FORO DE DEBATE Y REFLEXION SOBRE EL FUTURO DEL CASTELLANISMO, MESA Nº 5, PRIORIDADES IDEOLOGICAS Y OPCIONES ESTRATEGICAS PARA UN NUEVO CASTELLANISMO
PONENCIA REALIZADA POR DAVID DIAZ CRUZ
INTRODUCCIÓN
El pasado mes de mayo de 2003 fueron convocadas elecciones municipales y a las Comunidades Autónomas, a estas acudió Tierra Comunera con la expectativa creada de que se crecería considerablemente en porcentaje de votos, así como de representantes tanto en los diferentes municipios castellanos como en las diferentes diputaciones provinciales y en las diferentes Comunidades autónomas castellanas (Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid).
Los resultados obtenidos conocidos ya por todos, pérdida de todos los representantes municipales en la ciudad de Burgos, el representante en la Diputación Provincial de Burgos y el único Procurador Regional que se tenía en Castilla y León, la obtención de 2 concejales en Aranda de Duero, así como el crecimiento en intención de voto y porcentaje de población en el resto de la provincia burgalesa (con una serie de poblaciones menores en las que se ha obtenido representación municipal), así como el crecimiento en intención de voto en el resto de las provincias castellanas, no ha sido, sin embargo, el resultado esperado, más bien ha sido catalogado desde dentro del seno de nuestra formación política como un fracaso electoral.
En este contexto, y ante la constatación de la pérdida de fuerza entre el electorado de otras opciones de tinte castellanista, nuestra formación decide convocar este foro de debate, un foro que pretende sentar las bases de futuro del castellanismo que Tierra Comunera pretende llevar como bandera.
Esta es pues la oportunidad perfecta para aprender de los errores cometidos en el pasado, y realizar el acto de autocrítica necesario que siente las bases que hagan que nuestro movimiento político vuelva a irrumpir con fuerza en el seno de nuestra sociedad, y sea el referente del castellanismo político en toda CASTILLA.
PRIORIDADES IDEOLÓGICAS
Es conocido por todos los presentes, así como por todos los afiliados de nuestra formación, que existen dudas externas sobre si Tierra Comunera es una formación de tinte político de Izquierdas, o si se trata de una formación Nacionalista excluyente e independentista, como lo es el PNV, y hasta incluso por parte de muchos de nuestros compañeros de partido se piensa que el pertenecer a tierra comunera, ha de suponer un odio exacerbado hacia cualquier tendencia política de derechas o conservadora, especialmente hacia el Partido Popular, todo esto ha generado ante el electorado una situación de perplejidad y de rechazo hacia nuestros auténticos objetivos, la defensa de los intereses de las poblaciones castellanas.
Ninguno de nosotros hoy va a negar que Tierra Comunera es una formación política de tinte progresista, y que, además, está comprometida con el medioambiente, con los más necesitados, y que, además, es una formación solidaria, harto lo hemos demostrado ya en el pasado; pero el ser progresista ¿acaso es impedimento para que existan personas dentro de nuestra formación que siendo de índole conservador no se sientan castellanos? O ¿es que el progresismo es solo exclusivo de los partidos llamados de Izquierdas? , porque no tenemos más que ver lo progresistas que son en ciertos partidos políticos nacionales (léase PSOE e IU) que solo aspiran a cumplir con sus objetivos, haciendo caso omiso del resto de aquellos mortales que piensan de un modo diferente a ellos, y la prueba la hemos tenido en el maltrato que nuestra formación ha recibido tanto por IU como por el PSOE.
Castilla es una tierra con escasa conciencia nacionalista. Lo que algunos denominan un nacionalismo débil. Sin embargo, esto no tiene por que ser óbice para el desarrollo de una opción política propia de esta tierra. Huelga nombrar las enormes raíces históricas en las que se basa una conciencia castellana. Pero estos sólidos elementos históricos (tan sistemáticamente pisoteados, por otra parte) no son suficientes, y nuestro trabajo consiste en construir desde abajo una conciencia castellana y de defensa y progreso de esta tierra.
Tierra Comunera, como máximo y prácticamente único representante político del castellanismo, no puede ser un partido que se cierre puertas a sí mismo y se auto-condene a ser un partido marginal, que no aspire a tener cuotas de poder que le permitan llevar a cabo sus actuaciones. Los votos no son un fin, simplemente un medio para llegar a nuestro objetivo, que tiene que ser el de llevar a cabo las aspiraciones que tenemos para este pueblo. Los votos son un medio, pero un medio necesario, y dar la espalda al votante es dársela a la sociedad castellana y renunciar a tener la cuota de poder sin la cual nos quedaremos sólo en palabras porque no tendremos posibilidad de llevar nada a cabo.
