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Castilla nos une

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Carreteras mortales.

Este aumento del número de fallecidos del 50% respecto al 2014 en las carreteras burgalesas vuelve un año más a contrastar con las estadísticas a nivel estatal, en que las cifras de muertos en carretera se han reducido, aunque de forma muy ligera, en 2015 respecto al 2014, quedando según la DGT en 1.128 fallecidos. Como sucede en la última década, Burgos vuelve a romper la tendencia media del resto de España, en la que aumentan los muertos en las carreteras de Burgos o cuando disminuyen lo hacen menos de la media nacional. La siniestralidad de la red de carreteras de nuestra provincia se sitúa en un 280% superior a que le correspondería por su población, respecto a la media española.

Otra singularidad de la elevada siniestralidad de la red viaria de Burgos frente a lo que ocurre en el conjunto de España, radica en que mientras en el Estado la mayor parte de los fallecidos se producen en carreteras secundarias (más del 70%), en Burgos son las vías de alta capacidad las que acumulan el mayor número de muertos: seis fallecidos en la N-I, cinco en la AP-1, tres en la A-62 y dos en la A-1. Solo tres fallecidos de los 24 que registra la DGT en Burgos se produjeron en carreteras locales o autonómicas.

La siniestralidad de la red viaria burgalesa tiene su particularidad en ser una provincia de gran extensión y de gran intensidad de tránsito de vehículos (muchos de ellos pesados) que la atraviesan para alcanzar sus destinos desde sus puntos de origen, originando una sobrecapacidad de densidades de tráfico en algunas vías como la N-I entre Burgos y Miranda de Ebro, con circulaciones medias de más de 10.000 vehículos diarios, de los cuales el 50% son camiones y autobuses.

En Burgos se encuentra el tramo más peligroso de toda la red viaria de Castilla y León durante 2015: el Nudo Landa (punto kilométrico 235,1 de la A-1) donde se registraron cinco accidentes, con 12 heridos y un fallecido. También se ubica en Burgos otro de los peores puntos negros de la Red Viaria de Castilla y León: el tramo de la N-629 entre Revilla de Pienza y Cantabria, con cinco accidentes y un índice de riesgo alto. Asimismo, la red viaria burgalesa cuenta con un número extenso de tramos de carretera con accidentes muy frecuentes por atropellos de fauna salvaje, especialmente corzos y jabalíes, que en 2015 también se cobraron una víctima mortal.

Desgraciadamente, la siniestralidad de la red viaria burgalesa no es algo episódico de 2015, sino que 2016 ya ha comenzado con dos fallecidos en un accidente en la AP-1 a la altura de Briviesca y dos heridos graves por una colisión frontal en otro accidente entre El Berrón y Balmaseda (Valle de Mena).

Ante esta situación, es urgente que las instituciones (Subdelegación del Gobierno, Delegación de la Junta en Burgos, Diputación de Burgos) ante la alta siniestralidad de las carreteras burgalesas, adopten medidas inmediatas para eliminar puntos negros, se reactiven las infraestructuras paralizadas (AVE a Burgos, Tren Directo Madrid-Burgos, Autovías A-12 y A-11 y la liberalización del peaje de la AP-1) y se modifiquen los presupuestos de estas administraciones para 2016 incrementando sus partidas para señalización y mantenimiento de la red viaria de Burgos.

No solo los castellanistas afirmamos que las carreteras burgalesas son unas de las más peligrosas de España; también informes independientes comparten la misma percepción. En un informe publicado por la Fundación BBVA, en verano 2012, se concluía que Burgos es una las provincias con mayor riesgo de mortalidad en accidentes de tráfico de España, ya que acumula numerosas zonas con tasas de mortalidad elevadas. El Ministerio de Fomento reconoce que el índice de mortalidad de la N-I entre Burgos y Miranda es un 31% más elevado que el del conjunto de las carreteras similares de la red estatal. Otro estudio, el informe EuroRap -en el que participa el Real Automóvil Club de España (RACE), denuncia la peligrosidad de la N-234, entre el límite de la provincia de Soria y Salas de los Infantes, un trayecto donde entre 2010 y 2012 se produjeron un accidente mortal y cinco graves. La N-120, carretera que espera su conversión en Autovía desde hace años, también aparece en este informe, el tramo entre Villafranca Montes de Oca y Zalduendo, en el que en tres años se han producido dos siniestros con fallecidos y seis con heridos de graves. El tercer tramo que entraña más peligro de las carreteras burgalesas es la N-122, entre Castrillo de la Vega y Fuentelisendo, donde no hace mucho hubo un accidente mortal y tres con heridos graves.

También los estudios de la Asociación Española de Carreteras (AEC) y del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), resaltan que las carreteras burgalesas, tanto en la red estatal, autonómica, como provincial, tienen un mal índice de conservación del pavimento, existen importantes puntos negros, como el km 186,5 de la A-1, el km 22 de la AP-1, el km 39,1 de la BU-550, los km 10,3 y 65,4 de la CL-629, km 78,4 de la N-120 y el km 272,9 de la N-122, poseen unas características de sinuosidad, cambios de rasante, umbrías, anchura de arcenes, curvas, intersecciones peligrosas, etc., con riesgos especialmente elevados para el creciente tráfico que soportan.

Son necesarias partidas extraordinarias en 2016 para eliminar los puntos negros más destacados de la red viaria de la provincia, la mejora de los medios de seguridad pasiva en las carreteras burgalesas, con implantación de guardarraíles de seguridad para motoristas, la mejora de las intersecciones peligrosas de la red viaria burgalesa, aumentando las rotondas y de la señalización en toda la red viaria burgalesa, elevar el número de radares de control de velocidad en las carreteras más transitadas de la red viaria burgalesa, el incremento de las dotaciones destinadas a la señalización horizontal, identificación de arcenes, y señalización de lugares de parada en la red viaria, la aplicación de un Plan que minimice el número de accidentes de tráfico en la provincia de Burgos por atropello de animales salvajes y ganado, especialmente en las Comarcas de Sierra-Pinares y de Las Merindades, el análisis de la red viaria burgalesa para detectar los puntos más afectados por anegaciones de la calzada por agua, acumulación de nieve, o formación de placas de hielo, y realización de actuaciones para su corrección una vez identificados, la elaboración de un Plan de Tráfico específico en las localidades de Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Burgos para disminuir el número de víctimas por atropellos en la red viaria urbana de estas tres poblaciones y finalmente, la redacción de un estudio para garantizar la seguridad de las rondas periurbanas de las Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Burgos.

Los castellanistas burgaleses del Partido Castellano (PCAS) han reclamado, en la mañana del martes 5 de Enero, una reunión urgente con D. José María Arribas, subdelegado del Gobierno en Burgos, a quien han hecho entrega de un Informe, para tratar de la elevada siniestralidad de las carreteras burgalesas, y de las medidas a tomar para su reducción; esperemos en que no tarde en dar una respuesta positiva a esta demanda.

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