Artículo de Opinión de Luis Marcos, secretario de Organización del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) publicado el pasado mes de Agosto de 2013 en la revista «El Campanario» que publica la Asociación Cultural «Peñas Santanas» de la localidad de Rabanera del Pinar (Burgos).
Las dramáticas cifras del paro nos dicen que en España ya superamos los seis millones de desempleados, que nuestros jóvenes titulados se marchan por decenas de miles a buscar trabajo en Alemania y otros países, y que agotado el modelo económico basado en la burbuja especulativa de la construcción y del turismo barato de sol y playa, nuestro país debe buscar otras alternativas productivas.
Si nos fijamos en el entorno más próximo, en nuestra querida localidad de Rabanera del Pinar, los datos nos dicen que la despoblación y el envejecimiento que amenaza a toda la Castilla rural, también se ceba en nuestro pueblo. Si a finales del siglo XIX, Rabanera llegó a contar casi con 700 habitantes, en 1910, sus pobladores de derecho eran 551, en 1940 se cifraban en 400 y en 1970 caían a 309. Ya en el siglo XXI, los rabanerienses de derecho eran 142 en 2006, reduciéndose a solo 117 en 2012. Desde el punto de vista de la edad, somos uno de los municipios más envejecidos de la provincia de Burgos, con un 60% de mayores de 65 años; siendo especialmente sorprendente que el tramo de edad más numeroso en Rabanera del Pinar sea el de los mayores de 84 años. Finalmente, si nos referimos al ámbito económico, nuestra localidad es la penúltima (tras el diminuto pueblo de Jaramillo Quemado) por su tasa de actividad entre los 371 municipios de la provincia de Burgos; así, con datos de 2011, solo el 21,4% de sus habitantes eran población activa.
Aunque lo dramático de estas cifras parecen dejar poco espacio para la esperanza, la localidad de Rabanera del Pinar, y su entorno comarcal, cuentan un enorme potencial que, inteligentemente aprovechado, puede generar oportunidades de creación de empleo y de actividad económica, lo que a la larga es la única manera de garantizar un futuro digno para nuestro pueblo. ¿Cuáles son los nichos de empleo y riqueza de Rabanera?. Probablemente nuestro pueblo tiene su mejor posicionamiento en una gestión moderna, eficiente y sostenible de sus riquezas tradicionales, las mismas que durante mil años permitieron ganarse la vida a nuestros antepasados serranos.
La ganadería extensiva ha sido una actividad fundamental de los rabanerienses durante siglos, algo lógico en un municipio en el que los generosos pastos ocupan casi la mitad del término municipal, y hoy continúa siendo fuente de riqueza de una extensa cabaña bovina que además de generar carnes de vacuno de calidad, permite el mantenimiento de varias familias locales. Las explotaciones ganaderas, respetuosas con el medio ambiente, que compensen adecuadamente la ocupación del territorio y de los pastos públicos y particulares, seguirán siendo probablemente una alternativa económica fundamental para nuestro pueblo. Por otra parte, en una localidad como Rabanera, situada en un entorno natural y paisajístico privilegiado, bien ubicada para servir de punto de partida para conocer las comarcas vecinas de Pinares, Arlanza y la Ribera del Duero, el turismo rural, sea como actividad principal o complementaria, es y será una opción clara, como evidencian las cinco casas rurales que existen en nuestra localidad. Sobre todo si se promocionan numerosos recursos que esconde nuestro término municipal, actualmente poco difundidos, como los yacimientos paleobotánicos, los reductos del Mirto de Turbera, el turismo ornitológico, la micología, las construcciones etnográficas, etc…
Obviamente, la explotación de todos los recursos vinculados al sector forestal (resina, madera, biomasa, recursos cinegéticos…) ha sido, es y será fuente de riqueza, algo natural en una localidad cuyo término alberga casi un millón de árboles, fundamentalmente pinos y robles, pero además puede ser fuente de empleo como demuestran las decenas de puestos de trabajo que la extracción de resinas naturales, la fabricación de pellets, la fijación forestal de dióxido de carbono, la gestión sostenible de la caza, la producción de madera de calidad certificada o la gestión sostenible del medio ambiente, están generando en localidades similares a la nuestra. Y acabando con las actividades tradicionales, es evidente que Rabanera puede ser un lugar ideal para fijar su residencia profesionales de muchos oficios, ya sea relacionados con la construcción, el mantenimiento en edificaciones, los talleres, las obras, la atención a los dependientes y mayores, etc… en el entorno comarcal, como siempre ha ocurrido, o vinculados con profesiones que pueden ejercer actualmente su labor en gran parte a distancia (arquitectos, diseñadores, informáticos, periodistas, artistas, profesores, ingenieros, artesanos, economistas, distribuidores, escritores, etc…), siempre y cuando puedan contar de forma garantizada con una conexión a internet segura, potente y de calidad, algo que hoy por hoy no ocurre.
