El concejal de Tierra Comunera en el Ayuntamiento arandino y responsable de Promoción y Desarrollo en la pasada legislatura, Sebastián de la Serna, ha criticado duramente el triunfalismo del equipo de gobierno respecto a la última edición de la Feria de la Ribera -Fiduero 2008- sin aportar ningún argumento objetivo.
El edil castellanista no comparte afirmaciones como que ha sido fabulosa, increíble, que se ha dado un salto adelante importantísimo y se ha redefinido el certamen, ya que a su juicio no encuentran ningún motivo para tanta exaltación «y pensamos que ha sido, ni más ni menos, más de lo mismo».
Para De la Serna es significativo que no se hable de los costes, ya que según sus cálculos Fiduero 2008 ha costado a las arcas municipales unos 130.000 euros, descontando de los 180.000 euros de presupuesto los 50.000 que estiman que se han recuperado vía ingresos, lo que denuncia que supone un desembolso superior a la suma conjunta de las ediciones de 2004, 2005 y 2006, cifrada en 123.000 euros.
«¿Cree sinceramente que porque vaya mucha gente -por el todo gratis- es mejor la feria? ¿Han preguntado a los expositores si han aumentado o disminuido las ventas?», cuestiona el corporativo.
Los castellanistas califican de «dislate» que se diga que se ha convertido la muestra en una feria multisectorial, con fuerza, espejo de todos los productos de la comarca. Si bien reconocen que ha habido un aumento de expositores, indican que si a ese «espectacular» incremento se le rebajan «los institucionales o inducidos» se observaría una merma notable. «Menos vanagloria y a seguir trabajando por un futuro mejor para la feria, porque realmente estamos convencidos que no hemos avanzado respecto a años anteriores», indica De la Serna.
El edil pregunta a los actuales responsables municipales qué es lo que han hecho en los 15 meses que llevan gobernando en cuanto a la constitución del ente gestor del recinto ferial y la aprobación de los estatutos, y les recuerda que prometieron celebrar seis ferias al año y solo han hecho una.
Ante este panorama, TC sigue apostando por dejar la organización de Fiduero en manos de una empresa especializada, aunque asume que se equivocaron cuando se lo adjudicaron a la empresa Arko, que se encargó de organizar las ediciones de 2006 y 2007, a tenor de los malos resultados cosechados.