Castilla, es un pueblo europeo con una amplia experiencia histórica, vital y social tras sus espaldas. Como otras muchas naciones sin estado del continente europeo, el solar castellano ha atravesado momentos complicados para su subsistencia, por el interés de las maquinarias gubernamentales de los estados centralistas, por acabar con las señas de identidad y los rasgos diferenciales del pueblo castellano. La explotación económica, la emigración, el envejecimiento y la despoblación, la desaparición de las instituciones propias, la pérdida del patrimonio natural, cultural y monumental, la tergiversación de la realidad histórica, etc , han constituido pruebas extraordinariamente duras que han cuestionado la viabilidad y continuidad de Castilla.
Superados todos los obstáculos que, especialmente a lo largo del siglo XX, ponían en cuestión la existencia de Castilla, el pueblo castellano participa con ilusión en el proceso de construcción de la Unión Europea, consciente de que en este ámbito plural, democrático y ciudadano, la identidad propia de la cultura castellana encontrará simultáneamente el reconocimiento y el respeto que merece, y la cooperación solidaria con las otras identidades nacionales de los pueblos europeos, con los cuales Castilla ha compartido más de mil años.
Las claves: