«Ancha es Castilla » y así lo demuestra no sólo su extensión, cercana a los 20 millones de hectáreas, sino también la enorme riqueza de su patrimonio natural, que alberga una ingente cantidad y variedad de ecosistemas. Dunas y fondos submarinos, lagos y lagunas, bosques y pastizales, ríos y arroyos, páramos y montañas, constituyen el 60 % de los hábitats naturales europeos, y todos aquí, en nuestra tierra.
Esta diversidad en los paisajes castellanos lleva consigo, como es evidente, una diversidad en las especies animales y vegetales que en ellos habitan, contando con más de 60.000 formas de vida distintas. Osos y linces, lobos y jinetas, águilas imperial y perdicera, cigüeñas blancas y negras, avutardas y alondras, gansos y grullas, nutrias y visones, son sólo algunas de las especies animales más emblemáticas y populares que nos rodean, eso si, sin olvidarnos de las miles de especies de hongos y musgos, líquenes y plantas vasculares, insectos y anfibios, flores y árboles que conforman todos y cada uno de los rincones de Castilla.
La Diversidad Biológica de Castilla es por lo tanto un valor natural y económico que debe ser conservado a ultranza y gestionado con el mayor rigor científico, porque de su correcta gestión y de una utilización racional depende su preservación para las generaciones venideras. Políticas ambientales, legislación, guardería especializada, movimientos sociales y el sentido común luchan diariamente contra los delincuentes y asesinos de nuestro entorno. Aún así los incendios, la caza ilegal, las grandes infraestructuras, el consumismo y la inocente ignorancia de cada no de nosotros hacen que cada año el hombre acabe con parte de esta riqueza natural. Con el fin de preservar y proteger de la acción humana, algunos de los hábitats más significativos de Castilla, se han creado diferentes figuras de gestión que podemos englobar bajo la denominación de Espacios Naturales Protegidos (ENP).
Los Espacios Naturales Protegidos en Castilla.
Son aquellas zonas de nuestro territorio que debido a la importancia de sus características y valores naturales (flora, fauna, gea, etc.) y a su belleza paisajística, deben preservarse de la explotación y presión humana, salvaguardando así dichos valores.
En Castilla encontramos mas de 20 tipologías diferentes de los E.N.P., repartidos por toda la geografía, siendo estos de ámbito municipal, provincial, autonómico, estatal e internacional. Estas diferentes denominaciones varían según el criterio de cada administración competente en su caso, pero todas se basan en las recomendaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y que la Ley 4/89 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, delimita en las 4 siguientes figuras:
1.- PARQUE (NACIONAL O REGIONAL)
2.- RESERVA NATURAL
3.- MONUMENTO NATURAL
4.- PAISAJE PROTEGIDO
Además son considerados zonas de interés especial
– Sitio natural de interés nacional
– Monumento natural de Interés Nacional.
– Refugio integral de interés científico.
– Refugio / Reserva Nacional de Caza.
– los montes catalogados como de utilidad pública.
– Los montes o terrenos relacionados como protectores.
– Las zonas húmedas catalogadas.
– Los hábitats incluidos en el inventario de Hábitats de Protección Especial.
– Las vías pecuarias.
– Las zonas naturales de esparcimiento.
– Las riberas catalogadas.
– También especímenes vegetales de singular relevancia.
Cualquier iniciativa de protección es en principio deseable, pero la existencia de Espacios Naturales Protegidos nos lleva directamente a pensar que existen otros no protegidos, así como espacios que no podemos definir estrictamente como naturales (las ciudades, por ejemplo). ¿pero que ocurre cuando la política de conservación de la Naturaleza se limita a la protección de zonas muy determinadas ?
– Creamos «islas ecológicas» desmembradas del resto, ya que la protección de especies y espacios aislados, no es más que un visión estática y parcial de un problema de mayores dimensiones, como es la implantación de una política económica totalmente ajena a consideraciones ecológicas y ambientales.
– Los ENP se convierten en la imagen verde de nuestros gobernantes.
– Y lo más importante, no se lleva a cabo una política de planificación del territorio dentro de un proceso dinámico, integral y de ordenación global de los espacios que compatibilice el desarrollo económico con el mantenimiento de los procesos ecológicos y la biodiversidad.
En esta labor de proteger y conservar los recursos naturales debemos participar todos los ciudadanos y ciudadanas, como un deber más del ser humano hacia la madre Naturaleza. Nuestra opinión y nuestros quehaceres diarios son vitales para el entorno: reciclar, cortar el grifo, apagar la luz, usar poco el coche y consumir racionalmente son sólo algunas acciones, que junto a la denuncia, la buena educación y el respeto hacia lo que nos rodea, harán que Castilla siga siendo el Jardín del Edén europeo también para nuestros hijos e hijas.
Espacios naturales protegidos en Castilla
Cantabria
Dunas de Liencres, Macizo de Peña Cabarga, Oyambre, Picos de Europa, Cuencas del Saja y del Besaya, y Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
Castilla-León
Sierra de Gredos (Avila), Valle de Iruelas (Avila), Ojo Guareña (Burgos), Monte Santiago (Burgos), Lago de la Baña (León), Lago de Truchillas (León), Picos de Europa (León), Hoces del Duratón (Segovia), Cañon del Río Lobos (Soria), Lago de Sanabria (Zamora).
Castilla-La Mancha
Parque Natural de Cabañeros (Ciudad Real), Ciudad Encantada (Cuenca), Hayedo de Tejera Negra (Guadalajara), Lagunas de Ruidera (Ciudad Real-Albacete), Serranía de Cuenca, Sonsaz (Guadalajara-Segovia-Madrid), Tablas de Daimiel (Ciudad Real),
Madrid
Cuenca Alta del Manzanares, Cursos Bajos de los ríos Manzanares y Jarama (Sureste), Curso Medio del río Guadarrama y su entorno, Pinar de Abantos y Zona de la Herrería, Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, El Regajal – Mar de Ontígola , Hayedo de Montejo de la Sierra , Peña del Arcipreste de Hita, Laguna de San Juan
La Rioja
Sierra de Cebollera