La formación castellanista solicita al bipartito compuesto por Ciudadanos y PSOE, con el apoyo del resto de partidos representados en el Ayuntamiento, que frenen concesión a una empresa privada, por 40 años, de una instalación municipal en la que acaba de invertir unos 9 millones de euros.
Para los comuneros burgaleses resulta descabellado ceder esta instalación por un periodo tan largo, sería mucho más acertado hacerlo por lustros, que puedan asegurar inversiones, pero nunca privatizar una instalación única en la ciudad.
Por si esto fuera poco los actuales gestores de la empresa, Burgos CF Sociedad Anónima Deportiva, en menos de dos años en Burgos ya han demostrado una alarmante fragilidad económica, con reiterados impagos a exentrenadores y exjugadores, ( que los mismos propietarios han reconocido) además en ese periodo han tenido tiempo para incumplir convenios de colaboración con los tres clubes capitalinos de Tercera División (Bupolsa, Real Burgos y Burgos Promesas), la más dolorosa, por su montante económico, es la contraída con el equipo presidido por Pepe Manzanedo, pues el incumplimiento de los propietarios del Burgos CF SAD han puesto en serio riesgo la viabilidad de la entidad futbolística de fútbol base.
Por otra parte esta dudosa solvencia económica puede acarrear serios problemas al Ayuntamiento en el futuro, ¿qué ocurriría si se derriba la grada de tribuna y la entidad quiebra? La fianza que ha requerido el Ayuntamiento para el acuerdo resulta irrisoria.
De igual manera los castellanistas recuerdan a Daniel de la Rosa que ya está siendo investigado (antes imputado) por un presunto delito de Prevaricación, por la concesión de El Plantío, circunstancia de la que el todavía Alcalde no ha dado ninguna explicación, escudándose, como el mal político que es, en el silencio.
Por último desde el PCAS-TC se recuerda que lo público debe ser utilizado por todos, fijando unos criterios, pero no excluyendo de partida a la mayoría, y que el erario público perderá en el futuro importante ingresos derivados de: publicidad estática, publicidad en videomarcadores o la explotación de los locales comerciales que pueden crearse en los bajos de los graderíos.