El portavoz del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en Toledo y Secretario General de la formación castellanista, Pedro Manuel Soriano, ha lamentado tener que volver a denunciar, una vez más, el lamentable estado del río Tajo a su paso por Toledo y Talavera, mientras los responsables políticos de PP y PSOE miran para otro lado o callan sin ninguna vergüenza.
«Es evidente, y una vez más lo demuestran, que al PP y al PSOE sólo les interesa el Tajo cuando de su propia lucha política se trata. Mientras tanto, y cuando se cumplen 40 años de la prohibición de baño en el Tajo a su paso por Toledo, el Tajo sigue fluyendo por el canal del trasvase a razón de 15m³/seg. y por su cuenca natural a razón de 0m³/seg. en la estación de aforo de Cebolla. Y a esto, con toda la sinvergonzonería del mundo, la Confederación Hidrográfica lo llama EXCEDENTES y el PP y el PSOE mantienen su silencio cómplice. ¿Dónde están los Diputados autonómicos, los Senadores, los Diputados nacionales y europeos del PP y del PSOE? ¿Por qué sólo hablan cuando están en la oposición o cuando se acercan elecciones? ¿No les da vergüenza traicionar continuamente a los ciudadanos que los eligen y les pagan el sueldo?», ha manifestado Soriano.
Lamentablemente, si tenemos que confiar en la labor del PP y del PSOE para solucionar los problemas y el expolio del río Tajo, sólo debemos echar la vista atrás y comprobar en qué ha quedado el río tras los años de gobierno de uno y de otro: en una cloaca a cielo abierto sin visos de solución por la inoperancia y la mansedumbre de nuestros políticos profesionales.
Por último, desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en Toledo, queremos advertir de la inminente entrada en vigor del nivel de alerta en la cuenca del Tajo -previsiblemente el día 1 de julio-, aunque desde hace varios meses ya hay poblaciones de la cuenca que se encuentran en alerta por falta de agua para consumo, como es el caso de la Mancomunidad del Torcón en la provincia de Toledo. Y no debemos olvidar que las reglas de explotación fijan que no pueden existir excedentes en la cabecera del río mientras «no estén satisfechas todas las necesidades hídricas de la cuenca», hecho que evidentemente no se cumple, sin que la Confederación o el Ministerio tengan ningún rubor en seguir expoliando agua del Tajo hacia Levante.
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