El nuevo modelo de financiación autonómico, aprobado por el PSOE en el 2009, ha resultado ser perjudicial para nuestra comunidad autónoma, concretamente 670 millones de euros menos. Lo peor de todo es que el Gobierno de la Junta de Castilla y León ya lo sabía, o cuando menos debería haberlo sabido. Pero no le interesaba denunciarlo en su momento. Ha preferido hacerlo ahora, en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas, anteponiendo, una vez más, los intereses partidistas a los generales de la ciudadanía.
En opinión del PCAL, la Junta de Castilla y León sabía que el nuevo modelo de financiación autonómica, castigaba a las comunidades que recortaran sus impuestos, y aún así, a la Junta no le tembló pulso al suprimir el impuesto de Sucesiones. Un impuesto que redundaba en la Autonomía, que ahora se deja de recaudar y que supone alrededor de 80 millones de euros. Además a la hora de presentar sus propios presupuestos, el Ejecutivo regional, alardea de la gran cantidad de deducciones que se pueden hacer en la declaración de la renta.
Para el PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL) es evidente que el Sr. Herrera no gobierna para todos. En vez de recaudar lo suficiente para mantener unos niveles de inversión básicos en educación, sanidad, dependencia e infraestructuras, se dedica a criticar al Gobierno Central con el argumento de que el nuevo modelo de financiación es letal para las Comunidades Autónomas. Como si a todas las pintara igual de mal, y si no que le pregunten a catalanes, madrileños o valencianos. Los ciudadanos de Castilla y León, una vez más, tienen que pagar las consecuencias de la ineptitud del Gobierno Regional, y la discriminación del Gobierno central.
El Gobierno de la Junta miente cuando dice que el nuevo modelo de financiación “asfixia” a las comunidades autónomas, pues en teoría lo que hace dotarlas de mayor autosuficiencia. De hecho se pasa del 33% del IRPF al 50%, pero a Castilla y León le perjudica por la constante pérdida de población; del 35% del IVA al 50%, y del 40% al 58% de los impuestos especiales, perjudicando a Castilla y León de la misma forma. Al ser una comunidad con poca población, se produce un menor consumo y por tanto menor recaudación. Esto no sucede en comunidades autónmas con alta densidad de población y gran actividad económica, donde la recaudación por esta vía es mayor.
Ciertamente se reducen las partidas del Fondo de Suficiencia y otros (aporte sanitario y compensación por la supresión del impuesto de sucesiones), pero se crea un Fondo de Garantía de los Servicios Públicos. Esto es muy importante pues denota que la vocación del Gobierno del Sr. Herrera es vivir eternamente de subvenciones sin la menor intención de competir con el resto de autonomías. Y si no al tiempo, cuando gobierne el PP en el estado, que cambie el modelo de financiación. Cosa poco probable.
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