Militantes castellanistas participan en la protesta que se desarrolló el 31 de julio en Miranda de Ebro para reclamar la liberación del peaje de la AP-1 entre Burgos y Miranda de Ebro y para denunciar la peligrosidad y el elevado número de accidentes en el mismo tramo de la N-1.
Cerca de medio centenar de vehículos participaron en esta protesta contra el peaje de la AP-1. La marcha apenas produjo retenciones de tráfico ni en la N-I ni en la autopista y las medidas de control de la Guardia Civil y la Policía Autónoma Vasca fueron desproporcionadas.
La marcha de protesta para reclamar la liberalización del tramo de la AP-1 a su paso por Miranda, en la que participaron ayer casi cincuenta vehículos, no ocasionó importantes trastornos en la circulación precisamente en el fin de semana en el que coincidieron la salida y el retorno de miles de conductores por las vacaciones. Se eligió esta fecha para decir que en Miranda «hay unos ciudadanos que tienen un problema muy importante y es que cada día pasan más de 15.000 vehículos por una de sus calles», explicó Conchi Ortega, portavoz de la Comisión N-I y colectivo convocante.
Los manifestantes no consiguieron pagar en céntimos el peaje de la autopista AP-1 entre Pancorbo y la localidad alavesa de Armiñón, tramo para el que esta plataforma reclama la liberalización, que era uno de los objetivos de esta marcha. Con esta nueva movilización, los miembros de la Comisión N-I pretendieron reclamar por enésima vez al Ministerio de Fomento «que se deja ya de palabras, pase a la acción y libere este tramo, y a Europistas, la concesionaria, que no miren tanto el céntimo y hagan un servicio a la sociedad que es lo que deben hacer para evitar que Miranda no se sienta atascada y colapsada», insistió Ortega.
La movilización comenzó sobre las 11.30 horas y los vehículos, decorados con las cartelas que recogían su ya conocido N-I solución ¡Ya!, recorría las principales calles de Miranda respetando los semáforos y con el claxon encendido para hacerse escuchar. El helicóptero de la Benemérita ya sobrevolaba la manifestación y muchas de sus patrullas se apostaban en distintos puntos a lo largo de todo el itinerario. Seguidamente, la marcha proseguía por la travesía mirandesa de la N-I -las cuatro rotondas en las que ha quedado transformada- y los automovilistas continuarían dirección Pancorbo por este mismo vial. La velocidad lenta a la que viajaba la caravana, a unos 80 kilómetros por hora, no supuso una significativa retención de vehículos porque el mayor volumen de tráfico lo registraba precisamente la AP-1 dirección Madrid.
En Pancorbo, los manifestantes tomaban ya la AP-1. En este punto, los trabajadores de Europistas eran quienes entregaban en mano los tiques de peaje para no prolongar la parada de los vehículos.
Por la AP-1, la protesta seguía también en caravana un poco más discontinua y a una velocidad mayor. Y así llegaban hasta el peaje de la salida de Armiñón, en donde Europistas prácticamente tenía abiertas todas las cabinas. «No nos han cobrado, no ha pagado nadie porque no nos han dejado», explicó la portavoz y quien denunció el excesivo control de la Guardia Civil también durante este recorrido. «Han cogido matrículas, nos han parado para decirnos que no podíamos ir tan despacio por la autopista y no sé si al final habrán puesto alguna denuncia», añadió.
Tras las cabinas de peaje en Armiñón esperaba otro amplio dispositivo de agentes de la Policía Autónoma Vasca, que incluso llegó a pedir la documentación a algunos de los manifestantes. Desde este punto y tras una leve parada en el vial de acceso a la N-I para reagrupar los automóviles, la caravana regresaba a la ciudad de Miranda.
Para septiembre, la Comisión N-I, colectivo ciudadano que surgió hace tres años con el objetivo de conseguir la eliminación del peaje en ese tramo de la autopista, ha programado un nuevo encierro en el Ayuntamiento de Miranda -será la segunda- al que van a invitar a concejales y políticos. «Seguiremos adelante hasta conseguir que este trayecto se convierta en autovía», señaló Ortega y quien reclamó a los responsables del PSOE que «no queremos esperar más, ni que se haga un tercer carril, queremos que se libere ya».
Para esta plataforma, la travesía de la N-I por Miranda es un freno a la expansión de la ciudad, un aislamiento al barrio de Las Matillas y un entorpecimiento a su desarrollo viario.