EL DEPÓSITO DE RECHAZOS: UN PROBLEMA QUE CRECE
Asistí hace unos días a la reunión que promovió en Valverde del Majano la Plataforma contra el Depósito de Rechazos de Martín Miguel. La mayoría de los miembros de la Plataforma eran de Anaya -el pueblo más movilizado contra los efectos del depósito-, del propio Martín Miguel, de Juarros de Río Moros y de Garcillán. Encontré un grupo de personas sumamente preocupadas por unos hechos que han alterado gravemente la vida de sus pueblos desde la puesta en marcha de las instalaciones del citado Depósito de Rechazos Con abundante documentación concretaban estos hechos en :
Acompañaban su exposición con unas cuantas fotografías que ilustraban de forma elocuente e inquietante cada una de los problemas que denunciaban.
Hasta hoy han sido cuidadosos en las formas y en sus iniciativas, si bien es evidente que están planteándose movilizaciones que vayan más allá de las buenas palabras que han intercambiado hasta ahora con los representantes de las administraciones (locales, provinciales, Junta de Castilla y León, subdelegado del gobierno) y los encargados del consorcio que, en teoría, controla el depósito de rechazos.
No han recibido más que buenas palabras, promesas incumplidas y, en la mayoría de los casos, la callada por respuesta. Les había dejado atónitos la respuesta de diciembre de 2004 del Subdelegado del Gobierno en la que decía, más o menos, que él se lavaba las manos porque el Medio Ambiente era
competencia de la Administración Autonómica y no de la Administración Nacional.
Ellos calificaban esta carta de torpeza. En los diccionarios de la Lengua Castellana hay palabras más duras y precisas para calificar esta actuación del representante del Gobierno de España. Para alguien como yo que no está aparentemente afectado seguro de que sí lo estoy o lo estaré, como lo estaremos todos- queda la certeza de que algo no marcha bien y de que alguien está haciendo rematadamente mal las cosas. Quien tiene el poder, la capacidad y la obligación de arreglar algo debe moverse con rapidez y eficacia. Todo lo contrario de lo que han hecho hasta ahora: Es obligación de la Junta y de la Diputación llevar a cabo primero una Investigación, luego una Aclaración Pública de las causas de los males que afectan a las poblaciones limítrofes al Depósito de rechazos para a continuación tomar las Disposiciones necesarias que eviten las consecuencias de lo que está mal hecho. Y después, naturalmente, depurar responsabilidades sanitarias, económicas, medio ambientales, etc. Sobre las responsabilidades políticas, la Plataforma tiene muy claro hacia donde mirar.
El penúltimo paso sería finalmente compensar y satisfacer a los perjudicados y el último tomar las medidas necesarias para que no vuelvan a repetirse casos como ese.
Porque las preguntas que en aquella reunión de Valverde se repitieron son muchísimas, elementales y de calado:
Y aquí hay varias posibilidades (para la Investigación):
Las opiniones de las personas de la Plataforma de Anaya, Martín Miguel, Garcillán, Juarros de Río Moros y Valverde están fundadas en los inconvenientes que han alterado su vida cotidiana desde que el depósito comenzó a funcionar, su temor por su salud y por la de sus hijos, su preocupación por la calidad de vida que les está siendo impunemente arrebatada a sus familias y sus preocupación por sus medios de vida.
Y las preguntas que se hacían estas personas eran las que nos haríamos cualquiera:
Como es habitual nadie admite su responsabilidad y todos dicen que los van a solucionar ya. La Plataforma ha ofrecido alternativas para que los olores puedan eliminarse con estudios alternativos de otras compañías pero sin ningún resultado. La idea de que nadie les hace caso porque son pueblos pequeños se va abriendo paso entre la gente. Pero sus preguntas no dejan de ser lúcidas y van directamente al corazón de las cacareadas políticas autonómicas del PP, del PSOE y del Gobierno Central:
En cualquier caso urge una solución porque muchas personas ven en peligro su propia presencia en la zona y sospechan que su salud y la de su familia así como sus medios de vida están frente a una misteriosa amenaza. Esta amenaza irá creciendo mientras no se aclare y se tomen medidas, incluidas las de apartar a los responsables de las áreas de decisión en que han actuado de forma tan lamentable. La alarma social es creciente en la zona y las autoridades tienen que solucionar urgentemente este problema. Porque con la salud y con los medios de vida de las personas no se juega.