El debate servirá de poco para solventar los problemas de esta comunidad autónoma, a buen seguro los dos grandes partidos- responsables de la situación actual- se enzarzarán en sus habituales diatribas sin ofrecer soluciones a la ciudadanía.
Ninguna administración – provincial, autonómica, gobierno central o europea- ha sido capaz de frenar el principal problema de Castilla y León, la despoblación. Sólo en 2012 nuestra Comunidad Autónoma perdió 30.605 habitantes, dato que muestra la incapacidad del gobierno autonómico para contenerla.
Otro de los problemas que no ataja el gobierno de Juan Vicente Herrera es el desempleo, las competencias en empleo pertenecen a la Junta, el desempleo llega al 22,71 por ciento, cifrando el número de parados en 262.600, casi 60.000 más que hace dos años.
Juan Vicente Herrera ha caracterizado sus dos últimos años de mandato en la Junta, «en una orgía del recorte»: 422 millones de euros cercenados en Educación prescindiendo de 700 profesores; 272 en Sanidad con la supresión de las guardias nocturnas en 17 centros rurales, y las listas de espera quirúrgica, que en el último año y medio se ha duplicado.
Desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) tampoco se puede dejar pasar por alto el fiasco de la Junta en la gestión de las Cajas de Ahorro, el PP será recordado por de dejar sin ninguna entidad de este tipo («musculo financiero») a Castilla y León, y privar de millones de euros al conjunto de la ciudadanía proveniente en las obras sociales de las entidades hoy arruinadas.
Otra calamitosa actuación de la Junta es la implementación del «céntimo sanitario» que sólo ha logrado reducir los ingresos por los impuestos de hidrocarburos y beneficiar a las gasolineras de las comunidades vecinas que no aplican este gravamen.
Por último desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) no se puede obviar la «ordenación territorial» orquestada por la Junta, que después de meses de debate y consulta se puede quedar en nada si finalmente, como es habitual en Juan Vicente Herrera se convierte en una mera comparsa y acata las órdenes de Rajoy sin expresar la más mínima crítica o atisbo de rebelión, «a una ordenación territorial que puede aniquilar al medio rural castellano», manifestaron los responsables del PARTIDO CASTELLANO (PCAS).
Castilla y León, sigue a la cola de las Comunidades Autónomas, con un Ejecutivo sin rumbo, que se aferra al puesto como medio de vida y no como servicio a la ciudadanía. Parecido espectáculo brinda el principal partido de la oposición que cuenta con dos líderes a tiempo parcial que demuestran que ninguno de ellos tiene sus intereses en Castilla y León, si no en medrar en las filas socialistas.
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