Después de dotar de carácter bienal a Oviespaña, la feria de ovino que empezó a celebrarse en la capital ribereña en 2004, este certamen expositivo parece que vislumbra más novedades en su futuro. De hecho, los responsables de la Concejalía de Promoción Industrial, Empleo y Turismo del Ayuntamiento de Aranda de Duero, negocian con la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino de Raza Churra (Anche) la fusión de la Feria Arandina con el Encuentro nacional de profesionales de la Raza Churra (Enproch), que anualmente celebran éstos en Palencia y convertirlo en un único evento de carácter nacional.
La organización de ambas convocatorias supone una importante inversión económica para sus promotores. A modo de ejemplo, constatar que solo en 2005, cuando se celebró la última edición de Oviespaña, las arcas municipales tuvieron que desembolsar 100.000 de los 160.000 euros que tenía de presupuesto el evento.
Un importante esfuerzo económico que, en ninguno de los dos encuentros, se ve compensado por el interés que genera. Por ello, señaló el castellanista Sebastián de la Serna, responsable de Promoción industrial, la solución podría estar en dotar de periodicidad bienal a ambos certámenes e ir alternándolos, aglutinando todos los esfuerzos cada año en una sola convocatoria. Potenciamos la de Palencia un año y la de Aranda al año siguiente.
Dentro de la programación conjunta ocuparía un lugar privilegiado la ganadería de oveja churra, que encontraría en esta feria un magnífico escaparate para demandar las bondades de su producción. La oveja churra, como no la cuidemos como al oso pardo en Asturias, desaparece. Al lechazo hay que darle la validez que tiene y dejar constancia en el coste que es una carne única.
Desde el consistorio arandino se cree que, en ningún caso, esta variedad debiera ocupar monográficamente el certamen, sino que podría abrirse a otras especies y familias, como las cabras. Una decisión que marca las diferencias con Anche y que el ayuntamiento justifica con el halagüeño futuro que se le puede augurar al desarrollo de esta cabaña ya que cuando termine la PAC, van a quedar muchísimos páramos sin uso y la mejor posibilidad es dejarlo como pasto, con costes mínimos y destinarlos a rebaños.
La idea, de momento, ya se ha planteado al director general de Producción Agropecuaria, Baudilio Fernández Mardomingo, que se ha comprometido a propiciar un encuentro entre ambas partes para intentar limar asperezas y llevar a buen término la iniciativa.