Castilla nos une

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El PARTIDO CASTELLANO- TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) reclama un “8 de marzo” reivindicativo, ni un paso atrás ante los que pretenden retroceder en la igualdad

Un nuevo 8 de marzo, que nos recuerda el camino recorrido, pero también todo lo que queda por recorrer.

El PARTIDO CASTELLANO- TIERRA COMUNERA (PCAS-TC), en esta señalada fecha quiere denunciar a aquellas formaciones que prefieren mirar al pasado y no reconocer que las mujeres ocupan, y deben seguir ocupando el lugar que durante milenios se les ha negado a lo largo de la historia.

El PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) considera que a pesar de los avances conseguidos en la sociedad castellana por la igualdad entre hombres y mujeres, todavía hoy existen muchas razones para que el 8 de Marzo se convierta en una fecha de reivindicación y de lucha por la igual de derechos y obligaciones entre ambos sexos. Los castellanistas reclaman la participación efectiva de las mujeres en la sociedad en igualdad de condiciones y con las mismas oportunidades que los hombres, como requisito fundamental no sólo para garantizar nuestra vida en democracia, sino también para avanzar en el desarrollo económico y social que requiere la sociedad castellana y española. Además, en este periodo de profunda crisis, nuestra sociedad necesita todos los talentos y recursos. Las mujeres han demostrado que pueden participar con las mismas capacidades que los hombres en la actividad laboral, social, política, cultural, educativa…

Una de las causas de la despoblación de nuestra tierra es la baja natalidad, por ello las castellanistas reclaman medidas efectivas de apoyo a las mujeres, familias y empresas que permitan que la maternidad no sea un obstáculo en el desarrollo de la vida a nivel, laboral, social o económico, de las mujeres.

Desde el área de Mujer del PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) constatamos que en Castilla los problemas de las mujeres se agravan en las zonas despobladas y en el medio rural en general, las dificultades a las que se enfrentan son mucho mayores, el paro, falta de recursos, la sanidad, la educación, los escasos o inexistentes transportes públicos, la falta de implicación de las administraciones en la aplicación de las ayudas sociales… pero los gobiernos, las administraciones están en otras cosas, olvidando como siempre que lo que sustenta un país son sus gentes. Sus hombres y mujeres. No se puede permitir que en esta realidad que vivimos, las mujeres estén en inferioridad de oportunidades.

Llevamos años exigiendo lo mismo: que cesen los asesinatos, que se igualen los salarios, que se fomente la igualdad y equidad, que se invierta el dinero y los medios, que se lleguen a acuerdos para una conciliación real y efectiva, en definitiva, que se haga algo, que a las mujeres las están matando, violando, menospreciando y se les sigue negando la oportunidad de tener una vida digna, que se reconozca su trabajo, que se reconozca que tienen que renunciar a aspiraciones personales y profesionales para dedicarse a los cuidados, de niños y mayores. Las administraciones no son capaces de reconocer la importancia del  trabajo y la precariedad a la que se enfrentan las mujeres, y esto debe de cambiar ya.

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