Pero la estructura de poder económico, político, sindical, bancario, empresarial e internacional, que se ha visto tan beneficiada durante treinta y cinco años por el bipartidismo, no está dispuesta a dejarse vencer tan fácilmente, no va a dejar de disfrutar sus privilegios sin lucha.
Por ello, ante las inminentes elecciones municipales y autonómicas del 24 de Mayo, los de siempre, el PP y el PSOE, se reformulan, en una metamorfosis meramente cosmética, con el fin de seguir engañando al mayor número de incautos posible, cambiando caras, programas, imágenes o lemas, pero garantizando al más lampedusiano de los estilos que “todo cambie, para que todo siga igual”.
Por ello es importante distinguir el trigo de la paja, como dice el dicho castellano, y reconocer la sinceridad de los nuevos compromisos éticos y regeneradores, de las baratijas propagandísticas que nos ofrecen los candidatos del PP y del PSOE.
Hoy quiero resaltar la profundidad transformadora y la carga rupturista que Domingo Hernández, candidato a la Alcaldía de Burgos por el Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC), ha asumido con el “Código Ético“ que recientemente suscribió ante los medios de comunicación y ante la ciudadanía burgalesa.
Defiende el compromiso de asumir sus responsabilidades políticas y a renunciar al cargo público u orgánico en caso de ser imputado formalmente por causas de corrupción, y de ser coherente con los principios ideológicos de su candidatura y partido en la defensa de la política, los programas electorales y los acuerdos políticos y propuestas hechas a la ciudadanía y, consecuentemente, a renunciar al cargo que en su caso se ocupe, en el supuesto de no poder mantener dicha coherencia.
Propugna un compromiso de renunciar al transfuguismo y, por consiguiente, de dimitir inmediatamente del cargo que se ocupa en caso de incurrir en cualquier supuesto de transfuguismo; así como de renunciar al privilegio judicial del aforamiento en caso de resultar condenado por corrupción política o delito derivado del ejercicio de su cargo.
Me interesa destacar su voluntad de rendir cuenta de la labor realizada tanto ante la ciudadanía como ante los órganos de coordinación de su candidatura, así como de regirse con austeridad y eficiencia en el uso de los recursos públicos, lo que implica, entre otras cosas, la utilización de las tarifas más económicas en los viajes y la renuncia a la utilización de vehículos oficiales, salvo que las exigencias de desplazamiento derivadas del estricto desempeño de sus funciones o, en su caso, razones de seguridad, lo hagan imprescindible.
Defiende el compromiso de no cobrar dietas de asistencia ni indemnizaciones por su participación en empresas o entidades de carácter público derivadas del cargo que ostente, siempre que este sea remunerado. E igualmente asume el compromiso de no aceptar regalos ni obsequios de personas o empresas privadas. Proclama su renuncia a planes de pensiones privados u otras prestaciones similares otorgadas por razón del cargo público y a costa de presupuestos públicos.
Rechaza prestar sus servicios laborales o profesionales, y formar parte del órgano de administración, ni realizar cualesquiera otras actividades, por sí mismos o a través de sociedades participadas por ellos directa o indirectamente, en empresas privadas relacionadas con las competencias del cargo desempeñado con responsabilidades de gobierno, durante los cinco años siguientes a la fecha del cese. También rechaza cualquier trato de favor o situación que implique privilegio o ventaja injustificada, por parte de personas físicas o entidades públicas o privadas.
Voluntariamente asume el compromiso de hacer públicas sus retribuciones de cualquier naturaleza, así como la declaración sobre actividades y bienes, evitando cualquier situación de conflicto de intereses, en caso de resultar elegido como cargo público, tal como establece la Ley de Transparencia. También a hacer pública su agenda, para que la ciudadanía conozca el trabajo realizado y las reuniones mantenidas y con quién.
Expresa su disposición a atender a los medios de comunicación y responder sus preguntas y, en caso de que fuera necesario, de rectificar informaciones no ajustadas a la realidad que, por error, hayan podido transmitir; también a atender las interpelaciones cívicas, de recibir y escuchar a todas las partes implicadas en un problema y a tener en cuenta los movimientos y las vindicaciones que nacen de la sociedad civil, manteniendo la debida autonomía y la imparcialidad en su relación con las entidades sociales.
Quiere utilizar un lenguaje inclusivo y no ofensivo así como de no inmiscuirse en la vida privada de las personas, dentro o fuera del partido, y no utilizar ni política ni electoralmente los asuntos personales. Se compromete a promover el respeto a la igualdad entre hombres y mujeres y a remover los obstáculos que puedan dificultarla.
Expresa su compromiso de renovación para favorecer la participación y el recambio de personas en los cargos públicos y orgánicos, a mantener el sigilo, la reserva y la discreción en relación con los datos e informes que se conocieran por razón del cargo. También se compromete a la protección de la identidad política, cultural de Castilla y sus comunidades autónomas, así como la protección y mejora de la calidad del medio ambiente.
Este Código Ético merece una oportunidad.
(Fuente: http://burgosconecta.es/blogs/latenadadelcomun/2015/04/02/codigo-etico/#more-197)