaciones e infraestructuras culturales y por incorporar a Burgos a los grandes circuitos culturales de España y Europa Occidental.
Considero que los creadores burgaleses (pintores, escultores, escritores, artesanos, corales, poetas, músicos, artistas, colectivos de danza, del teatro, del folk, etc…) no se encuentran suficientemente apoyados ni por el Ayuntamiento de Burgos ni por la Junta de Castilla y León, y es necesario incrementar las acciones de apoyo a la creación en el ámbito cultural y artístico, así como favorecer la presencia de los creadores culturales burgaleses en la programación cultural de Burgos, y facilitarles apoyo para su proyección en otros circuitos culturales fuera de nuestra ciudad.
Es preciso una mejora sustancial de la programación cultural en Burgos, desarrollar de forma más intensa su presencia en los barrios y diseñar una oferta variada y plural que recoja los gustos de todos los colectivos sociales de la ciudad. Hay que intensificar las acciones culturales de la oferta educativa municipal, llegando a más escolares y más centros de estudio e involucrando en la misma a todos los centros escolares. Y creo que hay reclamar una mayor cooperación en el ámbito cultural y educativo entre el Ayuntamiento de Burgos y otras instituciones que desarrollan programas en este ámbito como la Universidad de Burgos, la Junta de Castilla y León, las fundaciones de las desaparecidas Cajas de Ahorros y otros organismos institucionales.
Como enamorado de mi tierra y mis gentes que soy, me parece injusto el dramático abandono que vive la cultura tradicional castellana de Burgos, que agrupa a miles de burgaleses, la mayoría de ellos rabiosamente jóvenes, y que suspiran “como yo- por la creación de un centro de cultura tradicional, que apoye a los colectivos que estudian y difunden este ámbito cultural, clave para potenciar las señas de identidad castellanas de la sociedad burgalesa.
Es preciso apoyar a colectivos culturales burgaleses, facilitando el uso de dotaciones y locales municipales, y erradicando la tentación recaudatoria que pretende el equipo de Lacalle de cobrarles, con efectos retroactivos, las cantidades correspondientes al IBI, por locales que son del Ayuntamiento. Es preciso ampliar y dignificar las condiciones de estos locales, especialmente el centro de La Parrala, gestionado por los colectivos del teatro, así como el Espacio Tangente, impulsado por los colectivos relacionados con el arte de vanguardia y más innovador.
Burgos debe apostar por su cultura, y por el respeto y apoyo a su vivo e interesante tejido cultural. Necesitamos centros de creación artística (para colectivos de artes escénicas, artes plásticas y audiovisuales y música), locales de ensayo adecuados para los jóvenes músicos, centros de interpretación para nuestra ciudad y su historia, para el Camino de Santiago (el mejor sitio: el antiguo pueblo de Gamonal), una ampliación de las bibliotecas de barrio, potenciar las instituciones museísticas burgalesas, y crear un museo para los grandes artistas burgaleses; probablemente, el Palacio de Capitanía podía ser una ubicación idónea.
Y unidas de forma muy profunda a nuestra cultura, están nuestras Fiestas, que deben ser revisadas completamente, haciéndolas más creativas, innovadoras, participativas y austeras en el gasto, que sepan compaginar la histórica tradición festiva de la ciudad de Burgos y de sus barrios, con los nuevos recursos que se ofrecen en las nuevas programaciones festivas. Y siempre defendiendo la participación de los colectivos culturales de la ciudad en el diseño de las fiestas y en su programación.