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Castilla nos une

Castilla nos une

4.2.- Empleo – Paro. TC-PNC. (24/10/2001)

El paro es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las sociedades de los países desarrollados, y por lo tanto la sociedad castellana. Con tasas de desempleados que rondan el 20% en algunas de nuestras provincias y que se ceban especialmente en los jóvenes y en las mujeres, la única solución que se le plantea a este colectivo es la emigración hacia la periferia o hacia aquellos lugares donde poder encontrar un trabajo que les garantice la supervivencia. Una emigración que a lo largo del siglo XX un importantísimo capital humano y los mejores valores intelectuales.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA) hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a finales del mes de marzo de 2001, había 387.090 personas paradas en Castilla, de las cuales el 75% eran mujeres. En cuanto a edad, 63.188 personas de las que se encontraban en paro tenían menos de 25 años. Y a su vez, este número de parados, representan el 25% del total de personas paradas en el Estado español.

El 70% de los trabajadores castellanos menores de 30 años tiene contrato temporal. Además, de cada cuatro accidentes laborales, tres son sufridos por trabajadores con contrato eventual. El colectivo joven también es el principal protagonista de la rotación, de modo que un elevado número llega a tener en un año 15 contratos con la misma empresa.

Los últimos estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejan que existen sectores como el de la construcción, el agrícola, o el del servicio doméstico que se abastecen de mano de obra inmigrante, y que los castellanos son cada vez más reacios a aceptar esos empleos. El pasado diciembre, en los tres sectores había más de 40.000 personas en paro y, sin embargo, quedaron sin cubrir casi 20.000 puestos.

Las mujeres gestionan en la actualidad el 30% del total de empresas castellanas, frente al porcentaje del 19% que dirigían hace tres años. Del total de mujeres empresarias, el 12,5% se dedica a la consultoría, la comunicación y la asesoría, y sólo un 2% corresponde a Internet y servicios informáticos, según datos de la Asociación española de Mujeres Empresarias (Aseme).

A medida que aumenta el empleo y disminuye el paro en ambos sexos se incrementa la proporción de mujeres en desempleo. Las cifras son elocuentes: las mujeres representan menos de la mitad de los activos (40%), pero son más de la mitad de los parados (75%), y cuando trabajan tienen tasas mayores de temporalidad (35%) que los hombres (31%) y suelen ganar menos. Diferentes estudios, entre los que destacan los de Eurostat, indican que las mujeres ganan en Europa un 24% menos que los hombres. En Suecia y Dinamarca están remuneradas con el 10% menos de salario, pero en el Estado español y Grecia la diferencia es de alrededor del 30% para un trabajo a tiempo completo. Otro fenómeno que repercute con mayor intensidad en nuestro país que en el resto de la UE es la elevada tasa de temporalidad (más del 35% en el Estado español, frente al 14% de la UE).

Ante este problema social cabe plantearse la adopción de medidas desde las Administraciones públicas castellanas que incentiven la creación de empleo destinados a los grupos en los que le paro registra mayores índices de incidencia: jóvenes, mujeres, parados de larga duración y parados de más de 50 años. Así mismo, en orden a aprovechar los recursos castellanos para un desarrollo endógeno y autocentrado se debiera primar la investigación y desarrollo de los nuevos yacimientos de empleo en actividades ligadas a la conservación del patrimonio artístico, cultural y medioambiental, la atención a la tercera edad, las nuevas tecnologías o el ocio.

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