Los responsables del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) muestran su preocupación ante el alto coste que significa para las arcas de la Junta de Castilla y León el actual modelo de gestión del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), “antes el rescate parecía una maniobra inviable económicamente, sin embargo las cifras ,que se presentan en los últimos meses, hacen cada vez más necesario esa operación para ahorrar dinero al peculio de la Comunidad Autónoma”.
Altos cargos del Ejecutivo de Juan Vicente Herrera han manifestado, “que el modelo de gestión no les gusta, pero era la única forma de llevarlo a cabo”. Los castellanistas se aventuran a afirmar que el HUBU significa una pesada carga para la Junta, de hecho el modelo no se va a volver a repetir en ningún otro Hospital de Castilla y León.
La gestión sanitaria de la Junta en Burgos deja mucho que desear, y el modelo privado de gestión del HUBU es la gota que colma el vaso.
El despropósito en la sanidad, del Gobierno autonómico, comienza en el otoño de 2002 cuando la Junta adquiere, tras su cierre por Defensa, el Hospital Militar, por 18 millones de euros, sin equipamiento médico. La Junta compró unos edificios sin saber muy bien qué hacer con ellos, dos años después, en 2004, no existía ningún plan de traslado de alguna de las unidades desde el hipersaturado Yagüe, hoy sólo alberga algunas consultas externas.
La licitación del uevo Hospital tuvo lugar el 28 de julio de 2005 y el contrato entre la Junta y la concesionaria se rubricó en abril de 2006, con la vista fijada en junio de 2009 para su puesta en marcha, aunque, finalmente, no estuvo plenamente operativo hasta Junio de 2012.
La Consejería de Sanidad adjudicó la construcción del nuevo Hospital de Burgos a una agrupación empresarial, por un importe de casi 243 millones. La Junta cifra el coste final en 314 millones, mientras otras fuentes lo elevan hasta en 528 millones de Euros.
La Junta de Castilla y León justificó la fórmula elegida de contrato de concesión de obra pública para su construcción y explotación porque de esta manera se posibilitaba una disponibilidad más inmediata de la nueva infraestructura y porque las obras y su equipamiento se realizan en un plazo más corto y con un coste definido, algo que el tiempo ha demostrado totalmente incierto, con ese importante sobrecoste.
Mientras también se ha clausurado el Hospital Divino Valles, con sólo un uso marginal para el edificio, algo peor ocurre con el edificio del antiguo Hospital Yagüe, que a pesar de las propuestas de los castellanistas “de uso, social, como residencia de ancianos, oficinas públicas, o espacio comercial-, parece destinado a ser derruido.