El lider de los comuneros del siglo XXI prepara una estrategia para que retornen los tiempos gloriosos en los que TC disponía de voz en las Cortes y decidía en Burgos. Alianzas con pequeños partidos que no cuentan en las autonómicas y un discurso con otra música, constituyen sus bazas. Si triunfa TC volverá por sus fueros.
Con un ejercito modesto de menos de mil afiliados, y aliados con los cabedillas locales olvidados de los poderosos, el Secretario General de Tierra Comunera ha emprendido la larga marcha hacia las instituciones de Castilla y León. El emergente poder comunero que asustó en 1999 a los políticos de poder constituido, se batió en retirada en 2003. Por el camino perdió a su procurador, Carlos Rad, y a sus concejales en Burgos capital. A la conquista del espacio perdido, Marcos construye un discurso revolucionario: quiere repartir las Consejerías por las nueves provincias y diseña un modelo diferente de Comunidad, sin diputaciones y montado sobre Comarcas fuertes. El objetivo: romper el bipartidismo, un reto a la vera de lo imposible para una formación humilde y exiliada de las Cortes. En todo caso, tal y como asegura el líder comunero, existe vida fuera de Fuensaldaña.
¿Sobrevive aletargada TC tras el batacazo electoral de 2003?
Aletargados no, pero dedicamos un año al debate interno, a interpretar por qué no supimos comunicar lo que ocurrió en Burgos cuando el alcalde socialista Angel Olivares nos traicionó.
¿Qué resortes le quedan a Tierra Comunera para ser escuchada en Castilla y León sin presencia en las Cortes?
Existe vida más allá de Fuensaldaña y Tierra Comunera lo está demostrando. Las Cortes no representan de forma fidedigna a la sociedad de Castilla y León. Más de la mitad de los ciudadanos no son ni populares ni socialistas convencidos y Tierra Comunera puede ofrecer un análisis diferente. PP y PSOE se dedican a plasmar una fotocopia , un fax con lo que les mandan desde Madrid.
¿El más hondo agujero en la gestión de la Junta?
La incapacidad para generar un discurso propio y la indiferencia ante el problema de la despoblación, ante el ocaso del mundo rural, el abandono de los pueblos y el envejecimiento. La única alternativa es un giro copérnico a través de la comarcalización. Las diputaciones son instituciones obsoletas que solo sirven para un caciquismo de nuevo cuño.
¿Y en positivo?
Al gobierno de Herrera le cuesta llegar al 5. En política educativa o sanitaria, en algunos lugares se podría aprobar, pero el resto , no se.
¿Cómo enjuicia la labor de oposición del PSOE?
Me preocupa mucho la leonesitis del PSOE. Esta Comunidad existe por el discurso autonomista del PSOE en los ochenta. Por Demetrio Madrid y otros socialistas que se impusieron frente al provincialismo. Quienes les han sucedido carecen de un proyecto para esta Comunidad. Todavía se preguntan a dónde vamos y eso produce desasosiego a los ciudadanos y al tejido económico y social.
¿Estamos ante la tregua definitiva de ETA?
Yo estoy muy ilusionado con que se pueda conseguir el final de la violencia. Durante mis 43 años de vida siempre ha existido ETA, y en Burgos lo hemos sufrido muy de cerca. Espero que las fuerzas políticas sepan sacar la negociación de la paz adelante. Rodríguez Zapatero cuenta en este sentido con mi voto de confianza. Espero, en todo caso, que tanto Juan Vicente Herrera como Angel Villalba se ocupen de que Castilla y León no sea utilizada como moneda de cambio en una negociación con los terroristas.
Habla de la reivindicación vasca del Condado de Treviño, ¿no?
Claro. El Condado no puede entrar en la discusión que se abrirá en los próximos meses. Y no puede estar ni en una mesa política entre partidos ni en una mesa entre el Gobierno y ETA. Treviño pertenece a Burgos y constituiría un chantaje inaceptable que el PP o PSOE aceptaran introducir en ese debate el Condado. Tierra Comunera no lo consentiría.
¿En que se distingue la voz de Tierra Comunera de la de IU, el PP o el PSOE?
Esos son partidos estatales, sometidos a una estrategia estatal, al menos en Castilla y León, mientras que Tierra Comunera defiende que debemos hablar de nuestros problemas, con un discurso propio. No escuchamos un discurso en España sobre la despoblación, el envejecimiento o la dispersión, que son nuestros problemas, y no lo hay porque nuestros políticos hablan de lo que les interesa a otras autonomías.
¿Sigue planteando, como en 2003, el objetivo de alzarse como tercera fuerza en la Comunidad?
UPL e IU van a bajar en 2007. Nuestro referente es convertirnos en alternativa política al bipartidismo del PP y del PSOE. No consideramos descabellado, sino que entra dentro de lo previsible, que Tierra Comunera se sitúe como tercera fuerza de la Comunidad en representación institucional y en votos.
Se les achaca una cierta indefinición ideológica. Regionalismo sí, pero ¿de izquierdas, de centro o de derecha?
Tierra Comunera representa un nacionalismo progresista. El espacio electoral del regionalismo y del nacionalismo en esta Comunidad es reducido y por tanto estamos obligados a abrirnos a sectores sociales que puedan sentirse cómodos en nuestra compañía.
