La formación castellanista PARTIDO CASTELLANO (PCAS), lamenta profundamente las declaraciones de la diputada provincial Rosario Pérez (UPyD) a favor de la segregación del Condado de Treviño de Castilla y León y su anexión a Álava. Para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS), «UPyD traiciona a Burgos, han hablado durante meses de anteponer los intereses de Burgos a cualquier otra cuestión y a las primeras de cambio apuestan por romper la unidad territorial de la provincia, poniéndose por montera el Estatuto de Autonomía y la propia Constitución».
Con los argumentos expuestos por la portavoz de la formación, -que sólo cuenta con concejales en nuestra provincia en Burgos ciudad y en Aranda de Duero-, «que ni los territorios ni la Historia tienen derechos, los derechos los tienen los ciudadanos»; podríamos encontrarnos con situaciones incómodas, entre ellas cuestionarse el nacionalismo español en que se basa el ideario de UPyD ¿qué ocurre con las peticiones de autodeterminación de una importante parte de la sociedad vasca? ¿son igual de legítimas?
No nos dejemos engañar, nada de esto tiene que ver con una coherencia geográfica, o cultural, y desde luego, nada en absoluto con la historia. El Condado de Treviño es desde cualquiera de estos tres criterios netamente castellano. Si el Condado de Treviño hubiese quedado conectado físicamente al resto de la provincia de Burgos, los vascos le prestarían la misma atención que la que dedican a las Merindades. No hay nada en el Condado que lo haga más vasco que Miranda de Ebro.
Los castellanistas apuestan por analizar la posible existencia de carencias o discriminaciones en la percepción de determinados servicios por parte de la población del Condado de Treviño. Los responsables del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) creen imprescindible firmar un Acuerdo de Cooperación Institucional entre el Gobierno Vasco y el Gobierno de Castilla y León, y entre las Diputaciones Provinciales de Burgos y Álava, que establezca una relación de servicios públicos para su prestación a la población del Condado de Treviño por parte de la administración que los pueda efectuar en las mejores condiciones de calidad, independientemente de la adscripción territorial del Condado de Treviño. Los castellanistas argumentan que la mayoría de los vecinos de Treviño no quieren un debate de identidades, sino simplemente mejorar sus condiciones de vida.
El PCAS se reafirma en la inequívoca y continua pertenencia a Burgos y Castilla del Condado de Treviño desde la Edad Media, así como los innumerables argumentos históricos y culturales que refuerzan las tesis de adscripción a Burgos y a Castilla del territorio que hoy conforman los municipios de Treviño y La Puebla de Arganzón. Así mismo exponen que en los momentos actuales, en que los acuerdos de cooperación entre diferentes administraciones para la prestación de servicios a los ciudadanos, la adscripción de este territorio a la Comunidad de Castilla y León no debe suponer el menor deterioro de la calidad de los servicios sanitarios, educativos o sociales que reciben sus ciudadanos.
El Condado de Treviño ha sufrido un aumento poblacional muy importante por parte de vitorianos en busca de viviendas a un precio más asequible que en la capital vasca, «compraron su casa en Castilla, como los vizcaínos la compran en Castro-Urdiales (provincia de Cantabria) o los madrileños en el «corredor del Henares» en Guadalajara, cuando se adquiere una posesión en otra comunidad autónoma o país se debe conocer las características y fiscalidad de ese territorio.
El Condado de Treviño pertenece a Castilla desde hace siglos. El territorio no es nuestro. Lo recibimos de nuestros antepasados, y tenemos la obligación de legarlo a nuestros descendientes y no debe ser mermado por las ambiciones territoriales de una de las comunidades autónomas.
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