Desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) se recuerda que la Diputación Provincial lleva más de 15 años realizando sus denominados “Planes Estratégicos”, costosas operaciones de marketing, que han supuesto varios millones de euros, contratados a dedo a consultoras opacas, y cuyos resultados han sido rotundos fracasos en lo que se refiere a la creación de tejido económico y a la fijación de población en el medio rural de la provincia. Desde propuestas descabelladas como Criaderos de Rodaballos en La Bureba, Parques Temáticos Ecuestres en La Ribera, Parques de Caza con Helipuertos en Cervera, o Pelotazos Urbanísticos en las Riberas de Arlanzón, la realidad provincial es demoledora y deprimente: la población rural, que en 1900 era superior a los 250.000 habitantes, pasó al comienzo de la democracia, en 1980, a 160.000, y en la actualidad a 90.000 habitantes, con un ritmo de pérdida de población de 2.000 habitantes cada año en la actualidad. La Diputación Provincial y Sodebur, gestionan la promoción empresarial en 35 polígonos industriales rurales, con más de dos millones de metros cuadrados urbanizados, donde son incapaces de atraer ninguna actividad productiva empresarial o industrial que cree puestos de trabajo y fije población. Además, de la despoblación y de la emigración galopante de los jóvenes rurales, el envejecimiento es dramático en el medio rural de la provincia de Burgos, con el tramo de edad más numeroso, el de mayores de 65 años: una auténtica pirámide demográfica invertida: sin niños, con pocos jóvenes, un número decreciente de población madura y un gran número de mayores: un geriátrico a cielo abierto.
La Diputación Provincial plantea, según el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) su nuevo y flamante “Plan Estratégico Burgos Rural 2015-2020” en las mismas coordenadas de los anteriores: un gran gasto en contrataciones opacas y externas de consultoras, a través de Sodebur, escapando de la transparencia y los concursos públicos, una relación con los municipios clientelar y caciquil, mediante reuniones decimonónicas de alcaldes, donde la Administración (sea la Diputación Provincial o la Junta de Castilla y León), obtienen un prepotente vasallaje de los municipios, para repartir las migajas de las grandes cantidades que despilfarran.
Los castellanistas denuncian la ineficacia y falta de operatividad de la Diputación Provincial, que en pleno siglo XXI no ha conseguido, con su teóricos asesoramiento, ni que todas las Entidades Locales Menores hayan presentado sus cuentas (42 pedanías están al margen de la ley en Burgos), ni que todas las localidades (de las más de 1200 existentes, más de 400 tienen problemas de abastecimiento en verano o de pésima calidad en sus aguas potables todo el año), ni que lleguen las nuevas tecnologías a los pueblos (más del 50% del territorio provincial tiene cobertura de internet de ínfima calidad, no apta para usos profesionales; el 15% ni siquiera tiene internet). De los más de 120 millones de euros de Presupuesto Anual de la Diputación Provincial para 2015, apenas 20 millones (el 16,7%) llega directamente a los pueblos, mediante convocatorias caciquiles y faltas de transparencia, para obras, contrataciones, planes provinciales, aguas, turismo o caminos, que reparten miseria a cambio de dependencia partidista y de redes clientelares; el resto se pierde en el gasto de funcionamiento corriente de la Diputación y en despilfarros prescindibles. Esto evidencia una ineficiencia absoluta del modelo de funcionamiento de las Diputaciones Provinciales, y especialmente de la de Burgos.
Los castellanistas reclaman, en un momento clave para el futuro del Medio Rural Castellano, y especialmente el de la provincia de Burgos, un cambio de rumbo en la gestión del territorio y las instituciones rurales. Frente a los recortes y amenazas de la Ley de Sostenibilidad y Racionalización de Municipios, y frente a los partidos que abogan directamente por suprimir todos los municipios de menos de 5000 habitantes, como UPyD y Ciutadans, el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) reclama fortalecer a los Municipios y garantizar la pervivencia de las Entidades Locales Menores, como instrumentos básicos de participación y democracia local y como agentes dinamizadores de la actividad económica y de desarrollo en el campo rural.
Los castellanistas urgen a descentralizar la Diputación Provincial en las Comarcas, trasladando la mayor parte de su presupuesto para que sea gestionado de forma democrática y desde la proximidad por las Mancomunidades de Municipios, como verdadero ente de organización del territorio rural, fortaleciendo las competencias de los municipios, simplificando la burocracia y la legislación que deben cumplir los pequeños municipios, creando una Ley de Entidades Locales Menores que garantice su pervivencia, regule sus ingresos, su gestión económica, su patrimonio y sus relaciones con los municipios a los que pertenecen.
Finalmente, el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) urge un Plan de Repoblación en el medio rural de la provincia de Burgos, que fije a la población existente, atraiga a jóvenes con propuestas económicas reales y viables, y mejore la calidad de la prestación de los servicios (transporte, sanidad, educación, atención a mayores y dependientes,…). Los castellanistas proponen una drástica reducción impositiva para las actividades económicas implantadas en zonas despobladas (IAE, Obras y Licencias nulo), así como ayudas económicas y de vivienda a las familias jóvenes que se instalen en las localidades rurales.