El anuncio realizado por el candidato a la Alcaldía de Burgos por el PP, Javier Lacalle de no realizar debates electorales, salvo con los grupos que ya cuentan con representación municipal, en el consistorio burgalés, expone claramente -según el PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL-Burgos)- el tipo de campaña que busca el concejal popular: un paseo militar, trufado de un gran derroche en propaganda electoral, con un candidato escondido, que huye de cualquier ámbito donde se ponga en debate o cuestión la nefasta política municipal que ha protagonizado durante ocho años.
Con esta decisión Javier Lacalle deja a las claras lo que entiende por la acción política: «todo para el pueblo pero sin el pueblo». «Donde realmente Lacalle se siente seguro es en el pleno donde sus compañeros le corean y la débil oposición a penas le rebate», manifestó el candidato a la Alcaldía de Burgos por el PCAL Domingo Hernández Araico, que además afirma que «Lacalle tiene miedo de debatir con aquellas candidaturas municipales emergentes, como el PCAL-Burgos, que pueden cuestionar con solvencia su mediocre gestión y su absoluta carencia de un modelo de ciudad ilusionante para Burgos».
Mientras a Lacalle se le llena la boca de participación ciudadana en cuanto puede demuestra que no cree en ella «¿por qué Lacalle tiene miedo a contrastar su política con un partido como el PCAL-Burgos?» se pregunta el candidato castellanista Domingo Hernández. Al parecer, Lacalle prefiere «un cómodo corralito político, un partido amañado, una simulación virtual de debate, un fraude total ante la opinión públicas, con un mero cara a cara con un candidato perdedor como el número uno socialista, así el debate acabará siendo de política nacional, de Rajoy frente a Zapatero, con reproches mutuos y el famoso: y tú más, sin tratar los importantes temas locales que se juegan los burgaleses en estas elecciones municipales» manifestó Hernández Araico, que insiste en que los burgaleses «tienen avidez de pluralidad, de alternativas, de novedad, y de debates donde no esté secuestrada la política local, ni el futuro de Burgos y los burgaleses, un debate a dos PP-PSOE es un debate acartonado y pactado de dos fuerzas políticas del pasado, mientras que Burgos reclama las ideas de las opciones del futuro, de las candidaturas emergentes».
La total ausencia de propuestas ilusionantes convierten la candidatura de Javier Lacalle en la candidatura de la deuda municipal y el despilfarro en baldosas, «no encontraremos en el programa de Lacalle ningún resquicio de actuaciones para los jóvenes, los ancianos, las políticas sociales o las encaminadas a reducir el paro en Burgos, salvo palabrería barata» afirmó el candidato del PCAL-Burgos.
La carrera política de Javier Lacalle se ha caracterizado por su obediencia al partido, y por convertir su presencia en diferentes cargos en una manera de vida, y no en un servicio a la ciudadanía. Para el candidato castellanista «Lacalle hace sólo lo que sabe hacer que no es otra cosa que gastar dinero en el centro, endeudar a la ciudad y salir en la foto, con ese bagaje no nos extraña que tema un debate plural».
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