Pero además de las actividades económicas tradicionales, debidamente actualizadas a los tiempos contemporáneos, la modernidad nos trae mil y una ideas innovadoras. Paso a relacionaros, de manera telegráfica, las identificadas por SODEBUR (la Sociedad Pública para el Desarrollo de la Provincia de Burgos), que en su Cuaderno Territorial para la Sierra de la Demanda detecta las siguientes oportunidades de negocio en nuestra comarca. En el sector primario, el cultivo y venta de hongos comestibles, la huerta ecológica y el cultivo de frutos rojos. En el sector secundario, la fabricación de cerveza artesanal, la construcción de casas de madera, las granjas de producción de huevos ecológicos. En el sector terciario, destaca la asistencia a domicilio, el comercio de proximidad, la embotelladora de vinos, la gestión de servicios múltiples, la secretaría virtual y el turismo activo.
También la Sociedad Pública SODEBUR relaciona en sus estudios otras alternativas de desarrollo rurales para el conjunto de la provincia de Burgos que, aunque no están específicamente pensadas para nuestra comarca, tienen una viabilidad potencial en la Sierra y Pinares. Algunas pueden parecer a primera vista algo exóticas, pero seguro que otras son manifiestamente viables. Entre las oportunidades en el sector primario está la cría de cabras alpacas, el cultivo del amaranto o la cría de caracoles. En el sector secundario, se cita el alquiler de casas en los árboles, la fabricación de carbón vegetal, los cultivos hidropónicos, la fabricación de aguardientes, la deshidratación de hortalizas, la fabricación de pellets, la generación de humus de lombriz, los invernaderos de flor, la producción de leche de avena, la producción de leche de yegua, el compostaje de materiales orgánicos fermentables, la industria de la madera estructural o las plantas envasadoras de productos hortícolas. Finalmente, en el sector terciario o de servicios se plantean muchas alternativas, como las academias escolares, la asistencia a domicilio, el buscador de empresas de reparación y de talleres, los campamentos para la tercera edad, la comercialización de productos locales, el comercio de proximidad, la consultoría de empresas, la contabilidad on-line, la edición de libros on-line, la gestión de servicios múltiples, la lavandería industrial con alquiler de ropa, la piscifactoría la repostería monacal on-line, la residencia de ancianos el ocio activo y gimnasia para mayores, el servicio de peluquería a domicilio, el taller a domicilio, la tintorería, la venta de figuras de madera, la venta de productos on-line o las ventas rústicas.
Quién lo desee, puede obtener información más detallada de estos proyectos de desarrollo económico rural, con la descripción de cada negocio, la justificación de su potencial, las inversiones iniciales estimadas, el perfil de los emprendedores, las dificultades esperadas en esta actividad y las claves del proyecto, así como la normativa legal de aplicación. También puede consultarse el Plan Estratégico Burgos Rural 2010-15. Echad un vistazo en los siguientes portales de internet:
www.sodebur.es
www.asopiva.com
www.sierradelademanda.com
www.emprenderural.es
www.empresas.jcyl.es
www.emprenderparaconservar.es
Después de este repaso del potencial económico de nuestro pueblo, debo decir que aunque la realidad de Rabanera del Pinar no invita al optimismo, otras comunidades similares a la nuestra, que han optado decididamente por promover políticas activas de dinamización económica, de creación de empleo, de atracción de nuevos pobladores, de incremento del número de empadronados, de cooperación económica con los municipios de su entorno, de puesta en valor de sus recursos tradicionales, etc… han conseguido superar las tendencias decrecientes y depresivas y ofrecer un futuro de esperanza e ilusión a sus localidades. Pero ello debe ser una prioridad, algo que desgraciadamente todavía no se percibe en Rabanera.
Nuestro pueblo posee recursos que, gestionados de manera propia o cedidos total o parcialmente, como los locales del propio Ayuntamiento, las Escuelas, el Toril o la Casa del Secretario, podrían utilizarse para crear actividad económica, empleo o atraer a nuevas familias a Rabanera, en lugar de decaer lánguidamente. Las corporaciones municipales no se han caracterizado en Rabanera por incentivar estas oportunidades, así, si tenemos en cuenta el gasto municipal en los últimos catorce años (periodo 2000-2013) los presupuestos municipales habrán totalizado un gasto aproximado en torno a los 3.000.000 de euros (¡500 millones de las antiguas pesetas!). ¿No podrían haberse dedicado algunos de estos enormes recursos a fijar población, atraer actividades económicas o promover creación de empleo?.
Pero además de los recursos materiales, Rabanera cuenta con un potencial inmaterial incalculable, que es la capacidad y laboriosidad de sus gentes, la mayor parte de los cuales ya no viven en Rabanera la mayor parte del año, sino que residen en otras capitales españolas y un número significativo de ellos en el extranjero. Estos cientos de rabanerienses son gentes de éxito, reconocidas profesionalmente, con formación académica notable, emprendedores afortunados, trabajadores infatigables, que han triunfado a cientos o miles de kilómetros de nuestro identitario Campanario. Ahí tenemos nuestro mejor recurso, hoy por hoy manifiestamente desaprovechado.
Tenemos que elegir si queremos que nuestro pueblo sea un corralito menguante, acotado para un número cada vez menor de familias, un pequeño geriátrico a cielo abierto, que se incorpora al exterior durante quince días en agosto, o arriesgarnos en la apuesta por un espacio abierto y plural, que atraiga familias, iniciativas, gentes diversas, empleo, nuevos empadronados, inversiones, crecimiento… poniendo toda nuestra creatividad y todos nuestros recursos en la laboriosa pero apasionante tarea, no solo de recordar nuestra venerable historia, sino de construir un futuro incierto pero sugerente para Rabanera.
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