En primer lugar los castellanistas no entienden como un servicio con tanta demanda no es cubierto directamente por la Junta de Castilla y León, sino que se presta mediante concesiones a empresas privadas.
Los datos que maneja el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en Burgos “evidencian un total desprecio por parte del Servicio Público de Sanidad de Castilla y León (SACYL), de la problemática de los pacientes que reclaman este servicio”.
La Junta de Castilla y León no ofrece en Burgos directamente este servicio, sino que lo hace mediante convenios con consultas privadas, lo que al parecer también es definitivo a la hora de derivar pacientes, dependiendo de la asignación presupuestaria. En concreto, la información que maneja la formación castellanista, detalla que cuando los maestros y familiares detectan los problemas de expresión oral de un niño, hasta que éste recibe tratamiento, por parte del SACYL, pasa un periodo que supera los doce meses, con el agravamiento que supone para el paciente. Tres años después de la primera denuncia pública por parte de los comuneros burgaleses, la situación no ha mejorado en nada.
Más de un año después, del comienzo del proceso, los problemas tanto de comunicación, como los psicológicos que pudieran afectar al menor, además de las dificultades asociadas al comenzar el aprendizaje de la lectoescritura, parecen no ser importantes para la Junta. “En comunidades como Madrid, su Servicio Público de Sanidad, cuenta con Logopedas, a cuyos servicios son remitidos directamente desde Pediatría, sin necesidad de malgastar esfuerzos, tiempo y dinero en otros especialistas cuándo no es necesario, con un plazo de espera que ronda las cuatro semanas”.
En conclusión, la Junta sigue sin apoyar a las familias, lejos de los discursos triunfalistas de los políticos de turno, la realidad es otra, una Sanidad Pública con importantes listas de espera, que como es el caso, pueden marcar durante años la infancia de un menor, al no ser capaz de dar una solución inmediata a un problema, que con el tiempo, puede ir en aumento, con las problemáticas psicosociales y educacionales asociadas, para el menor y su familia, e incluso asistenciales y educativos para la propia Junta.
Para algunas de las consultas privadas, que prestan el servicio, tampoco parece suponerlas una prioridad. Por ejemplo, en el Hospital de Recoletas de Burgos, las sesiones se ofrecen cada día en un despacho, consulta o sala diferente, en los que raramente se cumple con los mínimos estándares de una consulta de logopedia, incluso se ha llegado a utilizar para impartir las sesiones el laboratorio de extracciones, con los menores rodeados de tubos, y otros materiales propios de la sala.
La logopedia se ocupa de la prevención, la evaluación y el tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, manifestados a través de patologías y alteraciones en la voz, el habla, el lenguaje (oral, escrito y gestual), tanto en población infantil como adulta.