¿Qué Castilla y León reivindican los comuneros?
Una Comunidad reconocida como nacionalidad histórica, que aproveche este momento para dotarse de un nuevo Estatuto en condiciones de dignidad, para abandonar el furgón de cola de las autonomías, donde la gente joven no tenga que marcharse, donde se pueda invertir, donde los empresarios autóctonos tengan posibilidades de crear riqueza, una sociedad que se vertebre, porque es la única que todavía se replantea qué territorios la constituyen .
Pero en Tierra Comunera cuestionaron también ese mapa es sus orígenes
Siempre hemos apoyado el diseño territorial de esta Comunidad, pero defendemos una relación especial de colaboración con Madrid o Castilla-La Mancha, algo como el Consejo de las Comunidades Castellanas que quedó en agua de borrajas. Algunos partidos promueven ahora debates segregacionistas o provincialistas que resultan contraproducentes.
¿Buscaran alianzas en otras provincias con otras formaciones?
Estamos en un proceso de diálogo, generoso y flexible, con otras candidaturas locales, comarcales y provinciales. Puede haber un marco que encuadre su visión de lo local con un proyecto regional como el de Tierra Comunera. Nos hemos concedido un plazo hasta fianles de verano para completar ese proceso de diálogo y creo que bastantes candidaturas pueden acabar colaborando con Tierra Comunera.
¿Algún acuerdo cerrado?
A estas alturas, ninguno.
¿Y con que partidos negocian?
Con Unión del Pueblo Zamorano, con Ides en Soria, con Unidad Regionalista de Castilla y León, con Agrupación Soriana Independiente, con Candidatura Independiente en Valladolid.
Tierra Comunera se ha convertido en adalid del Patrimonio regional y acudió a Barcelona, hace un año, en mayo de 2005, para reclamar la devolución del arte exiliado, ¿Se trata de encontrar un hueco porque ni PSOE ni PP reivindican ese retorno con fuerza suficiente?
PP y PSOE no reivindican con fuerza suficiente nada. El patrimonio natural y cultural son dos señas clave de identidad de Castilla y León. Denunciamos la pasividad con la que los dos grandes partidos afrontan la situación del patrimonio o el proyecto de recuperar patrimonio ubicado fuera de la Comunidad. Si conseguimos que parte de este arte regrese, fomentará la moral de victoria y optimismo que tanta falta hacen.
¿Cómo reacciona Tierra Comunera ante la salida de los papeles del Archivo y la previsión de nuevos envíos de documentos a la Generalitat?
¿Ha pensado usted por qué se devuelven esos papeles cuando la Generalitat no nos devuelve cientos de piezas de arte que salieron de pequeños pueblos de Castilla y León de forma irregular? Tenemos el ejemplo del museo Marés de Barcelona, donde la obra se encuentra descontextualizada sin ninguna labor docente ni museística: un verdadero almacén de botines de guerra, del expolio y saqueo de los pequeños pueblos de Castilla en los años cincuenta y sesenta, que carece totalmente de sentido allí.
¿Qué reivindica Tierra Comunera, aparte de patrimonio?
Infraestructuras. Creemos que existe un déficit enorme del Estado y de la Junta. Nuestra economía no puede competir en condiciones de igualdad. Hay que exigir que no se dilaten los plazos. Y la financiación autonómica: exigimos que se apliquen criterios de reparto que no sean solo el PIB o la población, que resultan lesivos para Castilla y León, sin tener en cuenta la despoblación, la dispersión, el envejecimiento, o el coste del mantenimiento del patrimonio y de la naturaleza.
¿Burgos ha perdido definitivamente la batalla de Castrovido?
La presa prevista me parece insuficiente. Constituye un ejemplo del castigo del Gobierno Central a Castilla Y León, atrasando, atascando y olvidando proyectos. El PSOE golpea al PP de Castilla y León dándoles en el trasero a los ciudadanos de la Comunidad. Es un error y tendrá su efecto electoral.
De cara a la reforma, ¿un estatuto como el catalán o como el valenciano?
Tenemos que diseñar un modelo propio. El de 1983 no ha servido para cambiar la vida de los ciudadanos. En Tierra Comunera pensamos que la reforma debe situar a nuestro Estatuto al mismo nivel en competencias, peso político y poder económico que cualquier otra autonomía del Estado Español.
¿Qué incluiría Tierra Comunera, si pudiera, en la Reforma del Estatuto de Castilla y León?
En el borrador que vamos a presentar para un debate social y político hay planteamientos rupturistas, como la comarcalización o el máximo autogobierno. Somos partidarios de una distribución territorial de las instituciones para vertebrar la Comunidad. Entendemos que la ubicación de todas las consejerías en Valladolid no es algo acorde con lo que necesita Castilla y León. Descentralizar esos departamentos sería muy oportuno. Y a la vez subsanar un déficit democrático: el nuevo estatuto debe ser respaldado en referéndum por los castellanos y leoneses. No nos vale que los procuradores en Fuensaldaña lo aprueben. ¿Por qué en Andalucía, País Vasco o Cataluña se consulta a los ciudadanos y aquí no? ¿No somos mayores de edad para decir sí o no? Esa es la prueba de fuego, que no le robemos esa decisión a los ciudadanos, como pasó hace 25 años.