El castellanismo de Tierra Comunera debe ser aglutinador y tener como elemento común el progreso de Castilla, y no dividir el ya de por sí escaso voto castellanista en supuestas tendencias adscritas a las antiguas y falseadas denominaciones de izquierdas-centros-derechas, que siempre han servido de cobertura a las mentiras de los grandes partidos estatales PP, PSOE, e IU, todos ellos, y a partes iguales, tan demostradamente nocivos para los intereses de Castilla. ¿Acaso Tierra Comunera no desea recoger toda la bolsa de votos proveniente de ciudadanos de todas las identificaciones políticas situadas en cualquier punto del espectro político, que desean acabar con la discriminación y abandono de esta tierra y que desean, simplemente, que se defiendan los intereses de Castilla que tan maltratados han sido durante largo tiempo y siguen siéndolo?.
El Castellanismo, desde su delicada posición actual, no se puede permitir el lujo de renunciar a aglutinar el sentir de castellanos de todas las tendencias que desean algo tan simple como que exista un partido Castellano fuerte y con respaldo que tenga fuerza para defender a su tierra: tan sólo eso y nada menos que eso.
Nuestra prioridad ideológica ha de pasar únicamente por el CASTELLANISMO, ese es el camino a seguir, solo de esta manera conseguiremos aglutinar a la masa social castellana.
Por otra parte, no es conveniente tratar de extrapolar el modelo nacionalista independentista a una tierra como Castilla, donde por desgracia, nos guste o no, la palabra nacionalismo sigue sonando mal en la sociedad castellana. No podemos cambiar a la sociedad castellana de la noche a la mañana, hemos de adaptarnos a ella, si queremos contar con su confianza, confianza que necesitamos para tener la posibilidad de desarrollar nuestro trabajo.
Hemos de incidir en nuestro carácter castellano, de defensa de nuestra tierra, defensa que solamente es encarnada y puede ser realizada por nuestro partido. Enfocar así nuestro contacto con la sociedad nos hará entrar en sintonía y canalizar el gran sentimiento de discriminación y abandono que sí se percibe desde la sociedad castellana.
Nuestro énfasis ha de hacerse en exclusividad hacia el progreso de Castilla, en la defensa de los castellanos, de nuestra cultura, de nuestra tierra, sin más matices, tan solo eso y nada más que eso.
Esa es la forma en que debemos vender nuestro nacionalismo, una nacionalismo histórico, cultural, globalizador y no excluyente ni independentista, y que, además ha sido generador de lo que hoy todos conocemos como España, y que no solo ha trascendido a la formación de España, sino que ha llevado sus elementos culturales y sociales a otras sociedades allende los mares, y me estoy refiriendo a nuestros hermanos de sangre hispanoamericanos, olvidarnos de que hemos contribuido a todo eso, es olvidarnos de nuestro pasado histórico, un pasado histórico que la mayoría de la población castellana siente con orgullo.
Debemos aprender de lo que en las urnas nos ha ocurrido, la población castellana no quiere un partido desmemenbrador de su realidad actual, y mucho menos en unos tiempos como los nuestros, en los que formar parte de la Unión Europea se ha convertido en una realidad histórica y con futuro, pedir la independencia de Castilla del Reino de España, es pedir a gritos que la población castellana deje de formar parte de la Unión Europea. Si de verdad nos consideramos progresistas, no podemos pedirle a la población castellana eso, ya que estaríamos comprometiendo seriamente su futuro desarrollo económico y social.
OPCIONES ESTRATEGICAS PARA UN NUEVO CASTELLANISMO
Nuestras opciones estratégicas en defensa de lo castellano, y de nuestra sociedad, pasan por múltiples facetas, todas ellas intrínsecamente unidas al desarrollo económico y social de nuestros conciudadanos.
Pero también han de pasar por una remodelación interna del partido, por sus órganos decisorios, por sus representantes políticos, por las bases que nos apoyan, que no son otros que los afiliados y simpatizantes.
Primeramente han de pasar por los afiliados y simpatizantes, ellos son el futuro de nuestro partido, y ellos han de sentirse importantes dentro de nuestra formación, cada uno de ellos ha de percibir que Tierra Comunera es un partido que permite la participación en la actividad política del partido, que, además, promueve la renovación de ideas desde su célula principal, el afiliado, y eso ha de pasar por que se permita que nuevos afiliados puedan llegar a coger las riendas del partido en los momentos necesarios, que exista debate interno en cuanto a las formas de hacer las cosas, que permita que los diversos afiliados y simpatizantes en todo momento puedan conocer las decisiones que los dirigentes del partido toman, que podamos realizar listas alternativas a las que cada Junta Comunera elabore a la hora de decidir qué personas llevarán las riendas del partido.
Hemos de establecer canales de información activos dentro de nuestro partido, que permitan que nuestros afiliados y simpatizantes conozcan el trabajo que nuestra formación realiza, y que les permita también a la misma vez aportar soluciones e ideas a nuestros problemas y proyectos.
En definitiva, hemos de conseguir que los afiliados se involucren en el proyecto, y hoy más que nunca hay que mandar ese recado a todos nuestros afiliados y simpatizantes, este no puede ser un partido de afiliados de número, necesitamos afiliados activos, vivos, que contribuyan al desarrollo de nuestro partido, sin ellos no somos nada.
Otra de nuestras muchas opciones estratégicas es la de promocionar la cultura castellana, nuestra historia, nuestras diferentes costumbres, todas ellas castellanas, pero a la misma vez diferentes dependiendo del lugar en que se habite, para esto la creación de una Fundación de corte castellanista puede ser un paso de gigante en la promoción de nuestro pensamiento ideológico.
Importante es también que nuestra ideología nacionalista no se vea mezclada con la ideología nacionalista que se desprende del PNV, tomemos el ejemplo de la CHA, una formación nacionalista que no aboga por la separación de Aragón del Estado Español, pero sí que reclama su trato como nacionalidad histórica y que a la misma vez aboga en exclusiva por los intereses de los aragoneses, ese es el buen ejemplo a tomar, un partido nacido de la nada, y que en la actualidad tiene un crecimiento muy importante entre la sociedad aragonesa.
Debemos también criticar, siempre aportando soluciones, todas aquellas decisiones que los partidos estatales (PP,PSOE e IU) tomen, siempre y cuando sean lesivas para los intereses de los castellanos, y a la misma vez aportar nuevas ideas en lo referente a la vida política y económica de nuestra sociedad, elaborando medidas concretas, haciéndolas llegar a los empresarios, a los sindicatos, a las cooperativas agrícolas, incluso si es necesario, presentarlas en los diferentes ayuntamientos en los que no tengamos representación electa, pero sí una agrupación comarcal que defienda los intereses de nuestras poblaciones .
Debemos intentar involucrarnos en la vida de nuestras diferentes asociaciones vecinales, hemos de mantener el pulso con la sociedad, ya que ella es la que nos va a brindar la oportunidad de poder realizar nuestro trabajo.
Para todo eso, se necesita la colaboración y el compromiso de nuestros afiliados, como ya dije antes, hoy más que nunca a este partido lo que realmente le interesa es contar con afiliados y simpatizantes activos.
Levantar Castilla ha de ser un compromiso de todos, y desde luego, el levantar Tierra Comunera, si de verdad se quiere que sea ese partido referencial castellano, ha de hacerse con el esfuerzo conjunto de todos los que formamos parte de ella, ya no podemos seguir viviendo de lo que en el pasado se consiguió, eso no sirve hoy en día para nada.
Debemos recordar también que en el próximo año, para Marzo están previstas unas nuevas elecciones generales y europeas, a ambas hemos de acudir, ya que aunque el daño recibido en las anteriores elecciones municipales y autonómicas ha sido grande, mayor podría ser el no presentar nuestra alternativa política en estas próximas elecciones, puesto que estaríamos dejando un espacio electoral vacío, un espacio que por derecho nos corresponde, y que a nuestros votantes fijos, y futuros también corresponde.
Ante este panorama, debemos enfrentarnos en los próximos 6 meses, por lo que es conveniente comenzar a trabajar ya en las posibles alianzas de cara a las elecciones europeas, y quizá el mejor apoyo con el podamos contar sea la CHA, deberíamos plantearnos el acudir a esas elecciones coaligados con ellos, ya que mantenemos unas excelentes relaciones, amen de que nos quitaríamos de en medio el sambenito de nacionalistas excluyentes que algún que otro partido pudiera intentar colgarnos. Desde luego, lo que no deberíamos hacer es acudir bajo siglas o tendencias nacionalistas parecidas a las del PNV.
Y en cuanto a las elecciones generales, mi recomendación es que empecemos a partir de mañana a elaborar un programa marco, que englobe por un lado la problemática de Castilla y León, así como por otro lado la de Castilla-La mancha, ya que son comunidades autónomas con diferentes problemas, y es en estas donde podemos obtener nuestra mayor base de votantes potenciales.
También deberíamos empezar a plantearnos, la necesidad de establecer una Junta comunera Regional, deberíamos como mínimo establecer una para Castilla y León y otra para Castilla-La Mancha, ya que esos organismos pueden empezar desde hoy mismo a generar políticas adecuadas respecto al entorno autonómico en que se encuentran.
Caso especial aparte es el de la Comunidad de Madrid, ya que se trata de una comunidad autónoma uniprovincial, y quizá desde la Junta comunera provincial de Madrid podrían resolverse los problemas que una Junta Comunera Regional tendría que abordar.